Mamen García, experta en adopción internacional: «Es necesario tener una habitación para cada niño que quieras adoptar»

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ANGEL MANSO

Asegura que «cada vez es más difícil acoger a niños de 0-3 años sanos», lo que puede alargar los tiempos de espera, que de media se pueden prolongar hasta seis años

29 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuestro país sigue siendo líder, junto a Estados Unidos, en la adopción internacional. Desde hace unos años, una vez que las familias reciben la idoneidad, pasan a una base estatal, que tramita de una manera más ecuánime los expedientes que España gestiona al año para cada país. «Las que acudan ahora quizás tengan más suerte que las de hace cuatro o cinco, porque ha descendido un poquito», señala Mamen García, directora y abogada de Adecop y Piao, dos Organismos Acreditados para la Adopción, que constituyen, junto a la Administración, las dos vías posibles para iniciar los trámites en el país de origen del niño a adoptar.

-¿Es un quebradero de cabeza?

-Lleva siéndolo años. La adopción internacional no es tan antigua, como mecanismo de protección a la infancia se regula en el Convenio de La Haya de 1993. A partir de ahí nacen las ECAI para con su intermediación evitar situaciones fraudulentas, sustracciones de menores, comercialización con los niños... puesto que antes de 1993, las adopciones no estaban legisladas ni regladas. ¿Por qué digo que es un dolor de muelas? Porque cuando todo esto comienza los procesos resultaban sencillos, había un gran volumen de solicitudes casi paralelo a una gran cantidad de niños que necesitaban una familia. A medida que van pasando los años, las cosas se van complicando, principalmente para los niños y niñas que esperan ser adoptados y poder crecer en el seno de una familia.

-¿Por qué?

-Por un lado, los programas de control de natalidad van funcionando, el número de niños que entran en el sistema de protección va siendo cada vez menor, los proyectos de cooperación están dando sus frutos, además, la situación económica de algunos países, como China o Colombia, repuntó y las familias pudieron hacer otro tipo de vida, y como pasa en Europa, se tienen menos hijos o más tarde. En otros casos, son motivos meramente políticos y burocráticos, tristemente. En Rusia, gran parte de la Duma es contraria a la adopción internacional, y esto complica los procedimientos. En China, la ley de hijo único y el aborto selectivo le ha provocado al país un problema: hay más población masculina que femenina; por este motivo a día de hoy, esta ley se ha derogado, y en el campo ahora se pueden tener tres o cuatro hijos y en la ciudad dos. Pero lo que más duele son las decisiones políticas, esa burocracia que hace que los procesos se eternicen demasiado en el tiempo. A veces, también se alargan porque los ofrecimientos de las familias son muy estancos, es decir, la mayoría quiere adoptar a un niño de 0-3 años sano, y esto cada vez es más difícil, no imposible, pero sí difícil. También influye lo que entiende cada familia por niño sano. Por ejemplo, para algunas, un niño con VIH ya no es sano, y para otras, se puede desarrollar perfectamente. Evidentemente tiene una patología infectocontagiosa, pero tratable en nuestro país.

-¿La ilusión y la paciencia hay que tenerlas a partes iguales?

-Sí. Si vamos flaqueando en cuanto a la ilusión y vamos perdiendo la paciencia, probablemente, llevemos un proceso horrible, en el que en vez de estar totalmente receptivos a la maternidad/paternidad, lo que haremos será recibirlos estresados, enfadados, angustiados. Es muy importante que haya ilusión y paciencia, lo cual es muy difícil de mantener cuando los procesos se alargan mucho.

-¿De qué depende el tiempo de espera?

-De varios factores: del volumen de solicitudes que pueda haber en el país pendiente de ser tramitado, de la expectativa de la familia... No es lo mismo una familia que se ofrece para un menor de 0-3 sano, que otra que tiene un rango más amplio y acepta patologías.

-¿Todos quieren menores de 3 años?

-La mayoría sí. Lo que justifican es que quieren vivir las máximas etapas en el niño. Yo lo entiendo muy bien, pero a veces las familias tienen que situarse: la edad que tienen, debe ir acorde con la edad del niño. Esto lo marca la propia legislación, pero a veces se resisten. Alguien de 50 años, no puede estar pensando en un niño de 0-3 años, porque no tiene que pensar en que ahora tiene mucha vitalidad, energía... Cuando tenga 15, una edad complicada, porque la adolescencia es así, sobre todo en los niños adoptados, que se plantean muchos enigmas en cuanto a su identidad y pertenencia, y el trauma por abandono los acompaña, algo que hay que tener muy en cuenta, va a tener 65. Hay que mirarlo con perspectiva. Y esa paciencia e ilusión hay que mantenerla también durante la crianza, y cuanto mayores somos, más tendemos a perderla.

-¿Cuánto se dilata el proceso?

-Depende, hay familias que han concluido sus expedientes en un año, porque su ofrecimiento es para niños de 7, por ejemplo o aceptan patologías. Hay otras que con niños de 0-3 años han tramitado en dos o menos. Los tiempos de espera hay que contarlos desde que se envía el expediente, todo lo previo no cuenta. Puede ser desde un año hasta seis, en función de la expectativa y el país elegido.

-¿La pandemia ha afectado?

-No, los procesos siguen su curso, los países han seguido gestionando, igual que el nuestro. En España se han ralentizado procesos: judiciales, administrativos, médicos, pues lo mismo en otros países. Muchas veces decimos: «Son niños, hay que darles prioridad». Por supuesto, pero es que en una pandemia prima la salud. Los viajes de adopción sí que se han visto afectados, son más escalonados y cumpliendo protocolos sanitarios.

