La ruta más fresca es la que ofrecen estos cuatro establecimientos. Estilo, bebidas de tendencia y una oferta gastronómica innovadora son los ingredientes que valoran los jóvenes
29 sep 2021 . Actualizado a las 11:58 h.Una carta modernizada, una decoración cuidada y una buena ubicación. Ese es el tridente que comparten estos cuatro locales gallegos elegidos por los clientes más jóvenes. La terraza es otro de los aspectos más valorados, pero también la música en vivo y la variedad de opciones en la carta, bien sea de plato, de tapas o de pinchos. Las recetas importadas, las propuestas vegetarianas y las propuestas gastronómicas más innovadoras son muy bien recibidas entre un público que cada vez demanda proyectos más cuidados. Brunch y meriendas espectaculares, los cócteles más originales y las nuevas tendencias en cerveza encontrarás en este recorrido que, en algún caso, incluye hasta una oferta cultural. Los jóvenes saben lo que se hacen, y a la vista está, que los hosteleros gallegos también.
Una ventana a Santiago
La ruta empieza en pleno casco histórico de Santiago. Allí se encuentra A Carrilana, uno de los locales que más ha atrapado a los jóvenes en la ciudad compostelana. Su arquitectura mantiene parte de la de la estación de carruajes que precedió, hace décadas, al establecimiento, por eso cuenta con unos enormes ventanales que hoy juegan una gran baza diferencial con respecto a otros establecimientos. Para Natalia Devesa, la propietaria, son sin duda uno de los puntos fuertes, independientemente de cuál sea la meteorología: «El interior tiene mucho encanto, incluso en un día de lluvia, porque a través de las ventanas puedes ver todo lo de fuera», comenta. Y es que la decoración es una de las cosas que más destacan de A Carrilana: «Queríamos el concepto de un bar que funcionase todo el día.
Para eso, le dimos más luz y mucha decoración natural, para poder funcionar como cafetería, pero a la vez, dando unos cambios por la noche y que también sea agradable para tomar una copa», relata Devesa. La célebre terraza hace gala de ese gusto por los detalles, y está repleta de plantas y velas, tratando de trasladar la estética del interior a ese espacio. Pero su oferta no se queda atrás. Tienen una carta de brunch y otra de meriendas, en las que sorprende que haya opciones para todo tipo de clientes, especialmente para vegetarianos y veganos, que muchas veces son los grandes olvidados de los locales. Todo esto ha logrado encandilar a la guía Repsol, que hace tan solo un mes le otorgó un solete, galardón que se concede a locales reconocidos por su encanto, buen trato al cliente, y por su relación calidad-precio. Así es A Carrilana, un establecimiento detallista, versátil y con especial interés en satisfacer a la gente, algo que «a lo mejor en la hostelería estaba un poco olvidado», apuntan con acierto.
Cultura y cerveza en Lugo
Próxima parada, Lugo. Desde hace unos meses ocupa el sitio de la mítica cafetería Nevada, aunque su historia comenzó en el 2013 cuando Álex Losada creó Ho! Gruf, un local que mezcla una buena oferta en cervezas de bodega con iniciativas culturales para crear un ambiente en el que cualquiera se sienta como en casa. «Quería que fuera más allá de un proyecto de hostelería», explica el gerente del establecimiento. Para ello, con la experiencia de Álex como gestor cultural, incorporó al local distintas actividades de este tipo, como exposiciones, conciertos, presentaciones de libros o colaboraciones con colectivos artísticos de la ciudad. «Hay que tener una alternativa cultural, y nosotros lo hicimos así para que conviviera con el concepto del bar. Nos gusta la idea, confiamos en ella, y a la gente le está encantando», cuenta. Cabe destacar que es el primer local gallego dentro del programa Son Estrella Galicia que ofrece conciertos gratuitos a pie de calle, dando la oportunidad a los lucenses de ver en él a artistas nacionales e internacionales.
Esta oferta ha llamado la atención de los jóvenes, que suelen ocupar la terraza del local en las últimas horas de la tarde, a pesar de que ahora las actividades están en pausa, a la espera de poder recuperarlas «en cuanto la situación lo permita, no sé si como antes, pero lo más parecido posible», afirma Álex. Otro de los platos fuertes del Ho! Gruf es su cervecería: «Tenemos varias cervezas de bodega, y estamos intentando introducir el formato de growler -llevarse la cerveza de bodega embotellada para casa-. Estamos en constante evolución y atentos a las tendencias que surgen».
El local está situado en la plaza do Campo Castelo, una zona popular para ir de bares, por lo que el ambiente suele ser animado ya sea para tomar un vino o un vermú antes de comer, o bien para la primera copa de la noche. Álex destaca que, aunque cuenta con una gran aceptación entre los jóvenes, sus clientes son de todas las edades: «Por la tarde y por la noche solemos tener a un público más joven, pero contamos con un abanico amplio. También nos visita gente de 50 años que se viene siempre a tomar un vino antes de comer y se van mezclando con la chavalada. Eso es lo que buscamos, no tener un target cerrado, y la convivencia es estupenda». ¿Te animas a probarlo?
