Ellos tienen el récord Guinness de esculturas en la playa

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Sergi con una figura del cuadro del Guernica de Picasso
Sergi con una figura del cuadro del Guernica de Picasso Cedida

Si lo imaginas, es posible. Montserrat y Sergi son dos catalanes que llevan más de 30 años creando esculturas de arena mientras viajan por todo el mundo. Para ellos no existe una figura con este material que se les pueda resistir

20 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Montserrat Cuesta (Barcelona, 1967) conoció a su marido Sergi Ramírez (Barcelona, 1967) no se imaginaba que terminaría siendo una apasionada de la arena y mucho menos que sería capaz de construir esculturas de enorme tamaño por el mundo. Tampoco cabía en su mente la posibilidad de lograr un récord Guinness en un país como China en el Zhoushan International Sand Sculpture Festival del 2008 y de ser reconocida internacionalmente por su talento construyendo figuras. «Los dos empezamos en 1989 cuando teníamos 20 años. Sergi fue el primero en tener contacto con estas creaciones, estuvo viviendo en Canarias durante un año, allí conoció a un chico que las hacía y aprovechó para aprender de él», explica la escultora barcelonesa. «Al año siguiente nos conocimos por un amigo en común, nos enamoramos y empecé a ayudarle a crear figuras. Mi especialidad era llevar cubos de agua, más adelante empecé a prensar la arena y a hacer formas simples como piedras de castillos», indica Montserrat.

La catalana apunta que al principio ambos tuvieron que ir aprendiendo de forma autodidacta y seguir evolucionando para poder alcanzar unos niveles de calidad superiores a los de un escultor no profesional: «En aquella época éramos pioneros en España. Estábamos un canario, un vasco y nosotros dos. Ahora las esculturas de arena se conocen mucho más». Con el paso de los años lo que empezó como una afición se convirtió en trabajo y se culminó con la creación de su empresa, Arenas Posibles, en el año 2005: «Nos hemos inventado un oficio que no existía en España. Arenas Posibles nace de ver cómo las empresas cada vez nos iban pidiendo más encargos y empezábamos a tener presencia en eventos a nivel nacional e internacional». A principios de los 2000 las figuras de arena empezaban a ser más conocidas en nuestro país y en ese contexto comenzaron a participar en la organización del Encuentro Internacional de Escultores de Arena en la ciudad de Valladolid que reunía a artistas de este material llegados de todo el mundo.

Castillos de 30 metros

Tantos años en el oficio les han permitido desarrollar un montón de figuras únicas, desde castillos de 30 metros, pasando por las increíbles sirenas, hasta versionar el famoso cuadro del Guernica. Sin embargo, su trabajo no se ha centrado exclusivamente en la arena como material: «La figura más rara que nos encargaron hacer fue una de café molido. Nunca habíamos trabajado con ese material y nos trajeron 1.200 kilos de café molido y caducado e hicimos una especie de Belén de café en el interior de un centro comercial».

Montserrat explica que lo mejor y lo peor de su trabajo es, sin duda, la materia prima: «Muchas veces vas a trabajar y no sabes con qué tipo de arena te vas a encontrar porque no todas son iguales. Eso hace que tengas que cambiar el diseño y adaptarlo sobre la marcha porque si la arena no compacta bien, se puede venir abajo la figura. Al mismo tiempo, es un material fantástico, muy agradable de trabajar que te permite construir proyectos increíbles y muy rápido».

A la hora de realizar esculturas es necesario tener en cuenta el peso que va a tener, porque la arena es un material muy pesado. También hay que tener en cuenta que sea lo suficientemente compacta para poder sobrevivir en el exterior a factores ambientales como la lluvia y el viento: «Una figura puede llegar a durar más de un año. Nosotros en casa tenemos una en el jardín que lleva aproximadamente dos veranos». La artista también indica que tanto ella como Sergi cubren todas sus obras con una cola natural biodegradable que, mezclada con agua, las dota de una piel protectora que las hace resistentes y duraderas.

Ambos se dedican al 100% a las esculturas de arena y se sienten agradecidos de tener trabajo durante prácticamente todo el año: «Trabajamos por temporadas. En invierno hacemos belenes gigantes de 300 metros cuadrados, sobre todo en Italia. En primavera y verano trabajamos en todo tipo de proyectos y en enero y febrero se podría decir que es nuestra temporada baja». Para sus familiares y amigos ver todo lo que consiguen crear es un orgullo: «Cuando éramos jóvenes, nuestros padres no tenían mucha fe en lo que queríamos hacer, con el tiempo conseguimos hacerles cambiar de opinión. Nuestras hijas nos brindan mucho apoyo, pero no pretenden seguir nuestros pasos».

En España, según afirma la catalana, cada vez se conoce más el arte de las figuras de arena: «Trabajamos mucho para empresas privadas y eso nos ha permitido irnos especializando cada vez más, tanto a nivel nacional como internacional». En Chiclana (Cádiz) han montado el primer museo de esculturas de arena en nuestro país, el Arena Park: «Es de un particular que ha querido probar para ver cómo funciona entre el público y ver si compensa hacerlo crecer». También han trabajado con marcas de prestigio internacional, como Louis Vuitton y Volkswagen.

Galicia también ha sido en varias ocasiones escenario de creaciones de Montserrat y Sergi, entre ellas, una escena navideña en Santiago de Compostela, su participación en A Festa dos Mundos en Oleiros (A Coruña) en el 2011 y una exhibición de piezas en el centro comercial de Cuatro Caminos de A Coruña en el 2018. «Me encantaría conocer las playas gallegas y probar a hacer esculturas en ellas», concluye Montserrat.