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Tres matrimonios de una familia celebran las bodas de diamante

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MARCOS MÍGUEZ

Dos hermanos y una prima que se casaron con sus respectivas parejas en invierno de 1964 celebraron juntos las bodas de diamante tras una vida que les llevó a emigrar a la misma ciudad de Francia y en la que siempre han sido uña y carne

10 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Que una pareja llegue a los 60 años de matrimonio es complicado. Que dos hermanos que se casaron en febrero de 1964 celebren las bodas de diamante de manera conjunta es muy difícil. Pero que tres parejas de una misma familia cumplan 60 años de casados y vayan a comer todos juntos para celebrarlo es casi imposible que suceda. Pero ocurrió. Los hermanos Enrique y Ramón Sanjurjo Morandeira y sus respectivas mujeres, Julia Rodríguez Pérez y Teresa Martínez Varela, y Carmen Díaz Morandeira, prima de los anteriores, y su marido, Guzmán Barrós Becerra, ya son parejas de diamante, como se denomina a los que alcanzan seis décadas de matrimonio. Todos se casaron en 1964 con apenas unos días de diferencia, los seis fueron emigrantes en la misma ciudad de Francia, Annecy, que no es Suiza de milagro porque está a 30 kilómetros de Ginebra, pero en territorio francés. Los tres, Enrique, Ramón y el primo político Guzmán trabajaron de sol a sol como albañiles. Los hermanos Sanjurjo vivieron uno al lado de otro durante 14 años y sus mujeres también trabajaban en fábricas de la zona. Todos son oriundos de San Lorenzo, Cambre, aunque tienen muchos vínculos con la localidad de Tabeaio, Carral. Toda la vida, estos tres matrimonios tuvieron cosas en común, incluso lo de casarse en invierno y ahora celebrar de manera conjunta las bodas de diamante. 

FAMILIARES Y AMIGOS DE SIEMPRE

Llama la atención que después de tantas vivencias y años transcurridos se sigan llevando igual de bien. Los tres hombres ya cumplieron los 80 y las tres mujeres son un poco más jóvenes. Los primeros en casarse fueron Guzmán y Carmen, en enero de 1964. Ramón y Teresa, el 2 de febrero del mismo año, y Enrique y Julia, el día 5. «Mis padres escogieron esa fecha porque eran los días que les dieron libres en sus empresas y porque el 11 de febrero mi padre tenía que regresar a Francia para que no lo llamaran a filas, es decir, para que pudiese evitar el servicio militar. Coincidió que tres días antes se habían casado mis tíos que todavía no habían emigrado. Se fueron un mes después, recién casados, siguiendo el consejo de mi padre. Son uña y carne», recuerda Belén Sanjurjo, hija de Enrique y Julia. Hace unos 40 años que dejaron Francia y regresaron a Galicia, donde los hombres trabajaron hasta la jubilación. Y siguen unidos. Ramón y Teresa viven en Meixigo, Cambre, y su hermano Enrique y Julia a menos de tres kilómetros, en Brexo Lema. Y los primos en Andeiro, también del mismo municipio próximo a la ciudad de A Coruña. Siempre cerca. Por eso no es de extrañar que un día tan especial como son las bodas de diamante, lo celebrasen juntos. La cita fue en el restaurante Chimi Churri de Betanzos y acudieron 27 personas, los seis protagonistas, sus seis hijos, tres de cada hermano porque los primos no tuvieron, seis nietos, y un bisnieto. «Les preparamos una tarta que se pareciese lo más posible a la que tuvieron cuando se casaron en 1964 y les pusimos una foto original de sus respectivas bodas. Les encantó, se les caían las lágrimas. Fue muy emocionante», resume Belén. Salieron del restaurante a las siete de la tarde. Todos juntos, como siempre.