Lola Índigo: «He dicho 'yo ya no quiero ná' a chicos y a chicas»

YES

Miguel Triano

Es una «Mujer Bruja» y ha hipnotizado a todo el país desde que sacó su primera canción hace poco más de un año. Ahora arrasa por partida doble con «Lola Bunny», al lado de Don Patricio, y con «Autoestima», junto a Cupido. «Saco todo de golpe. A lo granada, bum», dice. Ella sí que es una bomba

22 ago 2019 . Actualizado a las 12:01 h.

Dicen que los últimos serán los primeros, y Miriam Doblas (Madrid, 1992) es la prueba de ello. Fue la primera expulsada de Operación Triunfo 2017, de donde se llevó amistades como la de Aitana, con la que colabora en Me quedo. Antes estuvo en otra academia, la de Fama Revolution, en el 2010, programa del que firma la cabecera de su última edición con Fuerte. «Hay que trabajar para conseguir las cosas, mantenerte fuerte y no dejarte caer», afirma. En su caso es cierto, su primera canción, Ya no quiero ná, logró el doble disco de platino, un certificado que también recibió Mujer bruja en el que canta con la Mala Rodríguez. La cantante y bailarina no tiene filtros y responde a cada pregunta con total naturalidad. «No quiero ser una artista fría que se limite a hablar de su música». Porque Lola Índigo es puro fuego y cada tema que saca se cuela en la lista de éxitos. Si no se lo creen, vayan a verla mañana a Pontevedra (Plaza de España, 22.30 horas). No podrán parar de bailar.

-¿Qué es lo que más te preguntan?

-Que por qué Lola Índigo ja, ja, ja. Lo he explicado muchas veces ya. Al final es para separar la imagen y la persona.

-¿Has dicho a muchos chicos lo de «yo ya no quiero ná»?

-Y a chicas también. Si no quieres nada, no quieres nada. Es importante saber decir que no.

-Pero el público lo quiere todo de ti, estás imparable. ¿Tienes más sorpresas?

-No, de momento no. Yo lo saco todo así de golpe, no sé si te has dado cuenta. A lo granada, bum. Saqué el disco Akelarre del tirón en mayo, después Me quedo con Aitana y ahora he sacado dos colaboraciones porque las dos tenían que salir antes de que se acabara el verano. Cupido tenía ganas de sacar Autoestima y nosotros teníamos también muchas ganas de sacar Lola Bunny, y dijimos : ‘¿Por qué no?’. Ahora ya no tengo intención de sacar nada más hasta Navidad por lo menos. Estoy centrada en mi gira.

-«Lola Bunny» salió el 31 de julio y ya tiene más de cinco millones de visualizaciones, ¿cómo surgió la colaboración con Don Patricio?

-Pues por amistad y por diversión, la verdad. Es una canción que la hicimos de cachondeo, de risas y en plan qué guay, qué ritmazo. Se la pasamos a la gente que nos distribuye, a la discográfica, y nos dijeron: ‘Es una pasada, hay que sacarla este verano’. Y nosotros: ‘¿En serio? Si la hemos hecho como para nosotros’. Es muy nuestra, de hecho hablamos el uno del otro, la hicimos para probar, y mira. De repente ha superado a Ya no quiero ná y es una locura.

-¿Un éxito inesperado?

-A veces es así. Mira, Maldición era una cosa mucho más planificada. Es una canción en la que me curré muchísimo el concepto, a la letra le dimos mil vueltas, nos metimos muchísimo en lo místico y religioso, y nada tía, fue una canción muy cool para la gente que es fan. Es un tema, cómo te digo, con un título más oscuro, no es tan de fiesta, y de repente Lola Bunny, que tiene un mensaje supersimple y de pasarlo bien, funciona mucho mejor. Entonces cuando la gente dice: ‘Ay la letra, no sé qué, no dice nada’. Uy, uy, uy, mi gato,... tampoco decía nada y no veas, o Por la raja de tu falda, grandes éxitos de España de toda la vida. Pues al final chica, yo qué sé, hay que hacer canciones para que la gente se lo pase bien y luego también canciones para que la gente piense.

