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Esperanza Gracia, la reina del Zodíaco: «A Capricornio, Tauro y Virgo les irá muy bien en el 2024»

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«Nunca recuerdo los nombres de la gente, pero sí sus signos», dice la astróloga, que tiene un sorprendente pasado como funcionaria del Ministerio de Defensa: «Estuve en la base americana de Torrejón de Ardoz y después saqué la plaza»

29 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Yo creo que me mantuve porque doy esperanza, como mi propio nombre indica», dice la astróloga más famosa de la televisión. A las puertas de cumplir 35 años dando el horóscopo, Esperanza Gracia sigue sin revelar quién es su queridísimo Piscis, pero tiene muy claro lo que más le perturba: «El sufrimiento de la gente». Quizás su capacidad para aliviarlo tenga algo que ver en su poder para traspasar generaciones. «Alucino, sobre todo en X [antes Twitter] y en TikTok, de lo jovencitos que son mis seguidores, mis adorados followers. Son deliciosos», indica la experta en Zodíaco más imitada: «A mí me copian absolutamente en todas partes, incluso cogen directamente las predicciones de mi web. Y me lleva un trabajo».

—Te va a entrevistar una Piscis, ¿eso es empezar con buen pie?

—Vosotros siempre empezáis con buen pie.

—¿Te influye el hecho de saber qué signo es tu interlocutor?

—Mi predisposición es totalmente abierta, pero después de hablar con ellos o ellas les pregunto el signo porque, curiosamente, los nombres se me borran ya desde hace mucho tiempo, porque conozco a mucha gente, pero los signos del Zodíaco es muy raro que se me borren. Me sé el de todas las personas que trabajan conmigo, tanto en Telecinco como en Televisión Española. Cuando me dicen el signo es un poco para identificar si la tipología de esa persona que a mí me ha transmitido se corresponde con la del signo. Que no solamente es el signo, son muchas cosas, porque el signo solar evidentemente no es todo, es cómo tiene los planetas en el momento de su nacimiento. El signo solar le marca mucho, pero también la Luna y el resto de los signos.

—¿El signo dice tanto de alguien?

—La tipología es muy raro que no coincida. En algunos casos me dicen, por ejemplo: «Soy un Virgo atípico porque no soy nada ordenado». Igual no eres nada ordenado en tu casa, pero la mente la tienes ordenada.

—¿Qué pasa con tu queridísimo Piscis?

—Bueno, eso forma parte de algo que no voy a revelar nunca, ja, ja. Es el último signo del Zodíaco, lleva una carga astrológica fuerte, y ya está. Y luego, pues tiene más cosas, como que ayuda mucho a la gente. Pero ni mi marido es Piscis, ni yo soy Piscis, ni tengo ningún hijo Piscis. Nada.

—¿Qué rituales tenemos que hacer para entrar bien en el 2024?

—Yo recomiendo una serie de rituales, pero también aconsejo no hacer todos. Es mejor concentrarse en dos o tres, los que más te resuenen. Uno que da muy buen resultado es empezar con monedas en los bolsillos para que no falte el dinero, pero esas monedas no las debes utilizar luego. Tienes que dárselas cuando finalice el año a alguien que las necesite, a una iglesia, a un amigo, a un pobre... A alguien. Solo unas monedas, pueden ser pares o impares. O si ves que estás teniendo un año en el que te está saliendo todo muy bien, puedes darlas antes.

—¿Y las uvas?

—Pues mira, una costumbre italiana que a mí me dijo Paloma Gómez Borrero y que siempre me ha dado suerte para atraer el dinero es comer lentejas. Fíjate que yo en mi segundo matrimonio me casé por un ritual balinés, en Bali, y en la comida nos dieron arroz. Me dijeron que era para que no nos falte el dinero, y yo les dije: «Pues en Europa se hace con las lentejas». No hace falta comerlas. Suelta tres lentejitas, que sean tres, de salud, dinero y amor, en la copa de champán o de vino espumoso, que tiene que ser espumoso, eso sí. Que nadie se preocupe porque no te las tragas, se quedan al fondo. Y después, las uvas yo no he dejado de tomarlas ni un solo año. Las pelo, les quito las pepitas, pero me las como siempre, desde pequeñita.

—¿Lo de la prenda roja es recomendable?

—Me hace mucha gracia lo de las bragas rojas, porque desaparecen de las tiendas, pero también vale una cinta roja, por ejemplo. Mi amiga Tamara Gorro me dijo: «Este año no me pienso poner nada rojo, porque no me ha ido bien». Pues tú misma, Tamara. Aquí lo que se mueven son energías, y si la energía hace que a ti te pida el cuerpo el verde, te lo pones. El cuerpo te va a pedir lo que necesitas, si tú lo intuyes. Igual que te lo pide cuando necesita agua o dulce. El cuerpo energético vibra con un color determinado, y cuando lo hace, ese es tu color.

—Hay que atender a muchas cosas para empezar bien el año.

—Bueno, luego hay gente como Terelu Campos que empieza los rituales a las once y media de la noche porque no se acuerda de la mitad, pero hay trucos para facilitarlo. Por ejemplo, hay que empezar con el pie derecho, así que tú antes de empezar las doce campanadas, el pie izquierdo lo levantas. No tienes que hacer ningún movimiento, levantar el pie izquierdo es la forma de empezar con el pie derecho. Y luego hay que tener la actitud positiva de que este año voy a poder conseguir lo que en el año pasado no pude, porque voy a seguir perseverando.

