Orozco se viste en Vigo: «Tengo alma de gallego. No podré irme de aquí nunca»

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Oscar Vázquez

Su pasión por Galicia lo ha llevado a descubrir las creaciones de la viguesa Patricia Ferreira, que se ha convertido en su diseñadora de cabecera. Todas las prendas que luce siempre son de ella

30 ene 2021 . Actualizado a las 09:22 h.

Vamos a hacerle un traje a Antonio Orozco. Uno de esos en los que no hay puntada sin hilo. Hilvanando los trozos de tela está Patricia Ferreira (Mekkdes), una jovencísima diseñadora viguesa que se ha convertido en la marca de referencia del cantante catalán. Porque Orozco lleva por dentro mucha más entretela gallega de lo que parece. Más bien diría que tiene bordada la palabra Galicia en su alma. Y ya habla como si hubiera nacido en las Rías Baixas: «Lo de Galicia Calidade es absolutamente cierto», dice nada más llegar a la espectacular nave que Patricia Ferreira tiene en Mos (Vigo) y que nos ha abierto solo para nosotros.

Es un día soleado y la luz se cuela por los grandes ventanales que tiene esta diseñadora en su centro de operaciones. Allí no falta la gran mesa de corte, sus tijeras y un sinfín de adornos perfectamente organizados en sus cajas y colocados estratégicamente en el mueble que ocupa toda la pared y que sirven para hacer realidad sus creaciones. Al fondo se encuentra el taller y una zona reservada para apilar los rollos de tela. Allí los trabajadores miman las prendas hasta el último detalle: «Mira este lugar, es pura inspiración. Cada vez que tengo un proyecto vengo aquí a vestirme. Si ella tuviese que cantar una canción o interpretar algo que yo escribiese, tendría que venir a mi estudio. No la puedes sacar de su espacio, aquí es donde pasa todo, por eso hay que venir. Además, no me cuesta nada. Siempre es inspirador ir a la casa de una artista», dice Antonio, que reconoce que se fía con los ojos cerrados de lo que le propone Ferreira. También confiesa que no es nada presumido: «Mi padre me educó en la humildad y hay demasiadas cosas de mí mismo en las que no confío. Necesito ayuda de los profesionales que saben. En este caso, en el tema de la ropa ella me ayuda mucho», asegura.

Antonio lleva puesta su prenda fetiche. Una camiseta negra con el logo de Mekkdes en la manga: «Fue la primera camiseta que tuve de la marca. No soy supersticioso, pero cada año que pasa soy un poquito más. Y cuando tengo cosas muy importantes que hacer llevo calcetines de rayas y esta camiseta. Me da mucha suerte», confiesa.

Oscar Vázquez

Patricia, que a pesar de su juventud tiene mucha costuras a sus espaldas, se ha convertido en la diseñadora de cabecera de Orozco. Y aunque también viste a otros muchos artistas, reconoce que Antonio es el que más: «Tiene el monopolio absoluto», bromea. El cantante luce sus creaciones en todas sus intervenciones públicas. Tanto es así, que vistió de Mekkdes en todos los programas de La Voz, salvo en la gala final por una cuestión de etiqueta. Y también llevará Mekkdes en la gira de Aviónica, su último disco que tantas alegrías le está dando. Ahora está metido de lleno en la promoción de Entre sobras y sobras me faltas, ese gran tema que le cantó en pijama a un amigo suyo por vez primera en la habitación 619 del hotel Ilunion de Madrid y se dio cuenta de que había pasado algo importante: «Lo más maravilloso de un diseñador es que sea capaz de que te sientas bien y te veas bien. Ella encontró la fórmula de que yo estuviera cómodo. Para mí ha sido un bálsamo porque yo no sé de moda. Es evidente. Por eso la elegí a ella, en cuanto empecé a descubrir la ropa que tenía. Seguramente la casualidad nos mete en el mismo sitio porque tenemos conocidos y gente en común, que también trabaja con ella. Y de repente, por eso nos cruzamos», explica Orozco. Mientras, Patricia aclara que fue a través de Pablo López, que también luce sus prendas: «Ver que alguien apuesta por mis diseños como lo hace Antonio, me parece brutal. Él representa la esencia de Mekkdes, que es esa actitud por encima de una edad. Mi abuela, por ejemplo, era mi máxima fan y todo lo que lanzábamos se lo ponía. Pero lo de Orozco es un puntazo porque siempre va vestido de la marca», reconoce.

UN CONCIERTO

Fue una casualidad que Antonio descubriera la ropa de Patricia: «Yo venía de ver un concierto y veo a alguien con una chaqueta tejana que me encantó y le pregunto: ‘Oye, perdona, ¿esta chaqueta de dónde sale y esta marca cuál es?'. No tenía ni idea de que la diseñaba ella. Y entonces se presentó, me dijo que era una diseñadora gallega. Empecé a investigar y un día me dirigí a ella y le dije: ‘No sé cómo lo ves, pero me flipa la ropa que estás haciendo para hombre'. Y ahí nace todo».

Oscar Vázquez

Ahora Antonio ya tiene una excusa más para venir a Galicia, esta tierra que ha sido todo un descubrimiento para él: «Muchísima gente tiene que descubrir Galicia. A mí me parece un lugar incomparable y por encima de todos los adjetivos, Galicia es hospitalidad. Me parece de otro planeta. Soy músico y conozco Galicia desde hace mucho. De cuando ya hacía conciertos en A Coruña y Vigo y me acuerdo de La Salamandra y de los sitios en los que tocaba cuando yo empezaba, que eran muy chiquititos. Descubro Galicia por el trabajo, pero se ha convertido en mi modo de vida. De ahí me conecto con el mar y el mar ha cambiado mi vida. Entonces la historia de este marinero empieza en Punta Lagoa (Vigo), ahí es donde empieza». Y reconoce que ya nunca podrá irse: «Ya tengo alma de gallego. Llegué aquí y no podré irme nunca más. Hay pocos sitios en el mundo como Galicia. Es mi lugar favorito. Es incomparable. Y te lo dice alguien que lleva 23 años viajando».

Porque cuando Antonio surca la ría de Vigo en su velero hay algo muy dentro de él que lo reconforta: «Lo que hay en esta ría es bastante difícil de explicar. No solo es navegar, es descubrirla, las mareas, entender el sistema de todo, es descomunal. Pero desde las playas que encuentras que parece que estás, no sé, ¡en qué lugar del Caribe!... A las islas Cíes. ¿Perdona? Pero eso es patrimonio de la humanidad».

¿Y cuál es su playa gallega favorita?Antonio no tiene duda: «Barra (Cangas). Alguien me habrá visto allí. Pero yo desnudo gano mucho [se ríe a carcajadas]. Y ya sabes que en Barra el tamaño no importa porque cuando te metes en el agua todo es pequeño, de lo fría que está [otra explosión de risas compartida]. Con mi hijo también hemos descubierto Patos y ya se ha convertido en un lugar de referencia. Él va allí con su tabla».

Pero además de alimentar la vista, Orozco también disfruta de los sabores de esta tierra. «No sería justo si tuviera que elegir un plato. El marisco obviamente es incomparable, pero creo que a la carne gallega hay que hacerle un monumento. Hay muy pocos sitios en los que se pueda comer algo tan rico».

Vamos, que solo le falta decir que los del tiempo siempre dicen que en Galicia llueve: «Me parece un topicazo. Las últimas veces que he venido nunca ha llovido. Y no voy a decir que no llueva, pero creo que esta ría tiene un microclima brutal». Salta a la vista, el traje de Galicia a Orozco le sienta como un guante. Está guapísimo.