¡Súbete al tren Chuchú!

TEXTO: LORETO SILVOSO

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Santi M. Amil

¡NO LO DEJES ESCAPAR! El tren Chuchú triunfa en Santiago, Ourense, Cambados... Como cantaba Dobarro, pasiño a pasiño, vaite levando cara o teu destiño. Es una forma de hacer turismo que gusta a los mayores y a familias con niños

29 oct 2018 . Actualizado a las 17:10 h.

Lo de «Tren Chuchú» se lo ha puesto la gente con cariño, porque en realidad se llaman Pavi-Tren en Cambados, Choco-Chú en Redondela o Turi-Tren, en O Grove. En la ciudad de las Burgas, fueron los propios ourensanos quienes lo acabaron bautizando como el «Tren de As Termas». Esta es, precisamente, una de las locomotoras que mejor funcionan en Galicia, con una media de 90.000 pasajeros al año. Aún así, se llevan la palma los tres trenes turísticos que discurren tanto por la zona monumental como por los parques de Santiago de Compostela. Desde la plaza del Obradoiro, transportan a alrededor de 100.000 personas al año.

OTRA VISIÓN DE LA CIUDAD

A bordo del trenecito compostelano, -con capacidad para 60 personas-, nos encontramos a Merche Pérez Rivas, salmantina que está de viaje con su hija por Galicia. «Esta semana estamos alojadas en Laxe y nos hemos venido a pasar el día a Santiago. Como ya conocemos la ciudad de sobra, nos decidimos a subir al tren para acercarnos a otras zonas de la ciudad que, a lo mejor, de otra manera, no habríamos recorrido ni andando, porque las desconocemos. Esta es otra manera de verla. El tren es muy cómodo y el precio nos pareció aceptable» [6 euros, adultos; 4 euros, los niños; y

FOTO: SANDRA ALONSO

 

gratis los bebés]. Merche se baja del vagón, no muy contenta con el recorrido. Se ha apuntado a la ruta de los Parques, que dura 70 minutos y llega hasta las Brañas do Sar. Explica que el trayecto le ha parecido «un poco largo». Habría preferido el tren que rodea el casco histórico. Para la próxima. Decimos adiós a esta turista salmantina, que se va a darle un abrazo al Apóstol, luego a comer por Compostela, más tarde a visitar a unos amigos y luego ya de vuelta a Laxe.

SIEMPRE SALUDA A LOS NIÑOS

A los niños, a los mayores y a los de mediana edad. A todos les gusta convertirse en pasajeros por un día de este tren que parece salido de la estación de Chuggington [esos dibujos animados en los que los protagonistas son unos trenes que cobran vida]. Sus alegres vagones y su juguetona campana hacen las delicias de los escolares compostelanos. Y es que los niños ya saben que este tren les saluda a diario cuando pasa por delante de su colegio, o cuando ve a un grupo de niños por la calle o en los parques.

Confiésalo. Tú también has sido saludado alguna vez por un turista a bordo. Será por esa cercanía que supone ir a 20 kilómetros por hora, traqueteando sobre el adoquín de la parte más histórica de la ciudad. Esta velocidad, no apta para impacientes, permite al viajero maravillarse con el paisaje y descubrir jardines, rincones y lugares gracias a una voz en off que va relatando las excelencias y curiosidades de la urbe, mientras el pasaje contempla las mejores vistas panorámicas de la zona monumental y de la Catedral.

LO BAUTIZÓ LA GENTE

A día de hoy, el tren Chuchú se ha convertido en uno de los iconos de Ourense. A iniciativa municipal, se inauguró a finales del año 2006 con la idea de unir el centro histórico con el otro punto estratégico (desde el punto de vista turístico) de la ciudad: la zona termal. Y, para acercar a los visitantes a este otro lugar relevante de Ourense, había que pasar por el casco histórico. Como tenía que rodar por una vía especial, -la zona peatonal-, los promotores de la idea se dieron cuenta de que el vehículo también iba a tener que ser muy especial. Así surgió la idea del tren, que va desde la Plaza Mayor, pasando por el puente romano, hasta las termas. En realidad, se trata de dos locomotoras y, según la temporada del año, se cruzan en el camino. Son, en total, unos 40 minutos al precio de un bus urbano.

De los 90.000 viajeros que se suben al Tren de As Termas durante el año, «el 90 % son turistas foráneos», confirman fuentes de la operadora. En las estadísticas anuales de viajeros figuran personas de todas las edades, muchos grupos de niños por las excursiones organizadas por los colegios y numerosas personas mayores, a las que caminar, como es fácilmente entendible, les cuesta un poquito más que a los demás. Por eso, es la opción perfecta para grandes y pequeños. Lo mejor de todo es que fue la gente la que acabó bautizando a este entrañable tren ourensano como el Tren de As Termas, ya que, oficialmente, no nació con ese nombre ni con ninguno.

¡PASAJEROS AL PAVI-TREEEN!

Los trenes turísticos gustan más a niños y a mayores, pero son una estupenda opción para hacer turismo en familia. Hoy podríamos haber elegido subirnos al de O Grove (que va hasta la isla de A Toxa) o al de Tui (que te lleva hasta Valença), pero hemos decidido recorrer una de las localidades más hermosas de Galicia, Cambados, en su Pavi-Tren. Pavi, por Padín Vidal, que son los apellidos de la persona que lo puso en marcha en la plaza de Fefiñáns allá por el año 1996: Ignacio Padín: «Llevamos 22 años funcionando y estamos muy satisfechos», comenta el empresario. «A la gente le gusta hacer el recorrido primero en tren y luego seleccionan lo que más les ha gustado para ir a verlo en persona. Esta localidad es muy alargada y por eso pensamos que sería una buena opción». Y es que, desde la escultura de Asorey, a pocos metros de Fefiñáns, hasta la Torre de San Sadurniño, en Santo Tomé, pasando por la zona de las ruinas de Santa Mariña Dozo (uno de los cementerios más singulares del mundo) media un completo y delicioso recorrido de 7 kilómetros y 40 minutos de duración. Por cierto, el tren hace una paradita en las ruinas de Santa Mariña Dozo para que la gente las visite por dentro. En invierno casi funcionan solo con reservas o grupos organizados, pero en verano, ponen a disposición del turista un amplio horario de salidas. Al Pavi-Tren se suben tanto familias como grupos de turistas de todas las comunidades (sobre todo de Andalucía, Extremadura, Valencia y Castilla). Y, de vez en cuando, los propios cambadeses. «De hecho, te dicen que les permite ver la villa de otra manera. Hay una pandilla del pueblo que siempre lo reserva en la Festa do Albariño». El recorrido se realiza a muy poca velocidad. Por las calles estrechas se circula a 2 o 3 kilómetros por hora y, por las zonas abiertas como el paseo marítimo o el Puerto de Santo Tomé, a 10 por hora.

Pues así, despacito, hacemos una última parada en el tren Chuchú de Redondela, que empezó a funcionar este año «con una estupenda aceptación por parte de los visitantes de la localidad», confirman desde la Oficina de Turismo. Se llama O Choco Chú o el Choco-Tren, siempre con el homenaje al famoso Choco redondelano. El pasado fin de semana fue el último de la temporada (con el billete a 3 euros el adulto y 2 cada niño), pero sus promotores dejan la puerta totalmente abierta a volver en Navidades. ¡Pasajeros al treen!

FOTO: MARTINA MISER

FOTO: SANTI M. AMIL