Tomás es el cerebro detrás de Oxóco, el chocolate con sabores tan rompedores como alga o eucalipto que se elabora de forma artesanal en un obrador de Pontedeume
14 dic 2024 . Actualizado a las 18:01 h.Alga, eucalipto, crema de orujo, pan de masa madre, almendra marcona y maíz amarillo. Esos son los sorprendentes sabores de las seis tabletas de Oxóco, el chocolate que se elabora artesanalmente en Pontedeume. Aunque Tomás Rodríguez (Neda, 1989), su creador, dice que, en realidad, están hechos «de recuerdos».
De la mano de Almudena, su pareja, que lo acompaña también en esta aventura, arrancaron este proyecto junto a la panadería Patricio —a la que Tomás no se cansa de dar las gracias— después de trabajar y aprender en distintos locales hosteleros de Alicante y Cataluña. Cando volvieron, tenían claro su objetivo: «Hacer un chocolate bean to bar, que fuese un producto novedoso, trabajando con productos y productores, y con sabores autóctonos y reconocibles». Así, de la mano del equipo de diseñadores de Tolotola, nació Oxóco.
¿De dónde surgen entonces estos sabores? Pues llegan directos de donde nacen las mejores ideas: las memorias de la infancia. «Mis abuelos eran de Valdoviño y siempre tuvieron plantaciones de eucalipto, maíz con el que hacían pan,... ¡En casa de mi abuela siempre había un bollo de pan de tres kilos!», recuerda Tomás, que explica que fue con todos esos recuerdos con los que hicieron las seis primeras tabletas.
Pero, además de vivencias, para elaborar este producto hay que mezclar más ingredientes en un laborioso proceso que Tomás explica detalladamente y que empieza importando la materia prima: «Trabajamos directamente con las plantaciones y tratamos con pequeñas cooperativas, no son grandes latifundios», cuenta. Una vez aquí, toca tostar y descascarillar el cacao, para obtener los famosos nibs que luego se muelen: «Nosotros lo hacemos en molino de piedra. Este proceso tarda entre 24 y 72 horas y, mientras, vamos añadiendo el azúcar y el resto de ingredientes», relata Tomás.
¿Cómo se consigue que sepa a alga o eucalipto? Tomás explica que cada variedad tiene su proceso, ya que en algunos casos se añade el ingrediente y en otros se aromatiza el cacao. «Para el de pan de masa madre, por ejemplo, secamos la masa madre de nuestro pan y se la añadimos. Para el de millo incorporamos harina de maíz molida a piedra y tostada», relata Tomás. «Para el Cremiño —continúa—, usamos leche en polvo de la que sacamos los matices de la crema de orujo, mientras que la variedad Terra se madura durante semanas con eucalipto natural».
Quien prueba, repite
Tomás contesta rápido y con elocuencia a todas las preguntas, sin embargo, hay una que se le resiste: ¿Cuál es su sabor favorito? «¡Yo no sirvo para hacer cosas que no me gustan!», bromea. Aunque, confiesa, hay dos que esconden un significado especial: «Con el Atlántico, de alga, y el Terra, de eucalipto, son con los que nació la idea, así que son a los que les tengo más cariño. ¡Pero el que más vendo es el de crema de orujo!», explica Tomás.
En cuanto a la acogida, cuenta que están «muy contentos para ser el principio». «De momento estamos muy presentes en la provincia de A Coruña y también tenemos algún punto en Lugo y Ourense. Buscamos que sea un proyecto sólido, por eso queremos ir asentándolo poco a poco», relata Tomás. Eso sí, cuenta que pocos son los establecimientos que rechazan esta innovadora propuesta: «De los sitios a los que se lo ofrecemos, el 90 % dicen que sí», cuenta este experto chocolatero, que asegura que «quien lo prueba, repite».
Pero, ¿esto se acaba en seis sabores? Desde luego que no, y Tomás ya está cavilando la próxima gama de Oxóco, de la cual nos adelanta que serán otras seis tabletas y, esta vez, de chocolate con leche.