Perina y Maruchi, fotógrafos metaleros: «En los conciertos heavys hay cuernos y melenas, pero es el público más respetuoso»

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MARCOS MÍGUEZ

Llevan apenas unos meses funcionando, pero su presencia ya es una constante en casi todos los conciertos de rock duro que se celebran en Galicia. Carlos y Maru son La Vieja Guardia Metal

08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No hace falta lucir melena larga, chupa de cuero y camiseta negra para ejercer de heavy en este país, pero Carlos Perina y Maruchi García cumplen a rajatabla el estereotipo de una de las tribus urbanas con más personalidad del panorama musical. Estos dos coruñeses —electricista él y abogada ella— mantienen la actitud en todo momento. Tanto cuando recogen a sus dos hijos en el colegio como cuando acuden por la noche a los conciertos de sus grupos de referencia. El salón de su casa en el barrio de Elviña parece la portada de un disco de Iron Maiden: una batería, dos guitarras, vinilos, cedés e incluso decenas de aquellos casetes que adelantábamos con el boli y acumulábamos en la guantera del coche. Está claro que su pasión es la música heavy, pero en la vida de esta pareja metalera hay otra afición que les conduce por la autopista al cielo, y no al infierno, en un instante: la fotografía. Hace unos cuatro meses se les encendió la lucecita y decidieron probar suerte aunando las dos actividades que más les gusta realizar en este mundo: sacar fotos e ir de concierto.

VISIBILIDAD A LAS BANDAS

«Nosotros, verdaderamente, somos unos curritos», explica Carlos Perina. «Autónomos los dos, nuestra gran pasión es la música. Cada vez que tenemos oportunidad vamos a los conciertos. La cuestión es que a mí también me encanta la fotografía, sobre todo de paisajes [algunas de sus imágenes han sido seleccionadas para el concurso del calendario municipal del concello de A Coruña en ediciones anteriores], pero cuando iba a los conciertos, veía detalles y momentos fotografiables por todas partes. Me di cuenta de que eso era lo que de verdad me gustaba y decidí probar». Así fue como creó La Vieja Guardia Metal (por la canción de Warcry), una firma especializada en foto y vídeo de conciertos rock y metal junto a su mujer Maruchi García, que es la encargada de realizar las grabaciones en vídeo y subir directos a las redes sociales. Llevan apenas unos meses funcionando y ya son una presencia constante en las salas de conciertos, sobre todo en las especializadas en este tipo de música, como la Filomatic o la Mardigras de A Coruña. «Decidimos abrir una cuenta en Instagram (se llama @la_vieja_guardia_metal) y empezar a subir los momentos que más nos gustaban de los conciertos. Queremos ir a todos los directos que podamos. Nuestra intención es dar visibilidad a las bandas más pequeñas y eso es lo que haremos a partir de ahora. Al final, esto es un estilo más minoritario. También iremos a las grandes citas, claro, como el Resurrection Fest y demás, pero el objetivo es echar un cable a las nuevas generaciones. Ahora hay bastantes grupos nuevos y que están llegando con gente muy preparada». Así es como Maru García asienta los objetivos del proyecto. «A veces da pena ver bandas que son muy buenas con apenas diez personas en la sala viéndolas», dice Carlos. Ambos argumentan que la escena local se está empezando a nutrir de músicos de rock metal que se suben al escenario cada vez con más ganas, con más estudios de música y con un enorme agradecimiento a quien les muestra un poquito de apoyo. Y Carlos apostilla: «De hecho, cuando les pasamos las fotos a los grupos que ya hemos cubierto en estas semanas de arranque, nos lo agradecen tanto que eso te llena mucho».

Agradecido, fiel y muy respetuoso. Así es el público de los conciertos heavys. Carlos Perina comenta que normalmente los de primera fila le hacen un pasillo cuando se acerca con su cámara de fotos al escenario. «Es una pasada. Me ven llegar y me hacen un hueco». Telita con la educación de esta gente. Nada de codazos y malas caras. Mucho cuerno en mano y mucho grito gutural pero, a la hora de la verdad, son los conciertos más tranquilos en lo que a seguridad se refiere. Cortesía y civismo ante todo. «Sí, en este tipo de conciertos hay cuernos y melenas, pero el público heavy es el más respetuoso que hay», confirma Maruchi. La coruñesa, que triunfa con sus directos en Instagram de bandas heavys (ella se ocupa de los vídeos y Carlos de las fotos), confiesa que Héroes del Silencio fue su primer grupo de cabecera. Luego llegaron los discos de Janis Joplin y The Doors hasta que conoció a Perina (fan de Los Suaves) y empezó a adentrarse en la música metal. Por mucho que le guste este mundillo, ella nunca ha dado el salto a ponerse del otro lado, pero sí lo ha hecho Carlos, su pareja: «Toco la batería y tuve un grupo con unos amigos, pero era solo para pasarlo bien el fin de semana. No llegamos a tocar en directo. Luego ellos montaron la formación actual, los coruñeses Nashgul, aunque yo era más heavy de los 80 que ellos». 

EL MURO DE LA MUERTE

«Hay grupos muy buenos en Galicia a los que no se valora como deberíamos. Se le da más importancia a pelearte por una entrada para ir a ver a Metallica que para ver a un grupo de aquí», de ahí el apoyo que Carlos y Maru le quieren dar a la escena local por toda la comunidad autónoma. Y sus conciertos favoritos suelen ser directos llenos de fuerza y en los que se practican costumbres características de este estilo de música como el pogo (bailar empujándose), el circle pit (salir corriendo formando un gran círculo), el rowing pit (la gente se pone a remar) o el wall of death (muro de la muerte, consiste en dividir el público en dos mitades que esperan la señal de la banda para chocarse). Así se las gasta la vieja guardia metalera.