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Carlos Jean, cantante: «Bizarrap me sirve ahora para explicar a lo que yo me he dedicado siempre»

YES

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El músico ferrolano, centrado ahora en la composición de bandas sonoras, nos habla de su pionero papel como productor, de las aportaciones que las nuevas tecnologías harán a la música y de sus vínculos actuales con Galicia

14 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Coincidiendo con el cambio de siglo, cuando la figura del productor musical era aún en España una absoluta desconocida, el nombre de Carlos Jean (Ferrol, 1973) emergió con inusitada rotundidad. Su rompedor proyecto con Najwa Nimri, un par de discos propios y, sobre todo, los trabajos realizados para figuras de la talla de Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Fangoria o Marta Sánchez, lo convirtieron en el productor de moda, en el fabricante de hits más demandado de la primera década de los 2000. 

Carlos Jean no dejó nunca de producir, pero fue diversificando su actividad, alternando su faceta de músico con la de DJ y la de compositor de bandas sonoras. Y ha sido precisamente esta última a la que con más intensidad se ha dedicado los últimos años. Principalmente junto a Daniel Calparsoro. Un tándem que ha funcionado arrollador en Centauro, Operación Marea Negra, Hasta el cielo (la película) y ahora también en Hasta el cielo, la serie estrenada en Netflix. 

—¿Cómo llegas a las bandas sonoras?

—Aspiracionalmente, componer bandas sonoras fue uno de mis objetivos desde el principio. Es un trabajo que me gusta mucho. Es más, creo que es un trabajo que a todo músico, en el fondo, le gustaría algún día sentarse a hacer. Llega un momento en el que ya no solo te llena sacar una canción y que sea un éxito.

 —No es el primer músico que reconoce haberse quedado enganchado con ese trabajo. ¿Qué tiene tan adictivo?

—Engancha porque, nada más y nada menos, que te conviertes en un personaje más de la película o de la serie.

 —¿Una buena banda sonora puede salvar una peli y, al revés, una mala música puede arruinarla?

—Vaya que sí. No te imaginas a qué niveles. El mejor piropo que me han dicho es que gracias a mi música se ha conseguido salvar un producto por el que no daban mucho. O que con la banda sonora he conseguido levantar una escena que no acababa de funcionar. En cualquier peli o serie, la música tiene un papel fundamental. De hecho, antes que los diálogos, en el cine había música. Imagínate si es importante. La música es como un actor más. Tiene su propia narrativa.

 —¿Hacer un disco de Carlos Jean te sigue interesando o eso es ya un formato caduco?

—Yo no le hago ascos a nada. Ahora estoy haciendo remezclas para pinchar de mis canciones de toda la vida. ¿Quién sabe? De repente, a final de este año me apetece sacar esas canciones en un disco. O a lo mejor, en alguna de las pelis que estoy haciendo veo una escena que mola un montón y ya las meto ahí.

 —Carlos Jean fue un adelantado a su tiempo en lo referente a esa figura, hoy tan en boga, del productor.

—Sí, puede que sí. De hecho, ahora me apoyo en Bizarrap para explicar eso a lo que, en el fondo, yo me he dedicado siempre, que es crear bases para que vengan artistas y lo canten. Nadie pone en duda que Shakira, Residente o Quevedo son grandes artistas, pero si te das cuenta, la canción número uno de todos ellos fue la que hicieron con Bizarrap. Algo tendrá que ver el productor, ¿no? Yo tuve mucha suerte al empezar. Viví un momento muy chulo.

 —¿Echas de menos algo de aquella época, de aquella vorágine de éxito?

—No, no lo echo de menos porque llega un momento en el que tu vida deja de ser tu vida. A mí me gusta mucho vivir, conocer los sitios en los que estoy, salir a comer cuando voy de viaje... Yo en aquella época me perdía todo eso y me agobiaba un poco. Estoy muy bien así. Que me quede como estoy.