Experimentar en Tamarindo
La praza Maior de la capital ourensana es un referente para el terraceo pero, a la hora de escoger mesa, muchos jóvenes apuestan por Tamarindo, un local dirigido por el arquitecto Rubén Gil —él mismo lo diseñó— y ubicado en un edificio histórico, que ya se ha colado en las rutinas de los que aún no han cumplido los 30. «En Tamarindo se trabaja una amplia oferta de productos de calidad, y nos gusta marcar un toque diferenciador a la hora de presentar cada producto», explica Brais, jefe de turno del Patio Bar de este local, que aporta así una de las razones por las que este sitio gusta. «Por las tardes la gente más joven se acerca a tomar refrescos, cervezas o incluso los primeros cócteles de la semana», añade Brais. «Tenemos clientela fija y grupos que no fallan, fieles a lo que ofrecemos... y ojalá sigan con nosotros muchos años más», desea el profesional.
Las tardes son siempre momentos de mucha gente en este local, mientras que el fin de semana, tanto sábado como domingo, el ambiente se concentra en la hora del vermú. «Para esos momentos los clientes prefieren disfrutar de alguno de los muchos productos que ofrecemos ideales para este horario», afirma el profesional. ¿Y qué es lo que más se consume? Lo tiene claro: los más jóvenes experimentan con Povarelo, Izaguirre o, el favorito de todos, Petroni. Pero en Tamarindo no solo se puede beber, y ese es otro de los puntos fuerte del local. La Casa Cocina es un restaurante con una clara orientación atlántica, que se arma a partir de producto de proximidad, buscando en ocasiones la fusión con otras cocinas del mundo, como la sudamericana.
«De cara al fin de semana se plantea un ambiente muy desenfadado que se compagina con un servicio de cenas, tanto en Casa Cocina como en terraza», asegura Brais. Y todo ello aderezado con un ambiente musical pensado para cada momento, como todo en este local, en el que nada se deja al azar. Tamarindo tiene un pinchadiscos residente, Jorge Diéguez, que se ocupa de trazar la línea de la música que se escucha en todo el espacio, pero también de buscar los colaboradores y de programar eventos musicales a lo largo de todo el año. Deep house, funk y soulful son los ritmos preferidos.
El antídoto del pez
Seguimos la ruta hasta El pez que fuma, en A Coruña. Un bar pequeño, pero acogedor, muy bien ubicado en el centro de la ciudad, en la calle Travesía. La parra que tiene fuera lo distingue, y le atribuye cierto encanto. Y con solo llegar al local, enseguida te atrapa el buen ambiente que invita a disfrutar de una buena copa o de sus variadas ofertas gastronómicas. «La estética es muy bonita, los mojitos son espectaculares y el trato allí es maravilloso», cuenta la joven Virginia Bayona. Además, «las tapas y pinchos son superelaborados y están riquísimos», agrega. Sus dueños, Alejandra Fariña y José Antonio Calvo, hace más de un año decidieron continuar la historia de uno de «los sitios selectos de copas de la ciudad», que abrió sus puertas en 1978 en la plaza de Vigo, regentado por el padre de Alejandra. Tienen una oferta muy amplia, desde tapas, raciones, postres, cafés, y coctelería clásica. «La relación calidad-precio es muy buena, y a eso le sumo el buen rollito del lugar», dice otra clienta, Florencia Coplan. Esta pareja de jóvenes emprendedores apuesta por lo diferente. «Por eso ofrecemos versiones de recetas extranjeras. Elaboramos el pollo guacamole marinado en cheddar con teriyaki, que es nuestro plato estrella, —destaca Alejandra—. También preparamos wrap de salmón ahumado, las hamburguesiñas al chilly dulce, y siempre tenemos algún tartar o tiradito de pescado», concluye. Pero eso no quita «que tengamos los platos de toda la vida, —asegura José—. Entre ellos, la ensaladilla rusa, el salpicón, o la típica tortilla de patata, que también la hacemos con chorizo, y vuela», asegura. Y de la coctelería, continúa él, «tenemos el mojito clásico, la versión gallega con licor de hierbas, el de frutos rojos, y ahora, el de la uva de la parra», apunta José. También sorprenden los chupitos, el de fuego y el antídoto del pez. Este último es uno doble. «Primero, te tomas un chupito de tequila y luego el antídoto, que te anula el sabor fuerte del trago y la gente se queda alucinada con eso», —asegura José—. «Todos quieren saber qué lleva el antídoto, pero es secreto», zanja Alejandra. Pronto, «anunciaremos El Pezdate, un espacio para las personas que deseen conocerse mediante una cita, y que podrán acceder a las cenas que ofrecemos con una reserva». Así que atentos.