La anfitriona. Su casa es de cine y ella así lo transmite en su blog, sus libros y su cuenta de Instagram. Fiona Aitken es, junto a su marido, el octavo conde de Carnarvon, la dueña del castillo de Highclere, más conocido ahora como «Downtonia» por la serie
16 mar 2020 . Actualizado a las 12:37 h.Highclere Castle tiene un rico patrimonio multifacético, asegura la web oficial de la impresionante mansión de campo victoriana de estilo Isabelino reconstruida en el siglo XIX en uno de los condados más hermosos y exclusivos de Reino Unido: Hampshire, en el sudeste de la isla. Allí donde nació y vivió Jane Austen, también reside Fiona Aitken, o Lady Carnarvon. Junto a su marido, el octavo conde de Carnarvon, esta escocesa es la dueña del castillo que en la pequeña pantalla habita Violet, la condesa viuda de Grantham estupendamente interpretada por Maggie Smith en Downton Abbey. La serie ya forma parte de la leyenda de Highclere, hasta donde llegan cada día cientos de fans de las aventuras de la aristocrática familia Crawley. Lejos de ser un incordio, Lady Carnarvon abre las puertas de su palacio encantada.
En Instagram la cuenta del castillo suma más de 125.000 seguidores y Fiona es una activa cronista del día a día en la mansión. Tiene un blog que actualiza semanalmente y su libro, Christmas at Highclere, ha sido un éxito de ventas dentro y fuera del Reino Unido.
«La realidad es un poco diferente de Downton. No estoy descansando, esperando que alguien me traiga una taza de café», contó en una entrevista a The Times la británica, octava condesa de Carnarvon. Vive en el palacio con su marido, George Herbert, su hijo veinteañero y nueve perros. La familia de su esposo es la propietaria de las imponentes instalaciones desde 1842.
VISITAS EXCLUSIVAS
Highclere está a dos horas en coche de Londres, por lo que es una excursión accesible para los que visitan la capital británica. Entrar en el palacio también es posible, aunque depende del bolsillo. La tarifa de admisión básica ronda los 30 euros, pero también hay pases más exclusivos.
Una visita guiada por el castillo con tiempo suficiente para ver sus exposiciones y los jardines diseñados por Capability Brown, considerado como el padre de la jardinería paisajista inglesa, cuesta 137 euros. Si a este tour le añadimos la posibilidad de escuchar un concierto con piezas de Mozart al aire libre el precio asciende a 170 euros. Las 2.000 hectáreas de terreno de la finca (unos 20 kilómetros cuadrados) que ya pertenecen a otro condado, el de Berkshire, justifican las tarifas. También la colección de arte egipcia que alberga en su interior el palacio, que es el de mayores dimensiones de todo Hampshire.
La mansión, reza su web, es «lujosa, festiva y absolutamente encantadora» y Lady Carnarvon se define a sí misma como «una cuidadosa administradora escocesa», un requisito indispensable si se tiene en cuenta que los costes de mantenimiento de su monumental hogar ascienden al millón y medio de euros anuales. Alojarse en una suerte de casa de invitados, el London Lodge situado en el parque, o disfrutar de un almuerzo a la hora del té en sus salones al más puro estilo Downton Abbey son otros de los planes que ofrece Highclere, que también se alquila para la celebración de bodas y eventos.
LA CASA DE BATMAN
El castillo, que en la popular serie inglesa se sitúa en otro condado del norte, Yorkshire, no solo ha sido la casa de los Crawley en la ficción. Sus exteriores e interiores aparecen en un buen número de películas. Es, por ejemplo, la mansión Wayne en casi todas las películas de Batman, (incluidas las últimas de Christopher Nolan), uno de sus salones es el escenario de una de las escenas más impactantes de Eyes Wide Shut (de Stanley Kubrick) y en otro se rodó Las cuatro plumas, protagonizada por Heath Ledger.
El éxito de crítica y audiencia de Downton Abbey, sin embargo, han ligado para siempre la fachada construida con piedra de Bath a la historia de la saga de los Crawley y a la de sus carismáticos empleados del servicio doméstico. Un filón que aprovecha Lady Carnarvon. La producción dramática de la televisión británica que a España llegó a través de la plataforma Netflix y que en la televisión en abierto emitieron Antena 3 y Nova, cuenta con una sección propia en la web del castillo. Julian Fellowes, su creador, galardonado en el 2002 con un Óscar por su guion de Gosford Park, la película dirigida por Robert Altman, se empapó del encanto de un conjunto arquitectónico y paisajístico con mucha historia.
300 HABITACIONES
Antes de convertirse en un palacio, Highclere fue primero un fuerte, después un castillo medieval y luego una casa estilo Tudor. La mansión incluida dentro del estilo que se conoce como Alto Isabelino es del siglo XIX. Dentro cuenta con 300 habitaciones. Se rumorea que el propio Andrew Lloyd Webber, vecino de la propiedad, hizo una suculenta oferta para adquirirlo. Sin embargo, el sueño del director y productor teatral quedó frustrado.
Contemplando las imágenes en la web del palacio y en su cuenta de Instagram, así como leyendo las anécdotas que Fiona detalla en su blog, es comprensible entender la admiración del creador de Jesucristo Superstar y Evita por la propiedad.
Lady Carnarvon, historiadora, conocedora de la majestuosidad de su hogar, traslada a sus seguidores a través de sus fotos y textos a la vida «cotidiana» en Highclere. Habla de jardinería, arquitectura, diseño y recetas. Entre sus libros publicados, los hay sobre los antepasados de su esposo, sobre una serie de piezas de lujo y, cómo no, sobresalen los centrados en la vida dentro de las paredes del castillo. A través de la web se pueden comprar algunos de sus títulos y también objetos de recuerdo, como una camiseta por 20 euros.
La campiña y la aristocracia inglesa de la que nos empapamos en otras series como The Crown y en libros como Lo que queda del día, de Kazuo Ishiguro, no son solo ficción. Existen y, aunque a años luz de distancia del común de los mortales, para los que no puedan permitirse una escapada a Hampshire siempre quedará Internet.
FOTO: CASTILLO DE HIGHCLEIRE