-También acabas de estrenar «Autoestima» con Cupido y Alizz, ¿para triunfar hay que tener la autoestima alta?

-Desde luego. Yo creo que es lo más importante, y es muy difícil porque nos enfrentamos a un montón de críticas y a un montón de gente con opiniones diversas. Los que comentan no son los que aman lo que haces, siempre son los haters. La gente a la que le gusta lo que haces simplemente lo disfruta. Entonces lo que lees es duro. Tienes que tener mucha fuerza mental, especialmente los más jóvenes, y por qué no decirlo, yo como mujer me veo con muchas críticas y al final es como: ‘Mira, me la refanfinfla’. Mientras a la gente le guste lo que hago seguiré trabajando, y cuando no, pues ya está.

-Comentaste que en la gira de «Operación Triunfo» te sentías un poco «la última mierda», ¿te afectó?

-Sí, bueno, yo y otros cuantos compañeros. No me afectó a la autoestima porque si no yo no hubiera sacado la cabeza, la verdad. Hoy en día lo pienso y digo: ‘Hostia, no sé cómo tuve la fuerza para verme yo como era’. Cuando nadie da un duro por ti, pero tú en tu cabeza te imaginas de otra forma, es chungo. Siempre he dicho que creer es crear. Si tú crees que eres una cosa y trabajas para hacerlo, estudias, entrenas, te preparas... al final lo puedes conseguir y no es ni Mr. Wonderful ni mierdas, es una realidad. Hay que trabajar para conseguir las cosas, y sobre todo mantenerte fuerte y no dejarte caer.

-Han cancelado varios conciertos de la última edición, ¿se ha sobreexplotado el fenómeno?

-Creo que es una obviedad que tendrían que haberlo dejado respirar. De hecho, yo también, por el bien de los chicos de la próxima edición, dejaría un poco de aire. Yo viví en China y allí hay mil realities y talent shows de todo tipo y hay cabida para todo, pero España es un país pequeño y a la gente no le da tiempo a procesar a tanta peña. Hay que dejarlo respirar un poquito, somos personas con sueños y esto no es la gallina de los huevos de oro.

-De tu año eres una de las que más éxito tiene, ¿te lo esperabas?

-Pues yo es que nunca espero nada de lo que hago, lo hago porque me hace feliz. Llevo muchos años trabajando, he competido como bailarina, que es una cosa que te requiere muchísimas horas de ensayo y al final no tienes ningún reconocimiento ni nada, y te da igual, porque te hace feliz, no sé. No esperaba nada y sigo sin esperar nada.

-¿Qué es para ti el triunfo?

-Vivir mínimamente bien con lo que puedas llegar a acaparar. Siempre hablo de un depósito de felicidad. ¿Qué es lo que tienes? De ti depende verlo lleno. Yo no soy más feliz ahora que cuando trabajaba en China. Estaba allí, de bailarina y cantando, y era igual de feliz. Hay muchas cosas que me llenan además del éxito profesional. Me llena crecer, me llena el estar con gente que me quiere... ¿Sabes qué pasa? Que yo no tengo esa ambición. No me considero una persona ambiciosa en cuanto a fama.

-¿Te da igual ser famosa?

-Sí, es como que se considera que la gente que participamos en programas de televisión buscamos el reconocimiento y la popularidad, y para nada. A mí es que me divierte la tele. Lo hago por mí y por nada más. He hecho Tu cara me suena por aprender, por crecer como artista, por experimentar con mi cuerpo, con mi voz y con mi manera de actuar. Fui a OT por experiencia, obviamente quiero que la gente vea mi trabajo a una escala mayor, no te voy a decir que no, pero de verdad que no necesito tanto para ser feliz. Yo cuando saqué Ya no quiero ná dije: ‘Bueno, con esto a lo mejor pues igual damos juntado unos cuantos bolos este verano’.

