Tras el diluvio, nos vamos de ruta por los establecimientos que lucen este distintivo en la guía Repsol. Todos ellos destacan por su buen ambiente, sus deliciosos platos y su excelente relación calidad-precio
25 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Tras un mes pasado por agua, llega la hora de buscar el calor y salir, al menos, por un momento. Así que se chove que chova, porque nosotros hemos decidido buscar los locales donde más brille el sol, los nuevos soletes que la Guía Repsol acaba de otorgar hace algo más de un mes. Y ese pequeño sufijo -ete, dice mucho más de lo que pueda parecer. Porque destaca, precisamente, los establecimientos con un ambiente desenfadado, que triunfan por el boca a boca, el santo grial de la hostelería, y por el que sabrás que tienen una excelente relación calidad-precio.
Así que nos vamos de ruta por Galicia descubriendo estos nuevos locales que ya cuentan con el runrún de los comensales. La primera parada la hacemos en Ourense, en el Tapa Negra. La distinción de un solete en este local no es más que la consolidación de un proyecto que comenzó hace diez años, y por el que apostaron José Luis Fernández y su mujer Rocío Mariño. «Empezamos luchando para que nos conocieran y nos apuntamos a varios concursos de pinchos. Nos dieron bastantes premios, y así fue como empezó la afluencia de gente», dice él. Explica que la base fue comenzar «con mucha humildad, echando muchas horas»: «Nuestro secreto fue ofrecer platos abundantes, sabrosos, ricos de verdad, con producto bueno y con un precio superajustado. Si quieres darte a conocer y arrancas sin que nadie te conozca, el boca a boca es la publicidad más importante que hay. Que la gente hable de ti. Porque si metes unos precios altos, ya no se animan».
La carta de este local se renueva cada tres o cuatro meses, pero hay algunos platos que son intocables. Por ejemplo, el queso del país con mermelada de tomate: «No hay mesa que no lo pida. La mermelada es casera y el queso lo rebozamos con cereales corn flakes. Es un plato que hemos ido mejorando». Tampoco puede faltar el risotto de tomate seco, albahaca y parmesano. «La idea surgió de hacer un risotto napolitano. Es decir, como si fuera una pizza, con tomate, albahaca y queso. No lo podemos ya tocar. Lo hacemos todos los días, usamos una media de tres kilos de arroz, y los fines de semana doblamos a seis. No falla», explica José Luis, que está muy orgulloso de recibir este nuevo solete, porque ya cuenta con uno en el restaurante Umami.
POR UNA HAMBURGUESA
En la mítica Praza da Verdura de Pontevedra, la oferta hostelera es variada y numerosa. Por algo es uno de los rincones más concurridos de la ciudad. Pero hay un local que está despuntando y lo hace por méritos propios, Os Maristas. Hace poco más de dos años que Arón y Rubén Álvarez abrieron las puertas de este local, y desde entonces todo ha ido como la seda. «Lo que hacemos es currar mucho y esforzarnos por hacer platos para todos los públicos, que se puedan compartir y con buen producto», explica Arón, que está al frente de la cocina. Triunfan en Os Maristas las almejas a la marinera con un toque tailandés, pues les añaden curri rojo. Pero hay un plato que sobresale entre los demás: «Empezamos a ser conocidos por nuestra hamburguesa. Le debemos mucho porque es un local que empezó de cero, y que uno de tus platos llame la atención es buenísimo. Y así fue, de boca en boca, y la gente venía a probarla. La tratamos como si fuera un chuletón. La ponemos a la plancha, le añadimos sal y nada más», comenta. Otro de los platos que aglutina muchos likes es el bacalao, lo hacen a baja temperatura con crema de coliflor, ajada y unas migas de pimentón. El tartar de atún también está teniendo muy buena acogida, lo tienen fuera de carta y gusta mucho. Hace tan solo un mes que Os Maristas luce el solete, pero este local lleva dos años disfrutando de mucha luz.
