Una visita al país vecino siempre reconforta. Su litoral norte cuenta con algunos de los arenales más extensos de Europa. Y con rincones donde encontrar belleza, sol, tranquilidad y, casi siempre, algo de viento
08 ago 2022 . Actualizado a las 16:02 h.Con la llegada del verano, apetece salir un poco de la rutina, buscar nuevos destinos y desconectarse de la ciudad. Portugal ha sido reconocido como mejor destino turítico en algunas ocasiones y en 2020 en los World Travel Awards recibió el premio en la categoría Mejor Destino de Playa. Si estás buscando una escapada de fin de semana, esta es nuestra selección de recomendados.
Camarido (Camiña)
La primera playa atlántica de Portugal
Justo donde el Miño se entrega al mar, nada más virar la punta de Cabeleda, se abre esta playa, la más al norte del litoral atlántico portugués. Su propia ubicación, la desembocadura del río y las corrientes que en torno a ella se forman favorecen su carácter ventoso. A cambio podrás disfrutar, en un entorno nada masificado, de su arena blanca y fina, de las amplias zonas de sombra y de pícnic que alberga el pinar que la bordea (y del que toma el nombre) y de las vistas del Forte da Ínsua (monumento nacional de Portugal), majestuosamente erguido sobre la isla de Santo Isidro, a 400 metros de tierra.
Moledo (Camiña)
Un clásico de la costa norte
No muy lejos de la playa de Camarido, pero en este caso al sur del Forte da Ínsua y siempre con la imponente referencia del monte de Santa Tegra en el horizonte, se halla esta espectacular playa, una de las más famosas y concurridas del norte de Portugal. Ubicada en una zona semiurbana, cuenta con bandera azul y dispone de varios chiringuitos. Por sus condiciones de agua y de viento es habitualmente frecuentada por practicantes de windsurf y kitesurf.
Afife y Arda (Viana do Castelo)
Los paraísos del surf y del bodyboard
Una frontera inexistente, una línea imaginaria separa las playas de Afife y Arda. En realidad son el mismo arenal con distinto nombre en cada extremo. Las conocen bien los amantes del surf y del bodyboard, que tienen en este punto del litoral uno de sus santuarios en el norte de Portugal. La playa dispone de bandera azul y forma parte de la Red Natura. Cuenta con varios aparcamientos, uno de ellos para autocaravanas. El acceso a los extensos arenales se realiza a través de unas pasarelas de madera que atraviesan el cordón dunar que las circunda.
Apúlia (Esposende)
Custodiada por gigantes
La de Apúlia es una de esas pocas playas ubicadas en un entorno urbano que aún se pueden recomendar, porque conservan buena parte de su encanto. Como el de la villa marinera que la acoge. En su extremo norte se halla su elemento más característico, unos enormes molinos de viento, ahora reconvertidos en alojamientos, coronando una imponente duna que se recorre desde una pasarela. También es frecuente ver las multicolores embarcaciones de los marineros locales varadas en su arena o a las gentes del lugar recolectando sargazos, una codiciada alga que abunda en la zona.
Amorosa (Viana do Castelo)
Donde el Limia se convierte en océano
El nombre no le viene por su carácter acogedor (que lo tiene), sino que lo toma del pequeño pueblo que se ubica junto a ella. La playa, de arena blanca y fina, completamente orientada al oeste y ventosa, como casi todas las de esa zona, se abre al sur de la desembocadura del río Limia, al otro lado de la ciudad de Viana do Castelo.
Senhor da Pedra (Gaia)
La capilla marina
Como una suerte de micro Saint-Michel, la capela do Senhor da Pedra (s. XVII) se yergue sobre unas rocas en el enorme arenal, sujeta a que el vaivén de las mareas la convierta por momentos en una isla. La playa se ubica unos kilómetros al sur de Oporto, pero su originalidad y espectacularidad bien merecen una visita.