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José Luis Tojo, lotero: «Me pidieron mucho el número del helicóptero que trasladó a Franco»

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XOAN A. SOLER

Hagan sus apuestas. Este año el gordo se queda en Galicia. Así lo aseguran quienes reparten esperanza. Juntamos a la tercera generación de una saga de loteros y a la savia nueva. Y los dos lo tienen claro, el premio caerá en 8, 4 o 6. ¡A por los pares!

20 dic 2020 . Actualizado a las 23:04 h.

José Luis Tojo es el lotero perfecto. Porque reparte suerte para todo el mundo menos para él. Y eso que lleva ya unos años dando alegrías. Ya su abuela y su madre repartieron millones. Pero en casa del lotero, décimo de palo. Porque como bien reconoce la tercera generación de esta saga que ha vivido de repartir ilusión, él nunca ha sido el beneficiario: «Bueno, ocho euros o así, sí. Pero nunca me han tocado más de cien euros. Nunca, nunca, nunca. Y eso que llevo jugando a los mismos números de la primitiva desde que tenía 23 años y tengo ahora 51. Y ahí estoy esperando a ver si un día me sonríe la suerte», reconoce con gracia.

Pero, aunque la suerte no haya entrado en su bolsillo, sí ha llamado a su puerta unas cuantas veces. De hecho, es una de las administraciones de Galicia que más vende. Y es fácil ver largas colas en su puerta: «Tampoco sé lo que venden los demás, porque no me lo dicen», bromea.

Su situación, en Porta Faxeira, que da acceso a la céntrica rúa do Franco y a la do Vilar, es idónea para que todo el mundo que pase por Santiago haga una paradita en su local. Pero es que, además de vender, los premios también lo avalan. Dio el gordo de Navidad en el 2007, y el segundo premio, tres años después. También dio dos cuartos y varios quintos. Se puede decir que es la versión santiaguesa de Doña Manolita.

Y anécdotas tiene para no parar. Podría estar todo el día contando. Sin ir más lejos, el año pasado empezó a recibir llamadas pidiendo el 40225. Fueron muchas y muy seguidas, concentradas en muy poco tiempo. Pero nadie le decía por qué querían ese número al que esta administración está abonado: «Hasta que una señora me dijo que era el del helicóptero que sacó a Franco del Valle de los Caídos. Y ya caí, porque tanta llamada, tan insistentemente pidiendo ese número y en tan poco tiempo ya me mosqueaba. Pero nadie me lo quería decir».

LA EMOCIÓN DEL 2007

Desde que su madre se jubiló y él tomó las riendas de esta administración tan conocida, recuerda con gran cariño una fecha: El 22 de diciembre del 2007. Fue cuando dio el gordo: «Eso fue muy emocionante», reconoce este santiagués que se sintió abrumado por la repercusión de este premio: «Dimos seis primeros de la primitiva, uno hace poco, pero el de la lotería es el que siempre tiene más repercusión».

Sobre si pudieron ponerles cara a todos los agraciados en ese momento reconoce que solo a algunos: «Supimos de gente que le había tocado», pero no fue en el momento: «Cuando el tema baja un poco, ya te comentan. Pero a lo mejor pasa un año o incluso más. Ese primer premio de Navidad se fue a Zaragoza, a Sevilla, y no me acuerdo a qué otro sitio también. Pues la gente de Sevilla vino y el de Zaragoza trajo unos pasteles. Pero te hablo de un par de años después. Es muy difícil que te toque y que te lo digan en el momento. Yo tampoco lo haría».

También se acuerda de un señor al que le tocó la lotería y que les dio 20.000 pesetas de la época: «Ya han pasado muchos años, pero entonces era una cantidad muy bonita. Podían ser unos 500 o 600 euros de ahora». De la retahíla de premios de Navidad, el que todavía no ha dado es el tercero. Pero no le importa, insiste en quiere volver a dar el gordo: «Estamos en un año que acaba en cero, y el año pasado el primer premio acabó en cero. Mi apuesta es que acaba en 8. Es un número que me gusta. Tenemos un abonado que termina en 8 que da bastante suerte, es el que más premios hemos repartido con él. Y es un número que me gusta. Entonces como el año pasado acabó en cero, yo digo que este año termina en ocho», explica José Luis que reconoce que no es nada supersticioso y que tiene la tradición de jugar siempre a los números abonados de su administración: «En este sorteo aún junto décimos. Por ejemplo, los abonados de la casa los juego todos. Los que tenemos enteros. Son cinco o seis números que tenemos de toda la vida. Si me quedo con un décimo de todos los números que tengo... ¡mi madre! Me arruino», confiesa.

EN VIGO

Y de una saga de loteros a una nueva generación en esto de repartir alegría. La sonrisa en la céntrica plaza Compostela, de Vigo, la pone Ramiro López, que está al frente de la administración de lotería La Alameda. Hace dos años que apostó todo a la lotería y, para él, el resultado es más que satisfactorio, a pesar de que el año está siendo raro para todos. De ahí que lo que más le pida la gente sea el 02021. Por eso de pasar página y empezar el año con unos miles de euros en el bolsillo: «Me lo piden de toda España. Llaman por teléfono preguntando por ese número. La gente tiene todas sus esperanzas puestas en el año que viene», explica tras el mostrador mientras dice que lleva abonado desde el 2019 y que ya le quedan pocos décimos por vender.

 

M.MORALEJO

VOLVER A LA NORMALIDAD

Al nuevo año le pide pocas cosas, pero esenciales: «Trabajo, dar muchos premios y que haya mucha salud». Y una petición especial: «Que volvamos a la normalidad. Que los viejiños que antes venían todas las semanas vuelvan. Porque ahora viene el hijo en su lugar o cosas así. Que se normalice todo». Un deseo que todos compartimos. Por eso, quizás en este año, la esperanza y la ilusión es más importante. Y Ramiro, que aún no se ha decidido por ningún número, tiene clara su apuesta: «Creo que va a acabar en par. En cero no, que ya cayó el año pasado, me voy más al cuatro o al seis». Además de estar convencido de que el gordo se queda en Vigo: «En la plaza Compostela», bromea. Así que hagan sus apuestas. Saldremos de dudas dentro de unos días.