Su «A un paso de la Luna» fue la canción del verano en el 2020. Y todo hace prever que este año repetirán éxito con «Un beso de improviso», que ya es la canción más escuchada en España esta semana
25 jun 2021 . Actualizado a las 05:05 h.Ana Mena y Rocco Hunt fueron la pareja musical del verano del 2020 y no hace falta tener grandes dotes de adivinación para aventurar que lo serán también de este 2021. Con más motivos incluso, porque Un beso de improviso, el tema cuya versión en español estrenaron hace dos semanas, es aún más pegadizo y bailable que aquel A un paso de la Luna que los consagró el pasado año. Tanto la propia canción como el vídeo que la promocionan destilan buenrollismo, desenfado veraniego y complicidad. Y es que, precisamente, quizá ahí, en ese feeling palpitante que transmiten la malagueña y el italiano, radique buena parte de su fulgurante éxito. La canción ya se ha convertido en el tema más escuchado en España en varias plataformas. Sonará fuerte en Sanxenxo el 11 de julio en el ciclo de conciertos Os Sons do Mar.
—Hay una serie de elementos que, cada año, más allá del dictado del calendario, delatan la llegada del verano. ¿Habrá ahora que añadir también la aparición de la canción de Ana Mena y Rocco Hunt?
Ana Mena. Ojalá. Lo de la canción del verano es algo que en Italia se sigue manteniendo muy vivo. Allí todos los artistas se preparan para intentar conseguirlo y hay mucha expectación por ver que saca cada uno. Aquí, en España, se había perdido un poco, pero es una tradición bonita. Aunque nosotros, en verdad, lo que hacemos son canciones para todo el año, no solo para el verano.
Rocco Hunt. Es cierto, nuestras canciones se pueden bailar en cualquier momento del año, pero está claro que el verano es un momento de más alegría, de más positividad. Y ese es, precisamente, el mensaje que pretendemos trasladar.
—Y lo hacéis, principalmente desde el vídeo, desbordando ritmo, luminosidad y colorido.
R.H. Sí, Un beso de imprevisto es más rápida, tiene más ritmo y es más bailable que A un paso de la Luna. Con ello esperamos proporcionarle al menos un rato de felicidad a toda la gente que la escuche.
—La letra ya incluye guiños a vuestra relación musical como ese «el viento del verano te trae de vuelta aquí».
A.M. Sí, eso estaba pensado. Es que al final, al margen de todo lo que ha pasado con A un paso de la Luna, Rocco y yo tenemos muy buena energía. Nos hemos hecho muy colegas, nos gusta compartir música y compartir momentos. Lo disfrutamos un montón y por eso repetimos.
—¿Cuándo escribiste esta canción?
R.H. El pasado invierno.
—¿Y ya la escribiste pensando en cantarla con Ana?
R.H. Claramente. Antes de A un paso de la Luna yo ya sabía que Ana y yo teníamos que hacer por lo menos dos canciones juntos. Y esta letra es como un juego entre nosotros pero que se puede identificar también con cualquier historia de amor que viva cualquier pareja.
—Es evidente que entre vosotros existe una complicidad y una sintonía que no siempre está presente en las colaboraciones que se realizan entre artistas. Hay ocasiones en las que los músicos ni siquiera se ven físicamente a pesar de editar juntos una canción.
A.M. Si el otro artista vive muy lejos, y sobre todo en tiempos de pandemia, es normal que a veces se tenga que hacer así. Pero siempre es mucho más especial, y creo que se nota, cuando hay ese feeling, cuando vamos a grabar juntos al estudio, cuando compartimos momentos.
—Habéis grabado también una versión en italiano. ¿Qué tal se defiende Ana con el idioma?
R.H. Lo habla mejor que yo (se ríe).
A.M. No, para nada, pero sí que es cierto que me desenvuelvo bastante bien. Siempre me ha parecido un idioma muy sexy, muy sensual.
R.H. Mucha gente en Italia cree que Ana es italiana y me preguntan de qué ciudad es. De hecho allí la llaman Anna, con doble ene.
—Otra aportación interesante de vuestra colaboración es esa italianización de los ritmos latinos. Creo que estamos llegando ya a un punto de saturación de esos ritmos repetitivos del reguetón, de los mismos acentos, de las mismas letras... Vosotros le aportáis frescura al género.
A.M. Completamente de acuerdo. Nosotros estamos muy orgullosos porque creo que hemos conseguido un sonido y una personalidad propia. Y eso, en este tiempo, en el que es verdad que muchas cosas suenan igual, se agradece mucho. A mí me pasa, de hecho. Yo ya escucho otras cosas cuando creo mis listas. Porque pones la de Novedades del viernes y te suena todo a lo mismo de antes.
—Hace años arrasó en España el italodance. ¿Se podría decir que vosotros habéis inventado el italoreguetón?
R.H. No creo que nuestras canciones sean reguetón. Son una mezcla entre pop italiano, algo de rap y ritmos latinos. Sobre todo bachata... Lo llamaré «bachetón» (se ríe).
—¿Cuál es vuestra canción del verano preferida?
R.H. Para mí fue Roma-Bangkok, una canción de Baby K y Giusy Ferreri, de la que yo escribí la letra en el 2015 y que fue la primera canción de, digamos, reguetón-pop-bachata que ganó el disco de diamante en Italia.
A.M. Yo recuerdo ser una niña y que me flipaba aquella de «cuando llega el calor, los chicos se enamoran...» (la canta). Yo quiero bailar, de Sonia y Selena.
«En un tiempo en el que muchas cosas suenan igual, creo que hemos conseguido un sonido propio»
—¿Qué es lo más importante que habéis aprendido uno del otro?
A.M. ¡Buah! Es que de Rocco aprendo muchas cosas y aprendo todos los días. Es un tío muy disciplinado, que todo lo tiene que tener supermedido y que hace que trabajar con él sea superfácil.
R.H. A mí me gustaría aprender a bailar como lo hace ella (se ríe). Es increíble. Para mí es algo imposible.
—¿Y qué es lo que más os gusta a uno del otro?
A.M. A mí me encanta su genialidad a la hora de escribir. Yo le he visto hacer freestyle y es increíble la agilidad y el talento que tiene. Yo lo seguía y admiraba desde hace muchos años. Lo de querer colaborar con Rocco lo llevaba persiguiendo desde hace mucho tiempo.
R.H. Ana es muy profesional. De su faceta como artista, destacaría eso. Y como persona, me gusta todo.
—Bueno, algún defectillo os veréis.
A.M. Yo creo que los dos tenemos el mismo. No somos muy puntuales.
R.H. Confía en mí, yo espero bastante más por ella que ella por mí.
—Rocco ha escrito para ti «Un beso de imprevisto». Ana, ¿te atreverás tú a escribirle una canción a él?
A.M. Claro que sí, por supuesto.
R.H. ¡Yo quiero!
A.M. ¿Tú quieres? Pues la haremos. No sé para cuando, pero sí, aquí mismo queda comprometido que le escribiré una canción a Rocco.