Vete anotando para disfrutar de estos rincones únicos.
14 sep 2019 . Actualizado a las 20:23 h.Aguas cristalinas, arena fina y unos atardeceres maravillosos... ¡Aquí sí hay playa!
1. Faro (Illa de Arousa)
Un lujo aislado
Mira la foto y dime que no piensas en hacer la bolsa para irte ya este fin de semana. Cualquiera de las de A Illa (por supuesto, O Carreirón) te harán sentir en otro mundo. La playa de Faro es un rincón delicioso para ir con niños porque allí pueden bañarse sin ningún tipo de peligro. Tienes pegado el restaurante de Punta Cabalo por si te quieres dar un homenaje, además de dusfrutar de este Caribe gallego.
2. Areacova (Aldán)
Sí, más que el Caribe
Como todos los arenales de la ría de Aldán, Areacova tiene el magnetismo de las calas de esa zona, de aguas transparentes, arena fina, y el abrigo de una costa amparada del viento. Rodeada de árboles, esta playa cuenta con un restaurante en su bajada, que es una opción para los que no quieren comer de bocata. Si vas a pasar el día, reserva con tiempo; lo mejor es aprovechar esta temporada antes de la llegada de los turistas de julio y agosto. Los gallegos podemos darnos ahora ese gustazo.
3. Santa Mariña (Camariñas)
Para perderte en el lado salvaje
Además de la playa de Balarés (Ponteceso) o la que se forma en la desembocadura del Anllóns, vale la pena darse un paso por A Costa da Morte para recorrer los acantilados (Nariga, el área de Roncudo o la zona de Cabo Tosto). Pero si quieres sentirte también en una playa única, rodeado de la naturaleza más salvaje y alejado de la aglomeración, acércate a Santa Mariña, en Camariñas. Su oleaje es moderado y suele soplar algo de viento, propio de la zona.
4. O Vidreiro (O Vicedo)
La arena más blanca que puedas pisar
Con ese arenal de caolín, esta perla de A Mariña lucense es una de las más abrigadas. De aguas calmas y cristalinas, el entorno es magnífico, con alguna sombra natural por los árboles que la rodean. Ideal para ir con niños por la tranquilidad del mar, es también un rincón paradisíaco sobre todo en los de menos agobio turístico. Al lado está también O Barqueiro y se puede hacer una visita a Estaca de Bares. La excursión merece mucho la pena cuando hace muy buen tiempo, A Mariña no es el sur.
5. Areoso (Illa de Arousa)
Mejor, en kayak
Por sus aguas cristalinas y su arena blanca se le conoce como el Caribe gallego. Para evitar la explotación turística y conservar su riqueza arqueológica, no se puede llegar al islote en embarcaciones motoras, pero sí hay rutas en kayak. Apúntatelo en la agenda para los fines de semana de mayo y junio, en los que también es un buen momento para visitar la paradisíaca isla de Cortegada.
6. Area de Agra (Sanxenxo)
Un escondite
Al abrigo de los vientos y muy alejada de esa imagen masificada de Sanxenxo, está esta cala poco explotada. El único problema es aparcar aquí, porque su acceso es complicado. De ahí que sea la delicia de muchas personas que llegan a ella en distintas embarcaciones o vecinos que conocen la zona. Es uno de esos tesoros naturales que vale la pena descubrir en este tiempo de largos atardeceres.
7. Espiñeiro (Desembocadura del Umia)
Colúmpiate frente al agua
La ruta de la desembocadura del Umia transcurre por las parroquias de Castrelo y Vilariño (Cambados), enlaza también con la Ruta da Pedra e da Auga de Armenteira, desde Barrantes (Ribadumia) y se prolonga, río arriba, a lo largo de cinco kilómetros, hasta Pontearnelas (Vilanova). La playa de Espiñeiro es un pequeño paraíso poco frecuentado porque queda fuera del casco urbano y hay que acceder a través de una pista de tierra. Su columpio es un reclamo para los niños en las tardes de buen tiempo.