Los profesionales recomiendan «forzar» un poquito la actividad física en aquellos menores que hayan ganado peso durante el confinamiento
14 may 2020 . Actualizado a las 14:10 h.Ahora podemos pasear, hacer deporte, disfrutar del aire libre, pero no podemos olvidar que estuvimos seis semanas encerrados, sobre todo los más pequeños de la casa. Se han portado como super héroes, dando una lección a todos los adultos, aguantando como jabatos, a veces, en pisos de pocos metros cuadrados, sin poder correr, ni desfogarse, sin poder salir al recreo, sin clases de educación física, sin actividades extraescolares donde quemar toda su energía, que no es poca a ciertas edades y en algunos niños. Y todo eso se nota.
Los expertos en nutrición, que están retomando la actividad estos días, están viendo como el confinamiento nos ha dejado kilos de más a los adultos, pero también a los niños. Nada alarmante ni reversible, pero sí que pone de manifiesto la importancia de la actividad física en las etapas de crecimiento. «Hay niños que no paran en casa, pero otros que están delante de la tele, con el ordenador, con las maquinitas... Se les ha notado mucho. No estan todo el día jugando con otros niños, les ha faltado mucho esa actividad y han estado muy ansiosos también, los niños también tienen ansiedad, e iban al picoteo», explica la nutricionista Ana Golpe. Aunque hayan cogido algo de peso, no se trata de nada alarmante ni irreversible, en cuanto recuperemos la normalidad, los metabolismos también lo harán, sin embargo, los profesionales apuntan a que en estos casos es recomendable «forzar» un poquito la actividad física estos primeros días bien saliendo con patinete o con la bici. «Que vaya y vuelva con la bici o con el patinete varias veces, siempre que estén controlados por los padres, para que se muevan un poquito más sin la presión de una dieta, porque la palabra dieta en los niños no puede ser, es mejor introducir y hablar de hábitos saludables», explica Golpe.
La endocrina del Chuac Ana Prado también se muestra partidaria de que los niños se muevan en patinete o bici estos primeros días siempre que esto no se convierta en una obligación para ellos. «Si ellos quieren, y lo ven como algo positivo, es mejor. Es bueno activar el cuerpo, pero con tranquilidad, no se puede convertir en una obligación». Prado confirma que en aquellos niños que estuvieran acostumbrados a practicar deporte dos o tres días a la semana se puede notar un mayor cambio, que en aquellos que llevaban una vida más sedentaria. Es partidaria de restringir los picoteos entre horas, de controlar un poquito más la alimentación y organizar unos horarios. «Hay quien ha cocinado sano y quien no, quien ha tirado más de cómida rápida y han ganado más peso. Lo ideal ya era moverse en casa, pero ahora hay que aprovechar esa hora para dar un paseo, para moverse, para disfrutar del sol, que nos dé el aire», apunta Prado.