—Hay muchos artistas para los que llegar a los 50 es poco menos que una tragedia. Creen que se quedan sin público, que ya no hay lugar en el mercado para ellos. En tu caso, no sé si decir que estás en tu mejor momento.

—Sí, yo estoy en un momento muy bueno. Y además como colaboro con gente muy joven, en el cole de mi hijo soy trending [se ríe].

 —¿A qué crees que se debe la voluntaria desatención por parte de muchos músicos de tu generación respecto a lo que está pasando ahora mismo en la música?

—Mira, yo quiero ser productor de todo el mundo, no solo de la gente de mi generación. Y creo que la música hoy la lidera la gente joven. Como pierdas el termómetro o como infravalores lo que están haciendo los Bad Bunny y compañía, al final te quedas fuera. Yo no quiero convertirme en un nostálgico, para nada. Como tampoco quiero que mi conocimiento se convierta en prepotencia. Si tienes esa actitud a los 50, es muy posible que seas tú el que te vayas a aislar.

 —Parafraseando una de las canciones del epé de «Hasta el cielo», ¿quién es hoy el patrón de este juego?

—Para mí, Bad Bunny y Rosalía. Bud Bunny me parece bestial desde el punto de vista estratégico. Es muy inteligente y tiene la capacidad de hacer melodías que llegan superdirectas a la gente. Y Rosalía porque marca tendencia y porque es que es ultrarrespetada musicalmente por artistas a los que nunca he escuchado hablar de ningún artista español.

 —Rosalía es tu remezcla soñada?

—Remezcla, no. Sería mi producción soñada.

 —Tú siempre has ido un paso por delante en lo que ha sido la aplicación de la tecnología a la industria musical ¿Hacia dónde crees que nos va a llevar la actual revolución tecnológica?

—Cuando nació la radio, todos los músicos despotricaban sobre ella y entraron en cólera. Normalmente cuanto tienes siempre esa actitud de añorar las cosas de antes y no miras hacia adelante, te vuelves cobarde y vas viendo todo como una amenaza. Cuando tú miras constantemente hacia adelante, todo lo ves como una oportunidad. Si tú, que te dedicas a escribir, empiezas ya a ronear un poquito con Chat GPT te aseguro que te va a ir mejor que si te dedicas a despotricar sobre él. ¿Por qué? Pues porque va a estar ahí. Es inevitable.

 —Mientras hablabas le he pedido a ChatGPT que me dijera una pregunta para Carlos Jean.

—Ah, qué guay! Esa es la actitud.

 —La pregunta que me ha indicado es: «¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado en tu carrera como productor musical y cómo lo superaste?»

—Ah!, pues muy bien. ¡Ves cómo no hay que tenerle miedo! Puede ser enriquecedor. Pues le contesto. Mi mayor reto, aunque en aquel momento yo no fui consciente de que lo era, fue cuando me llamó Miguel Bosé por primera vez.

 —¿Y cómo lo superaste?

—Creo que lo resolví con soltura a pesar de mi juventud. Él es una persona que te lo pone muy fácil en el estudio porque tiene muchísima experiencia. Pero, ya te digo, yo superé el reto no siendo para nada consciente de la dimensión del reto.

 —¿Cómo es hoy tu relación con Galicia?

—Galicia es la tierra donde nací y siempre tengo esa parte de morriña presente. Siempre tengo ganas de ir. Mi madre veranea en Valadouro y siempre que puedo intento dar un salto hasta allí. También intento ir mucho a las Rías Baixas porque allí fue donde pasé 15 años de mi vida y me gusta mucho regresar a los sitios a los que iba entonces.

—¿Te veremos este verano por Galicia?

—De vacaciones, seguro. Trabajando, aún no lo sé.

 —Cuando vienes a Galicia, ¿qué es lo que nunca dejas de hacer?

—Pasear e ir a bares. Lo que más me gusta de Galicia es que, vayas donde vayas, comes bien. Y a la vista está que me encanta comer, con lo cual me gusta tropezarme con sitios que no conozco. Eso me chifla.