Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

La freidora de aire, ¿fríe o asa?

YES

istock

EL DEBATE ESTÁ SERVIDO. Un ama de casa, una «influencer» culinaria y un consultor gastronómico nos dan su opinión y cuentan su experiencia sobre el bum de este electrodoméstico y algunas dudas que todavía suscita

03 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Es difícil conocer a alguien que tenga una freidora de aire y que diga que no es una maravilla. Pero todavía hay mucha gente a la que le puede suscitar dudas. Quizás sea por el nombre. ¿Es realmente una freidora? La respuesta es clara: no. Porque freír implica utilizar siempre aceite. Pero, entonces, ¿es un horno? Pues quizás se acerca más a eso. Pero veamos lo que opinan dos usuarias —un ama de casa y la influencer culinaria Frabisa—, además de un consultor gastronómico. A ver si así salimos de dudas.

El primer filtro por el que va a pasar este electrodoméstico es el de una usuaria normal que tiene su air fryer en su cocina desde hace unos tres meses. Se trata de Digna Lista, la madre del cocinero Xoán Crujeiras (Bido, en A Coruña). Y él ya avisa a navegantes: «Mi madre está alucinada con ella. Todo lo cocina en la freidora». Ciertamente así es. Oyéndola hablar, no hay quien se resista a comprarla. Y habla desde su experiencia: «Solo por el pescado, yo ya firmo. Hoy, por ejemplo, voy a hacer atún. Te queda como a la plancha. Le pones sal y un chorro de aceite. En mi casa el pescado es de siempre, porque mi marido fue marinero. Y lo primero que hice en la freidora fueron unos jureles. Ahora a él le pregunto si los hago en la sartén o ahí y me dice siempre que en la freidora de aire. Te salen jugosos, ricos, no huele nada... Así que ya solo para el pescado a mí me vale». Eso sí, puntualiza que ella nunca lo pone rebozado: «¿Las meigas? Las hice el otro día. Pero no los rebozo. También hice pescadilla en filetes y me quedó buenísima».

Digna se atreve con otros platos, como la panceta fresca: «La corto en tiras y es una maravilla. Anteayer hice costilla de cerdo, tipo churrasco y riquísima. También empanadillas». El resultado, ya saben: «Buenísimas», no en vano de casta le viene el galgo a Xoán la buena mano en la cocina.

¿Y qué pasa con las patatas fritas?, ¿salen bien o no salen? La respuesta no tiene desperdicio: «Tienen truco. Hay que lavarlas muy bien para que suelten todo el almidón. Y luego secarlas con un paño o papel de cocina. Y las echas en un bol con un poco de sal y de aceite, las revuelves muy bien y a la freidora. De vez en cuando, hay que mover el cestillo», explica. Por la foto que enseña, el resultado es sorprendente.

«Es como un horno en miniatura. Pero es muy rápido al ser de aire. La costilla la hace en 20 minutos», asegura. También se atrevió a preparar un entrecot «y estaba en su punto, buenísimo». También la lasaña le quedó la mar de bien y las castañas asadas e, incluso, un bizcocho y una tarta de queso: «Te queda como en el horno». Otra de las ventajas, además del ahorro en aceite, es la limpieza: «Mujer, nada. Es como limpiar la sartén». Digna lo tiene muy claro: «La olla exprés eléctrica y la freidora no las cambio por nada. Xoán ya me dice que tengo yo más cacharros que él en su restaurante», bromea esta mujer con la que da gusto hablar.

Muy versátil 

Segundo filtro, la influencer gastronómica Frabisa. Esta experta en los fogones también reconoce que está encantada con este electrodoméstico. Eso sí, recomienda el que tiene resistencia arriba y abajo: «Yo estoy fascinada». «Es un minihorno. Hornea los bizcochos que no te puedes ni imaginar. Lo que pasa es que tienes un espacio muchísimo más pequeño que en el horno tradicional. Y ahí ya depende de si hay poca gente en casa o no. Yo tengo el tamaño mayor y somos dos. Y a mí me hace falta porque el cestillo es muy pequeño. Pero estoy rechiflada con ella», dice.

En cuanto al tema de las patatas, reconoce que al hacerlas así son más sanas: «Le pongo una cucharadita de chimichurri, y la patata te queda muy rica. En realidad, es como una patata asada». Además, Frabisa dice que su receta de bastoncitos de boniato en la freidora de aire, que imitan a las patatas fritas, son un auténtico éxito. «Son como unas patatas fritas, pero con boniato. Los agitas un poco a mitad de la cocción y quedan riquísimos».

Otra virtud: no mancha. «Eso es maravilloso para un montón de gente. El cestillo lo puedes limpiar cómodamente. Pero también hay mogollón de papeles y de recipientes que los pones y siempre es mejor que lavar todo el cestillo», comenta. En su familia ya todos están enganchados a la air fryer. «Mi hijo pequeño hace muchísimas verduras en la freidora. Llega de noche y antes de ducharse, mete todas las verduras y se van haciendo. No tiene dificultad», aclara.

«Puedes hacer postres. Incluso un cupcake salado. También, flan, bizcochos, patatas, pollo. Yo hago milanesas de pollo o la pechuga abierta con jamón y queso por dentro y luego rebozado. Así, es supersano», aclara mientras incide en el tema: «Los rebozados quedan divinos. Y no se empapan de aceite». ¿Y qué tal el pescado para Frabisa? Para ella el principal problema es el espacio, pero si entra, también le queda genial: «Si pones unas doradas de ración, que te entran dos, pues te quedan fenomenal, como asadas al horno». Eso sí, reconoce que no ha probado a rebozar el pescado.

Cada cosa para lo que es

Tercer filtro, Chechu Rey, consultor gastronómico, que nos ofrece un visión algo más crítica con respecto a este electrodoméstico y considera que el nombre responde a una estrategia de márketing. Él lo tiene claro: «Yo no digo que esté mal, lo que digo es que cada aparato es para lo que es». «Un horno de freír o una freidora sin aceite precisa que sean productos congelados y que estén prefritos con anterioridad para que salgan realmente bien», comenta. «Son efectivos con prefritos congelados, como croquetas y demás productos. Y lo es porque ya tiene una capa de aceite, cuenta con una pequeña prefritura, y con ese aceite ya están cubiertas. Porque los hornos de calor con aire necesitan grasa para que el pan rallado o el rebozado tenga una textura crujiente».

Sobre el hecho de que haya gente que lo use como un minihorno, dice que «eso ya es otra cosa». «Y para eso hay aparatos bastante mejores que este, como los hornos de aceleración rápida, a los que se les puede incorporar la función de microondas. Y en 50 segundos tienes una pieza horneada o en minuto y medio unas costillas hechas», aclara. «Entonces, para hacer pescado, no me compro una freidora sin aceite. Me compro un horno de aceleración rápida, que me lo hace en menos tiempo y tengo un producto mejor acabado», dice. Sobre las patatas fritas en este electrodoméstico explica que la gente hace «un truquito»: «Echarles aceite con espray por encima para que ese aceite, al coger calor, parezca que las tuesta un poco, pero por dentro están asadas, no fritas». Además, reivindica una buena fritura: «Si la haces con aceite de oliva virgen extra y a la temperatura a la que tiene que estar, 180 grados, se sella por fuera y deja de entrar aceite dentro de la patata. Y está muy buena y no es insano. El problema está en que no se cambie el aceite o que se eche el producto por debajo de la temperatura que tiene que estar. Entonces, se empapa».