Joshua Velázquez: «Hay gente que va a la verbena a ver el vestuario»

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CEDIDA

Es de Gran Canaria, pero tiene fans en Galicia, en donde su «musa» Davinia, cantante de El Combo Dominicano, luce sus diseños. Uno de ellos fue comparado con el que dos años después lució Pedroche en las campanadas. «Similitud había», confiesa.

11 sep 2019 . Actualizado a las 18:22 h.

Tiene 10.800 mil seguidores en Instagram, una red social que le ha servido de escaparate para sus diseños. Tanto que hasta Paris Hilton le contactó para lucir sus vestidos. Sin embargo, aquí Joshua Velázquez (1992, Gran Canaria) no es conocido por diseñar para la celebrity estadounidense, sino por idear los trajes de otra diva, pero de la verbena: Davinia Fleitas, cantante de El Combo Dominicano. Tanto triunfan los looks de la artista, que el modisto cuenta con una buena legión de seguidores. «Me escriben por redes, y cuando vengo a los conciertos me llevan detalles», cuenta Joshua, que afirma sentirse muy querido en Galicia.

-¿Cuándo nació tu interés por el mundo de la moda?

-Pues por casualidad. Caí enfermo una temporada y llegó a mis manos la máquina de coser de la familia, y así empecé. Hice un vestido y lo subí a las redes sociales.

-¿Todo empezó en las redes entonces?

-Sí. Fue subir los diseños y comencé a recibir mensajes para diseñar para Nalaya Brown; Amor, de Gran Hermano y también de Telecinco, del programa Qué tiempo tan feliz, para hacer el vestuario de los cantantes.

-¿Te esperabas ese éxito?

-No, ha sido brutal. No me puedo quejar, me siento superquerido.

-¿Qué te parecen las verbenas gallegas? ¿Muy diferentes a las canarias?

-Aquí se lo curran mucho, pero también es verdad que el público gallego lo demanda. Cuando venía en el avión había cinco chicas, de entre 18 y 20 años, sentadas al lado nuestro, y estaban justo hablando de El Combo Dominicano, y también de otras orquestas. Me llamó la atención porque allí las chicas de esa edad no hablan de orquestas.

-De hecho, diseñas los trajes que luce su cantante, Davinia. ¿Cómo surgió?

-Pues llevo en la moda aproximadamente unos ocho años y ella me conocía de haber vestido a otras artistas, entonces me contactó, pero no conseguimos reunirnos hasta años después. Cuando por fin quedamos, hablamos y ya la empecé a vestir. Ha ido superbien. Este es el quinto año que la visto.

El combo dominicano

-En estos ocho años de carrera, ¿para qué otros artistas has trabajado?

-He vestido a Soraya, a las Azúcar Moreno e incluso a Paris Hilton.

-¿Cómo surgió lo de Paris?

-Pues me contactaron, me dijeron que les gustaban mis diseños y que querían vestir a una celebridad sin decirme de quién se trataba. Después, cuando me dijeron que era Paris Hilton, hice los vestidos y encantado. La he vestido en dos ocasiones y supercontento. ¿Quién no iba a estarlo? Es una celebrity.

-¿Cómo tiene que ser el vestuario de una cantante de orquesta?

-En realidad, no me fijo en que sea cantante de orquesta o de otro tipo. Me fijo en la persona. Conozco a Davinia desde hace cinco años y el éxito de El Combo, en cuanto al estilismo, es porque va acorde a la personalidad de cada uno. Ella no va disfrazada aunque lleve plumas, pedrería y strass en trajes que son bastante lujosos y costosos. La cuestión es saber dónde ponerlo y cómo ponerlo. Hay mucha gente que se pone en primera fila en la verbena para ver los vestuarios y una vez los ve, se va. Porque están muy currados, por eso El Combo siempre está arriba, porque entre otras muchas cosas, el estilismo también forma parte de su éxito.

-¿El brillo y las transparencias son una apuesta segura en el escenario?

-El brillo no es que sea una apuesta segura, pero sí que es verdad que realza muchísimo y da más lujo, más seguridad a la cantante. También las hay que salen con un pantalón y una camisa, y es igual de válido ir así que con un vestido de pedrería hecho a medida y con transparencias, pero a mí lo que me dicen es que vistiendo con estos diseños se sienten más seguras.

-¿Cuánto tardas en hacer un diseño?