-Algunos dicen que si invirtieran en ti lo mismo que en Aitana ya serías una superestrella internacional.

-Yo estoy contenta con lo que invierten en mí, la verdad. No me voy a quejar. No sé, creo que trabajo mucho. En la vida he conseguido muchas cosas por mí misma. No estoy tampoco muy acostumbrada a que me ayuden, eh, pero también te digo una cosa: Yo tengo 27 años y Aitana 20. Igual ella necesita otras cosas distintas de las que puedo necesitar yo. Aitana está también muy arropada por su familia desde que empezó a vivir esta experiencia, porque es muy joven. Yo tengo muchas tablas ya.

-Tú también eres joven, tienes 27 años.

-Sí, pero yo he viajado mucho. He estado muy sola y he tenido que hacer muchas conexiones con gente que me podía ayudar a trabajar. He ido tocando puertas, entonces eso es lo que me llevo. El tener a lo mejor la capacidad de organizar mi propio show. Coger, alquilar una sala, llevar a mis bailarines, alquilar el equipo... todo eso yo lo he hecho antes. Entonces, cuando la discográfica te ve resuelta te deja un poco más de espacio.

-¿Sabes cuántos seguidores tenías en Instagram antes de «OT»?

-¿Unos 30.000 y algo? No sé.

-¿Estás pendiente de eso?

-Hombre, es que ahora la cifra me parece curiosa. Es como lo del casino, es el 777. Es una cifra maravillosa, es el número de la suerte.

-Crees mucho en esas cosas, ¿eres una «Mujer Bruja», como cantas?

- Me apasiona creer que hay cosas sobrenaturales que yo no puedo controlar. Puedo creer, por todo lo que me ha pasado, que nada es casualidad y que hay algo de magia en la vida. Es que si no mi vida no tendría sentido. Necesito creer en la energía positiva, en la negativa también, y que depende un poco de nosotros.

-Mañana actúas en Pontevedra, Galicia es «terra meiga». ¿Qué energía te da?

- Ay, me gusta mucho. Tenéis además una cosa que es como una poción, la queimada. La probé una vez y me flipó. Me encantaría hacerla ahora que voy.

Laura Ouch

-Hace poco salió un vídeo tuyo en una prueba de sonido y te criticaron por maleducada, ¿cómo lo llevas?

-Fue en la gira de Los 40, que vamos de sitio en sitio, y ese día estaba fallando un montón el sonido. Aún así, yo veo el vídeo y pienso que estoy hablando normal. Con toda la confianza del mundo le dije: ‘¿Me estás escuchando cuando te hablo?’. Porque como llevaba un rato hablando y no me contestaba, lo que quiero saber es si le estaba llegando la señal, pero en ese momento el que estaba ahí grabando se pone a decir que soy una borde y una gilipollas, cuando estoy hablando con toda la educación. He dicho por favor, lo que estoy diciendo lo estoy diciendo literal, sin ninguna falta de respeto, ni borde, pero la persona que me está grabando me está directamente insultando y no pasa nada, eso pasa desapercibido.

-¿Te afectó esa publicación entonces?

-Cuando se pone en tela de juicio mi manera de tratar al equipo sí que me molesta, la verdad. Yo tengo un equipo que son como mi familia, tengo una relación increíble con mi gente, creo que nadie de las personas con las que he trabajado podría decir nada así de mí. Estoy trabajando y estoy intentando dejarlo todo lo mejor posible para que no nos vuelva a pasar, pero no a mí solo. Ni a mi ni a él, que también estaba sufriendo.

-De ese vídeo extraemos que eres muy profesional. ¿Eres muy exigente contigo misma?