—Eso de la intuición es muy nuestro.

—Sí, es muy de Galicia, de las meigas.... El mal de ojo lo usáis, porque el mal de ojo no es que una persona te mande una mala vibración a propósito. Es que a lo mejor, sin querer, esa vibración existe.

—Hay que tener cuidado con lo que se desea.

—Sí, una mala mirada...

—¿Galicia tiene signo?

—No, las comunidades y las ciudades no tienen signo. A España se le dice que es Sagitario porque se decretó la Constitución bajo ese signo, el 6 de diciembre. Además, es un signo muy alegre, abierto, de corazón... Marca un poco la tipología de los españoles. Generosos con los de fuera, pero a la hora de cerrar acuerdos también serios. Lo digo porque nos ven todo el día bailando, sobre todo por la parte de Andalucía, y no es así.

—¿A qué signos les va a ir bien en el 2024?

—Capricornio siempre entra por la puerta grande. ¿Por qué? Porque se celebra su cumpleaños, y cuando el Sol da la vuelta por un signo, ese es su momento estelar. Empezó el día 22, que fue el día en el que este año se produjo el solsticio de invierno. Entonces, Capricornio entra arrastrando, pero también entran bien sus compañeros de tierra, Tauro y Virgo. Tauro, además, tiene a Júpiter en su signo, que es el planeta de la suerte, entonces a esos tres signos les irá muy bien. Y el resto se irán turnando, claro.

—¿Hasta qué punto son reales las incompatibilidades del tipo: «No me entiendo con los signos de agua, o no me va bien con los Aries»?

—A ver, no se puede generalizar. ¿Cómo vas a decir que con todos los signos de agua te llevas mal? Has coincidido con varios signos de agua con los que no te llevas bien, pero tendrías que ver en esos signos dónde están el resto de los planetas. Porque me estás hablando de un signo solar, ¿pero dónde está la Luna?, ¿dónde están las energías del resto de los signos? Lo que sí hago a veces son compatibilidades astrales, y cada vez vienen más parejas. Hice coaching y lo que hago es orientarlos. Igual uno está cansado de algo y le digo: «No pretendas cambiarlo, si eso es lo que te ha enamorado». Y con cariño se van ajustando las cosas.

—¿Es tan importante el ascendente como el propio signo?

—Todo es importante, porque todo te va a aportar algo. Pero para mí lo más importante es el Sol y después es la Luna. El ascendente para mí es más difícil, porque generalmente la gente no sabe la hora a la que nació, y la hora lo cambia mucho. Sobre todo, hay personas latinas que han puesto una fecha que no es la real, y por Marruecos también pasa mucho. ¡Como para que sepan la hora!

—Como cada Fin de Año, vuelve la sombra de Ofiuco.

—Me niego a terminar otra vez el año con la misma historia. Para mí Ofiuco no existe como lo están identificando, y ya está. Es una constelación que está ahí, pero no influye en la rueda zodiacal.

—¿Después de 35 años en activo dirías que hoy la gente sigue preguntando por las mismas cosas en el consultorio?

—Sí, siempre es la vida sentimental. Porque aunque empiecen con un tema profesional, luego dicen: «Me puedes decir sí...». Sobre todo les pasa a los hombres, que les cuesta más trabajo empezar por la vida sentimental. Y la gente desde la pandemia está muy mal, muy inquieta, insegura... Yo tengo un call center en el que no dan abasto. Pero intentamos estar dentro de una línea honesta, no engañar a la gente con historias que no son. Yo creo que me he mantenido porque doy esperanza, como mi propio nombre indica. Trato de ver la parte amable de la vida, pero también les advierto de cómo están los astros por si puede ayudarles a no complicarse. En la salud, que también preguntan, yo nunca entro, lo derivo al profesional que corresponde. Otra cosa son las energías.

—¿Qué predices ahí?

—Con el péndulo, incluso con una foto, puedo yo mirar si los siete chacras principales están bloqueados, y el sei, como tiene tanta angustia, se les bloquea. Sobre todo el del estómago. Pero yo voy ayudando a la gente, estoy muy contenta con mi trabajo y de conseguir algo que nunca me imaginaba, porque yo me dedicaba a otras cosas.

—¿Es cierto que eras funcionaria?

—Yo cuando vine de Inglaterra me coloqué en la base americana de Torrejón de Ardoz. Después, estuve en una compañía de aviación. Mis hijos eran pequeñitos y yo quería algo estable, sobre todo de horario, y fue cuando hice las oposiciones para funcionaria, y pedí el Ministerio de Defensa. Mi padre era militar.

—¿Y cómo apuestas por la astrología?

—Yo estaba trabajando en Televisión Española, en la segunda cadena. Nos dieron un programa diario y, evidentemente, pedí la excedencia. Se podía pedir hasta diez años. No es que ganásemos mucho entonces. Yo tenía que mantener a dos hijos y no tenía nadie que me ayudara. Mis padres un poco, pero poco. Eso cambió económicamente mi vida y la de mis hijos.

—¿Qué es lo que más te perturba?

—El sufrimiento de la gente. Ojalá pudiera aliviarlo un poco. Las cosas difíciles del pasado son también aprendizajes que nos deja la vida. Aquí estamos de paso. Hay que ser muy generoso con las personas, porque te va a dar la paz que necesitas. No teniendo rencores. Las emociones negativas que todos tenemos las tenemos que ir trabajando y suavizando para que no aflore nuestra parte oscura. Con la meditación se libera uno de mucho.