Depende, porque primero se hacen los diseños, se bocetan, se mira la tela, se compran los materiales.... y hay que hacer todo desde cero. En el caso de Davinia, nos reunimos, hablamos, que si esto sí, esto no... No es que yo haga un vestido y ella se lo ponga, que habrá artistas que lo hagan, pero nosotros no trabajamos así. Es un proceso entero para cada año innovar, y para cada temporada dar un paso más allá, y nunca ir a menos en el estilismo.

-¿Vienes siempre a Galicia?

-Sí, este año fui en julio a llevar los vestuarios nuevos. Davinia los estrenó en Marín y la gente se volvió loca al verla, haciendo fotos a los vestidos, y todo genial. Me siento superquerido aquí. Tengo seguidores que me escriben por redes y cuando vengo a los conciertos me llevan detalles. La gente la verdad es que se porta muy bien, y cuando les gusta alguien, hacen notar que les gusta.

-¿Por qué crees que gusta El Combo?

-A diferencia de otras orquestas que centran su puesta en escena a lo mejor en el escenario, El Combo es un conjunto de muchas cosas. De música, baile, escenario, y un plato fuerte también son los vestuarios que se hacen desde cero con mucho tiempo de antelación. Porque también visto a las bailarinas, con ayuda de Román, que es el otro costurero con el que trabaja Davinia. En cuanto a los chicos, elegimos entre Davinia y yo qué compramos y qué hacemos.

-¿En qué te inspiras para diseñar?

-Pues mi única prioridad a la hora de hacer un diseño es que cuando la artista salga al escenario, la gente diga: guau. Hay muchas veces que salen a cantar y la gente no se mueve, se queda mirando la ropa, y eso es precisamente lo que quiero. Es un objetivo alto, pero soy así. Voy a saco, quiero que deslumbren e impresionen. No hago un vestido y digo: ‘Venga, ponte este que es mono’. No, se hace todo con esa prioridad.

-¿También intervienes en la escenografía del espectáculo?

-Sí, va todo en conjunto con las luces, con los fondos de la pantalla... No es simplemente hacer el traje, es también hablar con los técnicos de iluminación para que esté todo en armonía... Es controlar toda la escenografía.

-¿Cómo vestirías a alguien de la Orquesta Sinfónica?

-Le haría un vestido largo de corte columna. Hago vestidos sin pedrería y transparencias, así que no tendría problema en encargarme.

-¿A quién te gustaría vestir?

-Hombre, yo creo que como a todo diseñador, me encantaría trabajar para Jennifer López o Beyoncé, que son dos divas de la música. Nunca se sabe, quizá algún día las pueda vestir como he hecho con Paris.

-Se comentó mucho que Cristina Pedroche te había copiado dos diseños para las campanadas. ¿Es así?

-Fue doble polémica además. Salió en todos los medios que me había plagiado, pero yo no hice ninguna declaración y nunca quise ir a ningún programa, que me lo ofrecieron. La verdad, en mi opinión, creo que similitud había. Después de eso, al año siguiente volvió a pasar con otro diseño y en la prensa se comentó de nuevo haciendo referencia a un mono de pedrería blanco que diseñé para Davinia dos años antes de que lo llevase Pedroche.

-¿Reflejas tu estilo en tus prendas?

-Sí, pero realmente soy un diseñador que no tengo un estilo marcado. Sí es cierto que trabajo mucho con transparencias y pedrería, pero porque es lo que más me piden.

-¿Tu diseño favorito?

-En mis redes sociales subí un vídeo con una chica que empezó a llorar al probarse el vestido y ese es uno de mis favoritos. Después también uno de plumas rojo de Davinia. Son mis dos favoritos.

-¿Qué opinas del estilismo de otras orquestas de Galicia?

-A ver. Cada persona es un mundo y cada grupo tiene su estilo propio. Me pones en un compromiso, ja,ja, ja. Pero lo que he visto no es mi estilo, no es que sea mejor ni peor, pero no es mi gusto. Creo que a lo mejor se podrían lucir un poco más, pero si les gusta esa ropa y están cómodos, a mí me parece genial.

-¿Alguna cantante como Davinia?

-¿Tú crees que hay alguna que le haga sombra? Es que Davinia se ha hecho un hueco superimportante porque no es solo voz, no es solo cuerpo, no es el vestuario, es un conjunto de todo. Es comprar un pack. Desde el primer año hicimos piña, nos entendemos a la perfección y diseñamos juntos. Confía mucho en mí.