-Muchísimo. Por eso estuve allí bastante rato para que sonase bien, al final es un camión y vamos por ahí, y bueno... Pero mira, lo que me puede molestar son estas tonterías, porque veo que se hacen para hacer daño. Hoy en día la gente tiene cero empatía con los artistas. Se creen que somos de hierro, que no tenemos sentimientos y que no nos duelen las cosas, que nos dan igual. Y no te lo digo por mí, te lo digo por todos mis compañeros del gremio. Es horrible que la gente ponga en tela de juicio todo lo que hacemos como si no tuviéramos ningún tipo de sentimientos.

-¿Dónde lo notas más?

-Sobre todo en Twitter, es horrible. Hay un montón de gente que se lo ha borrado, artistas internacionales como Ed Sheeran, porque es que ahí solo están los haters. Yo de verdad que intento siempre ser cercana, de hecho hice una pequeña aclaración sobre lo de la prueba de sonido, pero al final el que quiere opinar mal de ti lo va a hacer igual. No puedes hacer nada en contra de eso. Yo llevo solo un año en esto y de todo corazón intento hacerlo lo mejor que puedo. A mis fans los amo, quiero muchísimo a la gente que trabaja conmigo y a la gente que viene a los conciertos.

-¿Llevas tú tus redes sociales?

-A veces cuando tengo que subir cosas a Instagram, en stories, me echan un cable, pero sí, tengo el control total yo.

-Fátima, cantante de la orquesta Panorama, acaba de denunciar mensajes de acoso en Instagram, ¿te ha pasado?

-En Instagram no, ahí es todo bonito, pero en Twitter sí. Yo lo que he estado a punto de denunciar han sido amenazas, pero me daba hasta pena al final. Eran comentarios violentos. No me asusté, pero porque solo son palabras. Sé que no me va a pasar nada, pero creo que está bien lo que esta chica ha hecho. Hay que hacerlo público porque al final eso es bullying, es acoso. Parece que porque somos personas de este gremio tenemos la obligación de aguantar este tipo de cosas, y escúchame: Yo no estoy obligada a nada. No tengo que aguantar gilipolleces, porque las cosas también me duelen. Tengo cuerpo y corazón, como el resto de la gente.

-Eres muy transparente.

-Sí, a veces la cago un poco porque se malinterpretan muchas cosas que digo, pero ¿qué hago? Nací así. Creo que al final los artistas tenemos un altavoz, hoy en día también somos comunicadores. Yo no quiero influir en nadie, pero sí quiero que las niñas y las chicas que me ven sepan que pueden vestirse como quieran, ser abiertas en su manera de pensar y dar un ejemplo de naturalidad. No quiero ser una artista fría que se limite a hablar de su música y no de cómo se siente. Quiero que la gente me conozca como yo soy, para bien y para mal. Si esto me trae detractores, pues mira, por lo menos no seré un bloque de hielo o una persona que parezca inalcanzable. Quiero que la gente sepa que soy una persona de carne y hueso, con mis inseguridades, mis sentimientos, que ama la música y ya está. No hay más.

-Has comentado que no consumes letras machistas.

-No consumo letras que degraden a la mujer, que la pongan por debajo. No lo hago porque no hace un bien social, pero también te digo una cosa: la interpretación de las cosas que decimos los artistas depende de la persona que las escucha. Hay veces que el significado solo puede ser uno, pero incluso a mí me ha pasado que es que ahora parece que no puedo hacer una canción de que quiero acostarme con alguien porque guau. Mira, soy feminista, pero también soy humana. Si tú estás interpretando que esto es degradarme, es tu interpretación, pero los artistas tampoco podemos estar con una soga al cuello todo el rato midiendo cada palabra.

-¿Crees que se toman muy en serio las letras de las canciones?

-En resumidas cuentas, las canciones son canciones. El arte es libre y la interpretación es libre también.

-¿Has sentido el machismo?

