El día que Robert Redford me lavó la cabeza

YES

03 jun 2024 . Actualizado a las 10:51 h.

Memorias de África se estrenó en España el 21 de febrero de 1986 y a Ourense llegó unos días después por eso del decalaje que se impone en provincias. Juraría que el acontecimiento fue en el cine Xesteira, una de las grandes salas de la ciudad, memoria emocionante de varias generaciones, aunque los que hayan nacido después del 31 de diciembre del año 2000, cuando proyectó su última película, solo recordarán la atolondrada peripecia que el edificio de la calle Concordia vive desde entonces. Pero en aquel año 86 el coliseo de la ciudad, con su ambigú y sus sillones rojos, todavía era un punto de encuentro inevitable y el estreno de una película de Robert Redford y Meryl Streep, dirigida por Sydney Polack, un acontecimiento apasionante. No había que ser muy avispada para percibir que aquello que proyectaba la pantalla era cine del mejor. Y la secuencia de Denys lavándole el pelo a Karen, una virguería de la que nunca nos recuperamos. El momento es ya un clásico que podemos recrear en la mente de tantas veces que lo hemos visto, pero enfrentarte por vez primera a aquella genialidad, sin una referencia previa, fue lo más parecido a un viaje con psicotrópicos. Desde aquella visión en aquel cine aquella tarde de febrero, nos dedicamos a buscar a la persona que nos iba a lavar el pelo de la misma manera y provocar en nosotras el efecto que la cara de Karen no podía disimular. Todas fuimos Karen aquel día, con los dedos de Redford enredados en nuestro pelo mojado y los hipopótamos al acecho.

Desde hace unos días sabemos más cosas de esa secuencia gracias a la maravillosa intervención de la Streep en el Festival de Cannes y todo lo que ha contando no hace más que meterle más gramos de mitología y calentura a la escena. En una comparecencia ante los medios, la actriz explicó: «En aquel rodaje había dos peligros: los leones y, sobre todo, los hipopótamos, que son los animales que matan a más personas en África. Y los hipopótamos estaban por allí cuando rodamos la escena en la que Robert me lavaba el pelo. Roy Helland [el peluquero con el que trabaja Meryl Streep desde hace décadas] le enseñó a Robert cómo debía hacerlo, masajeando mi cabeza suavemente, como se ve en la película. Cuando llegamos a la quinta toma, yo ya estaba disfrutando a lo grande, y creo que eso se percibe en la película. Hemos visto tantas escenas de gente follando… Sin embargo, no solemos ver escenas con el tipo de sensualidad que exploramos en Memorias de África». Nada más hay que añadir.