A Coruña ha sido el lugar elegido para albergar un espacio de mil metros cuadrados con mucho más que unas cuantas cabinas. Un auténtico centro cultural con galería de arte, barbería y zonas de descanso y ocio del que saldrás tatuado... o no
07 nov 2020 . Actualizado a las 09:54 h.Las colas en su antiguo local y el hecho de querer evitar las aglomeraciones animaron a Raúl Rodríguez a dar el paso de crecer, literalmente, y ampliar su estudio de tatuajes y piercings Calipso hasta los mil metros cuadrados en A Coruña. «Es el estudio más grande de Europa», asegura el propietario de este y otros siete negocios más en el país, tres de ellos en Vigo, O Barco de Valdeorras y Lugo. «Quería crear un centro cultural en el que el tatuaje y el piercing estuviesen incluidos, pero un espacio en el que tenga cabida gente de todas las edades, vengan o no a hacerse algo, porque aquí podrán disfrutar de muchas otras cosas», explica Raúl.
Galería de arte con pintores, escultores, fotógrafos y diseñadores coruñeses -el centro alberga una réplica del Guernica de 5 metros de largo por 2,30 de ancho, «la segunda más grande de España por detrás del cuadro original», precisa el empresario- , una barbería y zonas de descanso y de ocio que incluyen el intercambio de libros o una sala de juegos arcade son sus principales atractivos. Tres salas de espera, cuatro cabinas de tatuaje, piercing y salas de formación con separación de cinco metros entre camillas completan la oferta de servicios, al que suman el borrado de tatuajes. Unas instalaciones que cuentan con aire esterilizado por ozono y el certificado de calidad ISO 9001.
En definitiva, el objetivo es que la experiencia vaya mucho más allá de lo que implica hacerse un tatuaje o un piercing. «Tú puedes venir, disfrutar de la galería de arte, sentarte en los sofás a leer un libro, cortarte el pelo... Son espacios abiertos de ocio y la recepción está al margen, para que ya entres sin que nadie te pregunte. Y luego, claro, puedes tatuarte en la segunda planta con vistas a la ronda de Nelle», indica Raúl, que eligió A Coruña «por la aceptación de la gente, y porque es la ciudad donde más empresas enormes nacen. Galicia es una tierra buena para mostrarse al mundo».
Entre los gallegos, dice, triunfan los piercings en la nariz -entre los que destaca el septum- en la lengua y en las orejas; y en tatuajes arrasan los diseños más minimalistas. Justo lo contrario de este macrotemplo de la tinta.