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Brais Pichel, el último chef gallego estrella Michelin: «De mi familia tuve todo su apoyo, pero no toda su confianza»

MARCO SORIANO DE TEJADA

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Con su restaurante Terra, en Fisterra, ha conseguido en la edición 2024 una estrella Michelin y está nominado al título Cocinero Revelación Madrid Fusión que se desvelará en breve

30 ene 2024 . Actualizado a las 09:51 h.

Para Brais Pichel ha sido una sorpresa el alcance mediático de estas últimas semanas, pues a pesar de que con su creatividad y trabajo duro tenía en el horizonte alcanzar la soñada estrella Michelin, no se la esperaba tan pronto. Y menos en una ubicación como Fisterra, alejada de las grandes urbes y en la que sobrevivir a los inviernos desde que abrió sus puertas hace tres años no ha resultado fácil. Su carisma y alegría son contagiosos. Brais me recibe en su restaurante al final del puerto de esta pequeña localidad costera, donde antaño su padre le daba cobijo a los «viejos lobos» en un emblemático local, ahora rebautizado como Terra. El restaurante, recientemente galardonado con una estrella Michelin, años atrás era el Peixe do mar, donde las series de televisión y los partidos de fútbol servían de consuelo para los pescadores cuando los temporales arreciaban entre aventuras y naufragios de sus clientes. Hoy el chef es candidato al premio Cocinero Revelación 2024.

—¿Por qué Terra?

—Porque no se me ocurrió otra cosa [risas]. Yo quería llamarlo Peixe do mar, pero mi madre no me dejó. Entonces, Terra vino ya por el pueblo; porque cuando hablamos de «terra» hablamos de huerta, hablamos del campo, hablamos de todo nuestro territorio, de todo nuestro espacio. Y no solo de nuestro espacio, sino también de la cultura, de todo lo que rodea a la palabra «terra». De ahí todo ese juego de Fisterra.

—Te formaste en el Centro Superior de Hostelería de Galicia y te fuiste a recorrer mundo: El Corral del Indiano de Nacho Manzano, Mina, de Álvaro Garrido... Y cuando estabas cogiendo velocidad, de vuelta a casa.

Me enamoró lo que hacía Álvaro en Bilbao. De Nacho, llegué a la conclusión de que hay que trabajar todo lo que te rodea. Mis intenciones eran ir a trabajar con Ricard Camarena o irme a Francia, pero por circunstancias de la vida me tuve que venir de vuelta a casa y arrimar el hombro en la parrillada A Lareira, el restaurante de mis padres.

—De vuelta a casa ya te rondaba un proyecto en la cabeza para tratar de desmarcarte de todo lo que se estaba haciendo en Fisterra. ¿Cómo fueron los inicios?

—Al principio fue frustrante. En el 2020 comencé con mi proyecto, y estaba a punto de abrir cuando llegó la pandemia. Tuve que retrasar la apertura y esperé un año más. En A Lareira no me dejaban innovar, así que mi familia y todo mi entorno me hizo comenzar desde menos que cero, ya que tenía todo su apoyo, pero no toda su confianza. Me decían: «¿Dónde vas?». Y los del banco también me repetían: «¿Dónde vas?». Me consideraban un zumbao de la cabeza [risas]. Una vez que abrí, me detuve y pensé: «¿Qué he hecho?».

—¿Cómo defines tu cocina?

—Como una cocina sencilla. De producto, muy inmediata, muy intuitiva, muy del momento. Pero me gusta todo y, por supuesto, mi oferta gastronómica tiene también fusión de otros países.

—¿Qué supondría para ti obtener el premio a Cocinero Revelación?

—Supondría un poco de presión, pero a mí me encanta promover a los demás. No solo se trata de nosotros, sino que premios como este son la semilla para dar visibilidad a otra gente que también se lo merece.