Laura y Emmanuel, padres de cuatro hijos: «Tener que cambiarle el pañal al bebé en la sillita no es normal»

YES

El matrimonio asegura que no ha sufrido episodios de niñofobia en Galicia, pero echan en falta más infraestructuras para los bebés y reivindican más ayudas para familias de varios miembros como la suya: «El carné de familia numerosa es la enhorabuena y poco más»

27 jun 2024 . Actualizado a las 09:00 h.

Los cuatro hijos de Laura y Emmanuel tienen 7 años, 5, 3 y 4 meses. Con semejante panorama, cualquiera se esperaría un reguero de reivindicaciones, pero no es así. Claro que, avisa la madre de esta familia numerosa, su estilo de vida no es el de muchas familias con uno o dos hijos. La suya gira más bien en torno a su barrio. No tienen coche, y lo de ir a comer fuera lo reservan para ciertas ocasiones. Es la forma de que den las cuentas siendo seis en casa. «Yo no he tenido ningún problema nunca, aunque también es cierto que solemos movernos por nuestra zona. No tenemos coche, y en el transporte público la gente suele ser amable y ofrecerme ayuda, porque es habitual verme a mí sola con los cuatro. Me dicen: ‘¿Pero son tuyos los cuatro?, ¿te echo una mano?», indica Laura. La expectación es comprensible en un contexto en el que las familias con tantos miembros se han convertido en algo excepcional. Incluso cuando han querido alquilar un piso, asegura, lo han tenido fácil: «Cuando tuvimos que buscar otro piso, lo conseguimos a la semana siguiente de empezar a buscar. Para nosotros fue al contrario de lo que le pasa a mucha gente, en nuestro caso, el propietario agradeció la tranquilidad de que seamos una familia con niños y no gente que pudiera organizar fiestas o hacerle destrozos».

Si tienen que quejarse de algo, es del hecho de que se estén potenciando ciertas ayudas a las familias monoparentales mientras que no se mejoran las de las familias numerosas como la suya. «El carné de familia numerosa es la enhorabuena y poco más», indica Laura, que tampoco ve de recibo la falta de infraestructuras, en general, para los bebés: «Tener que cambiarle el pañal al bebé en la sillita no es higiénico ni normal».

Ni ella ni Emmanuel han sufrido llamadas de atención por el alboroto de los niños. «También depende mucho de la educación que se les dé. Yo no estoy trabajando, paso todo el día con ellos, y los machaco en ese sentido», asegura ella. Su marido lo confirma. «Nos han puesto malas caras como mucho alguna vez, pero también nosotros les llamamos mucho la atención y no es que salgamos demasiado. Los niños son carísimos, y la gente generalmente no gana tanto como para mantenerlos y poder hacer tanta vida fuera de casa». Aun así, Emmanuel comprende a quienes quieren momentos de ocio sin ellos cerca: «Yo tengo cuatro, y obviamente, no me molestan los niños, pero puedo entender que quieras disfrutar de una cena romántica y que no te apetezca tener a cuatro gritando al lado».