¿CÓMO ACABAR LOS DÍAS LARGOS DE FRÍO y trabajo en los que llegas a casa y no logras desconectar? Es muy posible que tengamos el antídoto perfecto para el frío y el estrés en nuestra propia casa: la bañera.
24 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Llegar a casa cansado de toda la semana de trabajo, poner el tapón en la bañera, abrir el grifo de agua caliente y esperar a que se llene. Si solo con pensar en sumergirte en el agua calentita te sientes más relajado, es porque ese es, según la ciencia, uno de los muchos beneficios de un baño caliente.
Según un par de estudios del Onsen Medical Science Research Center, la gente que se baña con asiduidad presenta buenos datos de salud subjetiva, sueño y descanso suficientes, niveles bajos de estrés y un alto nivel de felicidad subjetiva. Además, se ha demostrado que los baños de inmersión calientes mejoran la salud del corazón, alivian el dolor en músculos y articulaciones, calman el sistema nervioso y regulan la temperatura corporal, entre otros tantos efectos positivos.
Tras muchos años en los que las bañeras eran solo un lugar donde uno se duchaba -y que estaban y están siendo sustituidas en muchas casas por platos de ducha-, su primera función, la de permitirnos estar sumergidos en el agua mientras nos lavamos, está poco a poco poniéndose de moda de nuevo. No para la higiene diaria -que no sería ni práctico ni ecológico-, pero sí como un refugio y mimo que darse a uno mismo de vez en cuando.
LIBRE DE TECNOLOGÍA
«Si a una persona la aíslas durante un tiempo de todas las redes sociales, su estado de ánimo mejora», explica Alejandra Sierra, psicóloga del centro coruñés especializado en ansiedad S&P Psicología. Un baño en el que desconectas y te relajas «redunda en tu calidad de vida y en tu salud mental», asegura Sierra, que puntualiza que funciona solo si un baño es algo que «te gusta y va con tu personalidad». En ningún caso sustituye a una terapia, pero «es un tipo de ejercicio que va orientado a sentirse bien, algo que ayuda tanto a mantener una buena salud mental como cuando tienes una recaída».
Darse un baño es un pequeño capricho que nos podemos conceder y que está en línea con una de las grandes tendencias de los últimos años: el autocuidado. Es huir de deberes, listas de tareas y notificaciones durante un rato y centrarnos en nosotros mismos. En estos días de invierno, además, es una forma fantástica de expulsar el frío del cuerpo e irnos bien calentitos, relajados y a gusto a la cama.