¿De qué se quejan los jóvenes gallegos?

MIRIAM GARCÍA / S.F. Y PAULA MAHÍA

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Le preguntamos a un grupo de menores de 30 años qué es lo que les preocupa y nos responden

28 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Estos jóvenes gallegos reflexionan acerca de los temas que les preocupan. Además de tres conceptos clave, también reflexionan acerca de otras cuestiones que les afectan.

De izquierda a derecha: Sofía Abad, Lucía Blanco e Inés Abelenda.
De izquierda a derecha: Sofía Abad, Lucía Blanco e Inés Abelenda.

Sofía Abad (24 años)

«Preocúpame que se perda falar en galego»

«Preocúpame que nas cidades se está a perder a lingua galega», dice esta joven. Aunque en los colegios y universidades se sigue apostando por impartir clases en gallego para fomentar su uso, según ella hay gente que lo sigue viendo como una lengua obsoleta. «Dáme moita mágoa que a xuventude sexa remisa a falalo», confiesa Sofía. Aun así, asegura que existen jóvenes que lo han integrado en su día a día como su lengua habitual. «Pero aínda queda moito camiño por percorrer», concluye.

Lucía Blanco (23 años)

«É máis difícil marcharse da casa e ser independente»

Esta joven sostiene que lo que más les preocupa ahora mismo a los jóvenes es el tema de los alquileres: «O nivel de vida e os soldos fan cada vez máis difícil marcharse da casa e conseguir ser independente ao 100 %». Lucía siente que tienen la presión de compararse con sus padres a su edad. «Dáste conta de que, aínda tendo moitísimas máis facilidades a nivel educativo e maior formación, non estás no mesmo punto ca eles», explica la gallega. «Provoca unha gran frustración», añade.

Inés Abelenda (24 años)

«Si vives en un pueblo, dependes del coche para todo»

Inés vive en Carballo, y uno de sus principales problemas a la hora de hacer su vida diaria son los buses. «Estudié la carrera en Santiago y solo había 3 o 4 buses al día que conectasen con la ciudad», explica. En ocasiones tuvo que coger un tren Santiago - A Coruña y desde allí subirse a un bus hasta su casa en Carballo. «Sigue habiendo sitios muy mal conectados, muchas aldeas y pueblos que hacen que los jóvenes dependamos del coche para todo», añade la joven.

De izquierda a derecha: Alba López, Víctor Bellagona y Laura Castro.
De izquierda a derecha: Alba López, Víctor Bellagona y Laura Castro.

Alba López (29 años)

«No poder dedicarle tiempo de calidad a mis hijos»

De momento no tiene hijos, pero Alba se plantea su vida siendo madre, y no es como le gustaría. «Paso nueve horas al día en la oficina. Mi vida familiar empezaría a las seis de la tarde, si al niño lo acuestas a las nueve de la noche, no es viable criar a los pequeños dedicándoles tan solo tres horas diarias», explica. Esta diseñadora industrial se queja del poco tiempo que tiene para ella, por ello ve muy complicada la posibilidad de poder llegar a ser madre algún día.

Víctor Bellagona (26 años)

«Te sientes juzgado por todas las decisiones que tomas»

Este joven diseñador de moda indica que se siente juzgado cada vez que toma una decisión. «Tus padres te presionan para todo y, hagas lo que hagas, te juzgan como si fueras un cabeza loca», manifiesta. En su opinión, ellos vivieron otra época en la que era más fácil conseguir una estabilidad económica: «Ahora es imposible ahorrar, y, tal como está el mercado inmobiliario, veo muy difícil comprarme mi propia casa». Víctor se queja de intentar ahorrar y no poder.

Laura Castro (25 años)

«Me aterra pensar en lo cerca que está la guerra de nosotros»

«Con 25 años son muchas las incertidumbres de cara al futuro que me atormentan: no tener un buen trabajo o no poder dedicarme a lo que realmente me gusta, puede que sea lo primero», indica. Sin embargo, lo que está pasando en Gaza está haciendo reflexionar a esta joven periodista sobre sus preocupaciones: «Veo en los informativos por lo que está pasando gente de mi edad en otros países, que no tuvo la suerte de nacer aquí, y me aterra pensar en lo cerca que está la guerra de nosotros».

De izquierda a derecha: Javier Martínez, Abel Presas y Teresa Salinero.
De izquierda a derecha: Javier Martínez, Abel Presas y Teresa Salinero.

Javier Martínez (24 años)

«Falta de oportunidades»

«Los jóvenes en Galicia tenemos el problema de que no tenemos oportunidades laborales de carreras prometedoras ni en las grandes ciudades», declara este economista. En su opinión, esto expulsa a los jóvenes a las afueras, al no poder permitirse una vivienda céntrica: «Nos vemos obligados a pagarnos un vehículo propio, ya que apenas hay transporte interurbano eficiente». Para él, esto solo puede derivar en una «desigualdad evidente», que perdurará a lo largo de los años y en las siguientes generaciones.

Abel Presas (24 años)

«No poder emprender o invertir en mi futuro»

«Me gustaría poder emprender e invertir en un negocio para asegurarme un futuro», revela este marino mercante. Lo que más le preocupa son las pensiones, ya que teme que nunca le lleguen, o que sean muy bajas. De ahí que quiera buscar otras opciones de ingresos de cara a la jubilación. «Pensándolo mucho, me he dado cuenta de que todas mis preocupaciones son a nivel laboral a largo plazo», concluye Abel, que confiesa que no le queda otra opción que vivir al día.

Teresa Salinero (25 años)

«Piden años de experiencia y no te dan oportunidad de tenerla»

«En España hay mucha ‘titulitis’. Cuando terminamos de estudiar una carrera te hacen seguir gastando el dinero en más diplomas para conseguir un trabajo en el que ganas poco dinero», explica esta joven. Sumado a que, considera, que para trabajar de lo que has estudiado, piden años de experiencia y nadie te brinda la oportunidad de ganarla.

De izquierda a derecha: Vanessa Touceda, Ángel García y Jennifer Alejandre.
De izquierda a derecha: Vanessa Touceda, Ángel García y Jennifer Alejandre.

Vanessa Touceda (24 años)

«El campo está mal conectado»

«Siento que en Galicia tenemos un problema bastante notorio con el transporte público», apunta esta joven de A Coruña. «Por la ciudad puedo moverme sin problema, aunque hace falta aumentar las frecuencias en las horas punta», añade. Pero el transporte entre la ciudad y el campo ya es otro mundo: «Mi aldea queda en la provincia de Lugo y para poder desplazarme en transporte público solo tenemos un bus al día».

Ángel García (27 años)

«Se te va todo en alquiler»

A este joven le gustaría tener independencia, pero asegura que es muy complicado en los tiempos que vivimos. «Gracias a Dios, tengo cierto apoyo que me da estabilidad y me permite ahorrar algo de mi sueldo, pero es imposible hacerlo o llegar a fin de mes si pagas un alquiler», explica, a la vez que confiesa que su madre, sus hermanos y él llegaron a vivir con un solo sueldo. «No era una vida de lujos, pero vivíamos bien, tirábamos», añade.

Jennifer Alejandre (27 años)

«La dificultad de ascender»

Esta trabajadora de recursos humanos está preocupada por no poder abarcar todo lo que se le plantea en la vida: pagar una casa, encontrar un trabajo decente, atender a la familia y amigos, etcétera. «Siento que son muchas las tareas que se nos exigen, y no les podemos dedicar el tiempo que se merecen», manifiesta Jennifer. Y a la vez, le preocupa ascender en su profesión y que eso dificulte «poder llegar a todo».