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Sofía Cruz, 24 años: «Irme de 'au pair' a Estados Unidos me ayudó a espabilar»

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La coruñesa Sofía Cruz en Manhattan
La coruñesa Sofía Cruz en Manhattan CEDIDA

Vive en el extranjero mientras cuida de cuatro niños y perfecciona su nivel de inglés. Esta gallega tenía muy claro los objetivos que quería conseguir al marcharse a trabajar al otro lado del charco. Así nos relata su experiencia

09 jul 2023 . Actualizado a las 08:19 h.

«Necesitaba hacer algo que me sacara de mi zona de confort» es lo primero que dice Sofía Cruz cuando relata su experiencia. Este impulso, junto a su pasión y vocación por la enseñanza, fue lo que llevó a esta gallega a marcharse a Estados Unidos a trabajar como au pair. Actualmente reside en el estado de Nueva York, donde desde el pasado mes de octubre vive con una familia americana mientras cuida de sus cuatro hijos. 

Esta joven coruñesa, graduada en Interpretación Textual por la Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias, tenía claro que, después de terminar sus estudios y después de la pandemia, necesitaba un cambio y salir a conocer mundo. «Reflexioné acerca de lo que se me daba bien: los niños, el teatro, el arte y la educación y llegué a la conclusión de que trabajando como au pair iba a conseguir vivir en el extranjero con un trabajo que me llenase», señala. Lo de Sofía nunca fue precisamente quedarse quieta. Mientras terminaba sus estudios decidió emprender su propio proyecto personal, Canguros Artistas, con el que impartía clases de teatro a niños de manera presencial y online.

La decisión de irse a América y no a otro país europeo la tomó por la imposibilidad de volver ante cualquier dificultad. Además, en Estados Unidos existe una cultura de au pair, según apunta Sofía, más consolidada, y cuentan con un marco legal que las ampara. «Las familias tienen normalizado tener una niñera interna en casa. En Europa, hay países como Inglaterra o los nórdicos que suelen acoger au pairs, pero las leyes que lo regulan son peores», indica esta gallega.

"Decidí irme a Estados Unidos porque iba a ser más difícil rendirme y querer volver a casa ante cualquier problema”

Sofía asegura que existen muchas agencias que gestionan este tipo de actividades y todas ofrecen el servicio de asesoría previo, ayudan a tramitar la solicitud de la visa y el entrenamiento para convertirte en au pair. En su caso, ella llegó a su agencia porque en el 2015 realizó una curso de idiomas con ellos en Oxford (el Reino Unido) y, tras su buena experiencia, se animó a probar sus programas de au pair. Además, contaba con la referencia directa de su cuñada: «Ella fue au pair con la misma compañía y se quedó muy contenta con la experiencia».

Sofía Cruz en una playa junto a dos de los niños que cuida
Sofía Cruz en una playa junto a dos de los niños que cuida

«Tener tus prioridades claras»

Una vez que se escoge la agencia, hay que abrirse un perfil en la página web como solicitante de empleo. Sofía tenía muy claras sus prioridades: «Quería a una familia interesada por las artes escénicas. También que viviesen en una ciudad o en una zona que pudiera aportarme algo. Hay chicas que quieren ir a Minnesota porque les gusta la nieve y esquiar. Les atrae ese tipo de experiencia. A mí no. Por eso, tienes que ser honesta contigo misma». Sofía relata que tras la apertura de su perfil tuvo que pasar por dos entrevistas de la agencia, una en español y otra en inglés, en la que debía demostrar poder defenderse en situaciones cotidianas.

Con el visto bueno de la agencia, —explica Sofía— se pasa al siguiente nivel: la publicación del perfil y las entrevistas con las familias. «Es parecido a Tinder. Leen tu perfil y si les gustas, te envían una conexión para que te animes a hacer una entrevista con ellos», confiesa. «Además, en estas entrevistas la clave es fijarse hasta en los pequeños detalles, después de todo son a través de una pantalla», dice. Antes de tomar la decisión, Sofía recomienda conocer bien a las familias interesadas: «Yo me entrevisté con unas 25 familias hasta que encontré a la mía. Habrá familias que te rechacen y otras a las que rechaces tú».

