Ana Iglesias, madre de 8 hijos: «Cuando vienen los abuelos de vacaciones solemos perder a algún niño»
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Llegan las vacaciones de verano y queremos irnos de viaje con los nuestros. Para las familias numerosas esta época supone hacer frente a una serie de retos económicos y logísticos. Charlamos con tres de ellas
08 ago 2023 . Actualizado a las 09:21 h.La de Ana Iglesias y su marido Jesús García sí que es una auténtica locura de familia y más aún, cuando llega el momento de las vacaciones. Tienen ocho hijos de edades comprendidas entre 1 y 11 años, y por si esto fuera poco, ella está embarazada del noveno: «Ahora mismo somos una familia de diez miembros, pero en breves seremos 11». Esta familia residente en la zona norte de Madrid intenta ir todos los años de vacaciones a algún destino, preferiblemente de costa, pero este verano con la inminente llegada del nuevo miembro han decidido quedarse en casa: «Estuvimos en Semana Santa en Tenerife. Solemos ir todos los años a algún sitio de playa, e incluso hemos viajado con los niños fuera de España, pero solo con los mayores porque la verdad supone demasiado dinero». Ana explica que prefieren marcharse durante más de una semana porque cuando se tiene que movilizar a tanta gente no compensa hacer las maletas para una escapada exprés.
«A la hora de alojarnos en un hotel estamos más limitados, por eso nos decantamos por apartamentos», explica esta madre de familia numerosa. Aunque cuando busca hotel dice que está muy pendiente de que esté adaptado para niños, que cuente con piscinas y zona infantil. La reserva de habitaciones también supone un problema enorme: «Hemos llegado a tener que coger tres habitaciones, y eso implica que tengamos que buscar a un tercer adulto que venga con nosotros, porque por ley tiene que haber un mayor de edad en cada habitación, lo que implica que alguien quiera venir de vacaciones con nosotros. Sumado a que el presupuesto se te puede disparar a los 5.000 euros por una semana».
Confiesa que ir los diez en avión es una experiencia un tanto estresante porque ella y su marido tienen que estar pendientes de que no se les pierda ningún niño, ni el equipaje, y de que no molesten a los demás pasajeros: «Al final, son niños pequeños y si están muchas horas sentados se aburren, y pueden empezar a dar patadas al asiento de delante». Por ello, cuando se mueven por España prefieren hacerlo a bordo de su minibús, porque sí, son tantos que no les ha quedado más remedio que hacerse con uno: «Nos entran todas las maletas y nos sale más económico pagar un depósito de gasolina que diez billetes de tren».
Y, ¿se os hacen largas las vacaciones?, le pregunto. Ana lo tiene claro: nunca podrían hacérsele eternas: «Hay veces que me gustaría hasta poder quedarnos más, porque al volver a casa nos espera deshacer 80 maletas y tener que reorganizar todo otra vez». Con respecto a si han vivido alguna mala experiencia viajando, esta madre nos confiesa que sus pesadillas llegan cuando una tercera persona viaja con ellos: «Si estamos mi marido y yo los tenemos controlados, pero en el momento en el que viene alguien más con nosotros, como los abuelos o así, ha habido alguna ocasión en la que alguno de los peques se nos ha perdido. Ya ha pasado, y son momentos en que lo pasas mal. Cuanta más gente hay, más fácil es que se te pierdan porque bajas más la guardia», indica. Y por supuesto, una familia tan numerosa ha experimentado de primera mano la subida de precios: «Miré para irnos este año al mismo apartamento en el que habíamos estado alojados el verano pasado y el precio se había triplicado. Así que decidimos quedarnos en casa y ahorrar», comenta.
Complicado ir en avión
La familia de Patricia Parada no es tan numerosa como la de los García Iglesias, pero en ella las chicas mandan. Por un lado, la madre y tres niñas, dos de ellas mellizas, y por otro lado, el padre. También, acostumbran a hacer escapadas todos los veranos, pero este año debido al incremento de precios han decidido quedarse en casa y hacer escapadas de ida y vuelta en el día: «Los hoteles para niños son carísimos, cuando viajamos nos gusta tirar de apartamento. Te permite hacer las comidas a las horas que quieras y eso, con niños pequeños, es una maravilla».

Su marido trabaja dos semanas al mes en Madrid, y cuenta que intentó ir en avión unos días de visita con las niñas, pero se encontró con un problema: «Las aerolíneas no dejan que un adulto viaje con más de dos niños menores de 3 años, supongo que es por el tema de controlarlos en caso de emergencia». Así que su gozo en un pozo, no le quedó más remedio que realizar el trayecto en tren. Pero este no ha sido el único inconveniente con el que se han encontrado cuando viajan en familia. Hay otro problema recurrente con el que se enfrentan a la hora de comer fuera. «En algún restaurante no nos han querido atender por ir con niños pequeños. Una vez en uno japonés estuvimos esperando más de una hora mientras veíamos cómo iban sentando a gente sin reserva pasando de nosotros. Evidentemente, no nos querían allí».
Aun con todo, Patricia tiene claro que no cambia las vacaciones con su familia por nada del mundo. «Son largas, pero entretenidas, no te sobra tiempo para aburrirte ni para pensar en cosas malas. Estamos siempre jugando y preparando cosas para las niñas», apunta con una sonrisa de madre orgullosa.
No hay ofertas para seis
No muy lejos de Pontevedra vive la viguesa Deborah Ríos. Su familia está formada por seis miembros: su marido, su hija mayor de 15 años, que tiene una discapacidad, dos niñas, de 11 y 4 años, y un niño de 3. Desde hace un tiempo apuestan por ir de cámping y quedarse en bungalós: «Ir a un hotel se nos hace imposible porque nos separan en dos habitaciones, y no me hace gracia ni dejar a la mayor ni a las pequeños». Deborah señala que prefieren viajar en coche por la flexibilidad que tienen a la hora de hacer paradas durante el trayecto, algo a valorar, sobre todo, cuando hay niños.

Para ella organizar unas vacaciones en familia no es tan sencillo como coser y cantar, ya que suele encontrarse con varios obstáculos: «El primero es el alojamiento. El segundo, los precios, no te hacen promociones para familias numerosas. Puedes encontrarlas si se van dos adultos y un niño o dos adultos y dos niños, pero más de ahí ya no encuentras casi nada. No hay ningún paquete ni hay nada realmente asequible que puedas decir: ‘Venga, pues vamos, y vamos a estar todos juntos, lo vamos a pasar bien, y no nos vamos a dejar realmente un dineral que no tenemos'».
Las dos madres gallegas pertenecen a la Asociación Gallega de Familias Numerosas que luchar por los intereses de este tipo de familias en Galicia.Y visto lo visto, queda trabajo por hacer