-Sí, me ha pasado que puedo colaborar con un artista y que me digan que como soy mujer me tengo que pegar a tal tío para triunfar y cosas peores, incluso por parte de mujeres. A lo mejor he colaborado con alguien porque me lo ha pedido, o por lo que fuera, y al final parece que por ser mujer tienes que aguantar esas cosas. ¿Por qué porque soy mujer y joven no voy a ser yo la que tenga el mérito de la canción? A lo mejor la letra la he escrito yo o la música la he metido yo, ¿qué sabrás tú? Al final la gente no sabe qué mérito tengo yo, lo tiene el chico siempre, ¿por qué?

-A C. Tangana le han cancelado un concierto en Bilbao por considerarlo machista, ¿qué te parece?

- C Tangana es increíble. Tampoco he escuchado la canción de la polémica, no he oído todos sus temas. Solo sé que tiene muchísimo talento y que la gente que trabaja con él habla maravillas de él como persona. Entonces no sé, pero no tenían que haberle cancelado. El ayuntamiento tiene que saber lo que contrata. Es que yo también lo he sufrido.

-¿Qué te ha pasado?

- A mí me ha pasado que primero antes de cerrar el bolo lo anuncian, yo ni me he enterado, y de repente los fans empiezan a decir: ‘Oye, que vienes a no sé donde, qué guay’. Entonces llamo a mi oficina y me dicen que eso no está cerrado. El problema es que a veces quieren anunciar los conciertos, pero sin el contrato firmado no se puede. Luego descubren algo que no les gusta y cancelan. En mi caso lo canceló mi oficina porque había unos requisitos que no se podían cumplir con el escenario que llevo, pero lo de C Tangana no tiene ni pies ni cabeza. Tú infórmate primero de a quién estás contratando. Si no te parece bien, no le contrates.

-¿Hay alguna persona con la que nunca harías una canción?

-Sí, pero no te lo voy a decir, ja, ja, ja. Hay gente con la que no me gustaría colaborar porque no comparto ideales.

-Comentaste que habías dejado de usar Tinder, ¿por qué?

-No. No puedo ya, tía. Primero porque no me creerían, pero tampoco quiero.

-¿Ahora ligas más o menos?

-Pues igual. Puede que más, pero no lo sé porque no salgo mucho. Cuando voy de fiesta intento pasar muy desapercibida, literalmente, en plan con una gorra. En mi día a día voy muy perroflauta, con el moño, en chándal, sin maquillar.

-¿Por comodidad o para que no te reconozcan por la calle?

-Por las dos cosas, porque ya voy como superproducida cuando tengo que trabajar. También por vagancia y por ir tranquila, porque es verdad que cuando llevas unas extensiones por el culo la gente se fija un poco más, ja, ja, ja.

-Pero te gustan esos estilismos, ¿ no?

-Yo soy como Hannah Montana. En mi día a día voy de Miley Cyrus y luego en el escenario soy Hannah, ja, ja, ja.

-Hace poco se publicó que estabas con Alfred, uno de tus compañeros de «OT».

-Tengo muchos amigos heterosexuales, entonces me pueden sacar tropecientos novios. Que me saquen los que quieran, me importan cero los rumores. Yo me río y ya está.

-Dijiste que tu casa parecía el museo de los fans, ¿qué es lo mas extraño que han hecho por ti?

-Pues colarse en mi hotel.

-Da un poco de miedo eso, ¿no?

-Es algo que yo no concibo, la invasión de la intimidad. Porque al final yo vivo en un hotel. A finales de julio me pasé dos semanas seguidas de hotel, es mi lugar de descanso. Si a mí me pillas a la salida de un concierto, o en la entrada, o en el meet and greet; que son para eso, o en la cafetería, o donde sea... Obviamente, me hago cincuenta fotos contigo, mando audios a todos tus primos, y todo lo que tú quieras, pero en el lugar adonde yo voy a dormir y a descansar es como un poco guau. Me ha asustado.