«Soy su hija española»

Ella se siente afortunada por haber encontrado a su familia actual. Aunque las culturas española y la estadounidense sean muy diferentes, son conscientes y comprensivos con ello. «Son una buena familia, mis jefes son muy educados conmigo, me hacen sentirme un miembro más y respetan bastante mi espacio. Siempre dicen que soy su hija española. Me considero muy afortunada de haberlos encontrado». Esta gallega explica que no existe una fórmula secreta para poder lidiar con cuatro niños de edades tan diferentes, sino que hay que comprender que cada uno de ellos se encuentran en etapas diferentes de sus vidas y, por lo tanto, cada uno va a tener necesidades distintas. Esto, sumado a sus gustos y personalidades.

Con respecto a su rutina diaria, Sofía comienza su jornada laboral a las 7 de la mañana. Se encarga de levantar, vestir y dar de desayunar a los niños. Después los acerca hasta la parada del autobús escolar y lleva al más pequeño al preescolar. «Mientras están en clase tengo tiempo para mí. Cuando salen, me coordino con mi jefa para ir recogerlos y llevarlos a sus respectivas extraescolares, solemos repartirnos dos niños para cada una». Por la noche, Sofía les prepara la cena, los baña y los acuesta.

Sofía Cruz junto a los Mendelsonh
Sofía Cruz junto a los Mendelsonh

Los fines de semana los tiene de descanso y ahí aprovecha para escaparse a Manhattan, conocer gente y asistir a alguna clase de danza, de voz o de teatro. También se junta con otras au pairs, porque su agencia organiza encuentros mensuales en los que se reúnen todos con la coordinadora correspondiente para charlar, comentar cómo les ha ido el mes y realizar actividades. Todos tratan de mantener el contacto. «En este país es complicado conocer gente diferente, es más sencillo conocer a personas que trabajen de lo mismo que tú o que sean de tu país», dice Sofía.

Para ella, el hecho de ser actriz y vivir cerca de Nueva York es algo maravilloso por la amplia oferta cultural que ofrece la ciudad (teatros, musicales, cines, cursos...) y la cantidad de artistas que se encuentran en situaciones similares a la suya. «Vivimos en una zona de Long Island rodeada de bosque. Eso te permite desconectar del bullicio de la ciudad, pero a la vez no estás tan lejos de ella. Tengo suerte de poder vivir lo mejor de las dos ubicaciones», especifica.

Sofía Cruz de paseo con dos de los niños
Sofía Cruz de paseo con dos de los niños

Convivir durante estos últimos ocho meses con una familia americana le ha ayudado mucho a mejorar su nivel de inglés: «Mis jefes me ayudan un montón, de hecho, mi jefa es logopeda y me enseña mucha pronunciación. También el niño pequeño está aprendiendo a hablar correctamente, así que lo hacemos todo juntos». Además, Sofía sostiene que lo mejor que le ha aportado esta experiencia es perder el miedo a hacer cosas nuevas: «Tu tiempo aquí es muy limitado, si no haces algo cuando se te presenta la oportunidad, no lo vas a hacer nunca. Echo de menos estar en casa, pero, realmente, vivir en este país me ha hecho espabilar». eso sí, cuando siente «morriña» acude a un restaurante de comida gallega en Manhattan para sentirse como en casa.

Participar en el programa de au pair conlleva una responsabilidad, dice Sofía. «No todo el mundo sirve para ser au pair, hay que estar completamente seguro antes de tomar la decisión. En las redes sociales se ve todo muy bonito, pero al final estás aquí para trabajar», señala. Lo cierto es que la experiencia como au pair le está gustando tanto que ha decidido a renovar por un año más con ellos. «Disfruto mucho de esta familia, del lugar en el que vivo y, aunque a veces eche de menos Galicia, esta también es ahora mi casa». Todo apunta a que a esta gallega todavía le quedan muchas aventuras por vivir en Estados Unidos antes de volver.