EL PRIMER INDONESIO
En la lista de los locales que pueden presumir de tener por primera vez esta distinción y cuya fama se han ganado a pulso, destaca también el Harum Mani, el primer restaurante indonesio de Galicia. Cerca del popular barrio de O Calvario y alejado del circuito turístico de Vigo, este local abrió sus puertas hace un año, pero ya cuenta con una gran reputación. Pero, claro, la pregunta del millón es a quién se le ocurrió la idea de abrir un indonesio en Galicia. Pues a la javanesa Aprilia Ani Kristiani, que se encarga de elaborar todos los platos típicos de su país, y que arrastró a su marido, Andrés Carro, en este proyecto. «La mitad de nuestros clientes vienen porque alguien se lo ha recomendado o por las buenas reseñas que tenemos en internet. Así que estamos muy contentos», explica él, mientras cuenta que hay varios platos típicos que gustan mucho: «Uno de ellos es el nasi goreng, que es un arroz frito con vegetales muy famoso y popular. También, el rendang, que es uno de los más deliciosos. Se trata de curri de ternera con leche de coco. Y luego si les gusta el picante, suelen pedir la salsa sambal, que se le puede añadir a muchos platos. No falla tampoco el sate, que son brochetas de cerdo y pollo». Así de rápido nos organiza Andrés un menú de lo más exótico y muy sabroso. «Lo bueno es que a la gente le gusta y repite. Los hay que vienen por curiosidad, otros que han viajado y les gusta probar otras cocinas, y otros, que conocen el país y quieren recordar sus sabores. Hay gente que nos dice que los transportamos a Indonesia», comenta orgulloso Andrés, que cuenta que el solete ha sido toda una sorpresa: «Aprilia es la que más mérito tiene, porque le pone mucho amor a lo que hace en la cocina. Veíamos que teníamos muy buenas reseñas, pero no te esperas que venga alguien de Repsol a comer a tu restaurante y que encima nos dé un solete». Será por algo.
LA TORTILLA DE PATATAS
En una de las calles que dan a la conocida plaza de Lugo de A Coruña, Ramón Rodríguez e Isabel Gesto nos reciben en O Cabo. Allí tienes que probar su famosa tapa de tortilla. Es obligatorio. Una receta que aprendieron de la madre de Isabel: «Nosotros ya trabajábamos en el bar de mi suegro. Y allí aprendimos a hacer la tortilla», comenta Ramón, que cree que el secreto está en que no es ni muy líquida ni muy cuajada, y que las patatas son de Coristanco: «Hay que tirar un poco por la tierra». De hecho, este plato acaba de quedar segundo en el campeonato de España de tortillas de patata. La forma en la que la hacen les ha dado fama desde que inauguraron el local hace ahora diez años y que acaba de reabrir tras ser reformado. «En nuestro caso, siempre ha funcionado el boca a boca, desde que abrimos», asegura. Pero además, en O Cabo también puedes disfrutar de otros platos igual de sabrosos como la croca, los calamares o los mariscos y pescados de la plaza de Lugo. Y es que estar muy cerca de uno de los mejores mercados de A Coruña se nota.
El local está hasta la bandera. Y no es de extrañar. Porque es la prueba de que la comida tradicional y casera, que se hace con cariño, sigue teniendo tirón. «A la gente le gusta. Nosotros lo notamos en el día a día», asegura Ramón.
NO SOLO PARA VEGANOS
Uno de los locales que se ha ido ganando fama en Santiago es el Entre Pedras. El que fue el primer restaurante vegano de Compostela, y que también acaba de ser bendecido con un solete Repsol el pasado mes, reúne a todo tipo de clientes por sus ricos platos. Lucía Eiras y Andrea Virgili son las artífices de que su local guste a todos los paladares. «Vienen familias cada fin de semana, vecinas de 80 años, estudiantes y, gente vegana, por supuesto. Incluso hay gente que celebra cumpleaños aquí. Son 14 o 15, y a lo mejor solo hay un vegano o dos, pero ya todo el grupo se anima a venir. Y eso está muy guay. Lo mismo ocurre con las cenas de Navidad», comenta Lucía. Si vas, tienes que probar la hamburguesa de frutos secos y el seitán, carne vegetal elaborada con gluten de trigo. También la zorza (de carne vegetal), que hacen ellas mismas con el aliño tradicional, y las setas empanadas. «Muchos piensan la primera vez que vienen que van a pasar hambre y que todo lo que van a comer es verde. Y, luego, les gusta mucho», añade. Además, todos los postres que tienen son sin gluten y algunos platos también. Y hay opciones para celíacos e intolerantes a la lactosa: «Solo aspiramos a que sea un sitio donde todo el mundo esté a gusto». Y lo han logrado con creces.