Twin Melody, las gemelas que triunfan en «El Hormiguero»: «La fe católica nos hace felices, y por eso la compartimos»

Hoy tendrán el corazón partío. «Por un lado queremos que gane España», comentan en referencia a Eurovisión. Pero es que acaban de publicar una canción junto a Emma Muscat, la representante de Malta en el festival. «Así que también le deseamos lo mejor», confiesan estas dos gemelas guipuzcoanas que no contentas con ser las tiktokers más famosas e influyentes del país, ahora ponen también sus credenciales encima de la mesa de la industria musical. La charla es a través de Zoom. Misma ropa, mismo peinado. Eso sí, Paula lleva un collar para que la pueda identificar. Aun así convenimos recoger sus declaraciones como una única voz.

—Ya os adelanto que yo no tengo TikTok. ¿Tenéis algo que decir?

—Que te pierdes una aplicación muy divertida y muy adictiva. Y que nunca es tarde. Seguro que cuando acabemos la entrevista te lo descargas (se ríen).

—¿Por qué es tan adictiva?

—Porque siempre piensas: «Seguro que después de este vídeo viene otro que me va a sorprender». Y como son tan cortos, sigues y sigues. Nunca terminas.

—¿Cuántas horas os pasáis al día en las redes?

—Tres o cuatro horas, mínimo. Pero es que es parte de nuestro trabajo. Tú trabajas delante de un ordenador y nosotras con el móvil. Viene a ser lo mismo.

—Leí hace unos días un artículo que decía que TikTok había cambiado las reglas de la industria musical, porque muchas producciones ya se hacen pensando en que se puedan coreografiar y bailar en esa red.

—Totalmente. Hay muchísimas canciones que ha sido TikTok quien las ha puesto de moda. Y no necesariamente son canciones actuales. Hoy en día, en muchos casos, las radios van por detrás de TikTok.

—Con 17,5 millones de seguidores, ¿vosotras podríais poner de moda una canción?

—No lo sabemos. Tampoco lo hemos probado. Sí que sentimos la responsabilidad de saber que hay toda esa gente detrás de lo que hacemos. Pero mientras usemos bien esa capacidad de influencia, no tenemos de qué preocuparnos.

—¿Os cortáis, sabiendo que tenéis toda esa gente detrás mirándoos?

—Todo lo contrario. Cero vergüenza. Eso sí, a veces pasamos mucho frío. Ser tiktoker no es siempre agradable, sobre todo si eres del norte (se ríen).

—¿Habéis creado algún reto propio?

—Sí, hacemos retos que se ponen de moda y otros que nos inventamos nosotras. Hemos creado, por ejemplo, el Ciao challenge, un baile de 10 o 15 segundos con nuestra nueva canción.

—¿Cuál es el reto más loco que recordáis?

—No hemos hecho cosas extremas... Una vez les dijimos a nuestros fans que decidieran lo que teníamos que ir haciendo durante el día. A cada sitio que llegábamos les planteábamos dos opciones y ellos elegían qué hacíamos.

—¿Qué cosas eligieron?

—Que fuésemos en pijama por la calle, meternos con el pijama en el mar, entrar en una tienda y pedir algo cantando, gritar en la calle la letra de una canción... Mil cosas. Fue un día divertido.

—Si os lo llegan a pedir, ¿habríais sido capaces de estar un día sin el móvil?

—Capaces, sí. Perfectamente. Sería un día de vacaciones.

—¿Todo esto es puro divertimento o hay algo más detrás?

—Hay mucho detrás. Para nosotras TikTok no es solo diversión, es nuestra herramienta de trabajo. Exige tener mucha disciplina y, como cualquier otro trabajo, ciertos sacrificios.

—¿Cómo surgió la colaboración con Emma Muscat?

—Nos empezó a seguir en Instagram, miramos su perfil y nos gustó el rollo que llevaba y las cosas que hacía. Vimos que tenía canciones superbonitas y le propusimos hacer una canción juntas y salió este Ciao. Nosotras queríamos algo veraniego, algo movidito, pero también con un mensaje de ciao a todo lo que te haga daño, a todo lo tóxico. Nos preocupa que la gente, sobre todo de nuestra edad, caiga en relaciones posesivas o enfermizas. Por eso, para llegar a ellos, le trasladamos ese mensaje con un ritmo bailable y de verano.

—En Galicia estuvimos cerca de tener unas representantes en Eurovisión.

—Sí, Tanxugueiras. Las hemos seguido y nos parecen unas chicas muy monas y con mucho talento. ¡Y además cantaban en gallego! Muy originales. Nos encantan. Pero bueno, si no han ganado este año, otro año será.

—¿Vosotras os presentaríais a Eurovisión?

—Si estamos cómodas con la canción y nos gusta el ambiente, claro que sí. Es una buena oportunidad para que nueva gente nos conozca. Porque la gente nos conoce por TikTok pero si nos presentásemos seguro que mucha gente nos conocería también como cantantes, que lo somos. Nos parece interesante. No lo descartamos.

—En vuestro ránking de prioridades, el tema de la música ¿qué puesto ocupa?

—Number one. Desde que nos levantamos y ponemos una canción para animarnos hasta la música que utilizamos como instrumento para expresarnos a través de ella... La música está en todo. En nuestro corazón. Sí que es verdad que por lo que más nos conoce la gente es por TikTok, pero es que TikTok también tiene música.

—¿Cómo os presentáis, como «tiktokeras», cantantes, «influencers»...?

—Como artistas. Porque es que hacemos de todo y tenemos intención de seguir en todo. Es que si no, nos aburrimos. Lo que tenemos claro es que la música nos acompañará siempre. Es con lo que empezamos en YouTube a los 15 años, subiendo vídeos en los que cantábamos covers.

—¿De quién? ¿Quiénes eran vuestros ídolos entonces?

—Nos encantaban One Direction, Taylor Swift, Ariana Grande, Katy Perry, Selena Gomez, Demi Lovato, Bruno Mars, Beyonce, Shakira... Muchos.

—El otro día me decía un músico que para entrar en Twitter tenía que ponerse un chaleco antibalas. ¿Vosotras recibís muchos palos, tenéis que bloquear a mucha gente?

—Sí que recibimos algunas críticas, pero tampoco son tantas. Si no son constructivas, es que ni le damos vueltas. Cuando empezamos sí que nos dolían más, pero luego te vas acostumbrando y solo nos quedamos con el amor que nos dan los fans.

—¿Por qué creéis que llaman tanto la atención vuestros posts con mensajes católicos?

—No tenemos ni idea. Nosotras lo único que queremos es compartir nuestra fe con nuestro seguidores porque, al final, es algo que a nosotras nos sienta bien. Nosotras no le decimos a nadie en qué tiene que creer. Simplemente, a nosotras la fe nos hace felices y de vez en cuando hacemos algún vídeo con eso para mostrarlo. Nos parece de lo más normal y natural.

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