-¿Cuáles son los requisitos?

-Ser mayor de 25 años, tener al menos 14 más que el adoptado y haber sido declarado idóneo para el ejercicio de la patria potestad. Este certificado nos lo van a conceder si cumplimos estos requisitos, y además, si la familia bien sea monoparental o biparental tiene un estado de salud que no sea incapacitante, que nos permita el cuidado y la crianza de un hijo; tiene capacidad económica para incorporar a un nuevo miembro a la familia; tiene estabilidad emocional; laboral; tenemos una residencia donde vivir... No necesariamente tiene que ser en propiedad, basta con que tengamos una casa que cumpla las condiciones de salubridad y que tenga una habitación para cada uno de los niños. Si somos un matrimonio y vamos a adoptar un niño, tenemos que tener dos habitaciones.

-¿No vale que duerman juntos?

-No nos van a dar la idoneidad de dos niños si solamente tenemos una habitación para ellos. Es necesario una para cada uno. Claro que si hablamos de una familia que va a adoptar a cuatro hermanos juntos, ahí hay una cierta flexibilidad, porque a ver quién tiene una casa de 5 dormitorios. Por norma general, para uno o dos menores siempre tiene que haber una habitación para cada uno.

-¿Hay preferencias en cuanto a países?

-A ninguna familia debería importarle la procedencia del niño, si estamos abiertos a la adopción internacional. Las familias valoran los tiempos de espera fundamentalmente, y que puedan optar a la adopción. Si no cumples los requisitos de China, tienes que descartarlo, o si quieres un perfil muy concreto, igual no puedes optar a Colombia, porque ahora mismo no acepta solicitudes por debajo de los 6 años.

-¿Cuáles son los países más ágiles?

-Ahora mismo Vietnam es el país que mejor está funcionando, también Bulgaria es muy colaborador. Esto no quiere decir que el resto no. Todos los países lo hacen muy bien dentro de sus recursos, luego en función de la expectativa de la familia, será más corto el proceso.

-¿Hay muchas solicitudes que se paralizan por el camino?

-No muchas, pero sí alguna.

-¿Quién las paraliza: la familia o la Administración?

-Normalmente es la familia, y si no lo hace es la Administración porque debería haberlo hecho la familia. Es decir, si una solicitante se queda embarazada tiene que paralizar su proceso, no puede estar esperando la llegada de un niño, estando embarazada de otro, es antinatural. Si tiene una adopción nacional también...

-Pero igual cuando llegue el niño, el biológico tiene 2 años, y sí que es natural.

-Se paraliza durante un tiempo, no se cierra. Como no sabes cuándo llega, si no lo paralizas correrías el riesgo de que llegara la asignación, y a quien perjudicas es al niño asignado, porque no puede ir a esa familia. Todo requiere sus tiempos, igual que no se puede estar en un proceso de fecundación in vitro a la vez. O nos centramos en una cosa o en otra. Está psicológicamente probado que si nos centramos en varias a la vez, no atendemos a ninguna.

-¿Y hay familias que paralizan porque se cansan de esperar?

-Sí, esto también ha sucedido. No pueden más, no pueden seguir esperando porque les perjudica, no les deja avanzar y tienen que cerrarlo.

-¿Y la edad puede ir en contra?

-La idoneidad hay que renovarla cada 3 años, con lo cual a medida que pasan los años, va cambiando. Si con 44 años, tenemos idoneidad de 0-3 años, con 47, va a ser de 2-4.

-¿España sigue siendo uno de los países que más adopciones internacionales realiza?

-Seguimos siendo, con EE.?UU., el país que más adopción internacional realiza. En estos momentos el número de solicitudes no es muy grande, las familias que acudan ahora a la adopción quizás tengan más suerte que las de hace cuatro o cinco años, porque ha descendido un poquito.

-¿En qué momento de todo el proceso aparece el dinero? ¿O no aparece?

-No. Si yo voy a una fuente limpia, legal, donde me van a asesorar, como somos los organismos acreditados, a mí el dinero que me van a pedir, por decirlo vulgarmente, está aprobado, se destina para los trámites y se informa a la familia desde el primer momento. De ese contrato de intermediación que se firma no se va a salir. ¿Que te salen más caros los billetes de avión? Yo no mando en las aerolíneas, ni en el combustible... Hay determinadas cantidades que son las que son, si me van a pedir dinero aparte es que me he metido en terreno farragoso. Hay que tener paciencia y hacerlo bien, porque el día de mañana el hijo que adoptemos, el hombre y la mujer que vayamos a criar, va a tener preguntas.

-¿Es habitual que recibas llamadas de niños que en su día ayudaste a tramitar preguntándote por sus orígenes?

-Sí, esto está pasando, porque los niños van creciendo, van adquiriendo la mayoría de edad. Ya se han tramitado algunas búsquedas de orígenes, porque lo que más les interesa, más que encontrar a sus padres biológicos, es encontrar a sus hermanos, si los tienen. Y esto es así porque no han podido perdonar a sus padres biológicos, y aquí vuelve a entrar en juego el trauma por abandono. Los padres adoptivos tenemos la obligación de ayudar y acompañar a nuestros hijos adoptados en ese camino hacia el conocimiento de quiénes son y adónde pertenecen.