Antía Jácome, canoísta gallega favorita en los Juegos de París: «Una chica fuerte y musculada también puede ser muy femenina»
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«Simone Biles tiene un cuerpo muy parecido al mío, es bajita, fuerte y le gusta compartir fotos en bikini, resaltando esa figura», asegura esta pontevedresa que aspira a dos podios en las Olimpiadas de París
23 jul 2024 . Actualizado a las 13:47 h.La primera palada sobre una piragua la dio Antía Jácome (Pontevedra, 1999) en la playa de A Lanzada. Su padre repetía todos los veranos el reto con unos amigos, nadar de extremo a extremo del arenal. Aquella tarde del 2012 ella se subió a la embarcación para pasar el rato. Pero el piragüismo resultó un descubrimiento para aquella niña de 12 años, despierta e inquieta, que ya había practicado gimnasia rítmica, balonmano, bicicleta de montaña... «Me encantó y empecé a pedir apuntarme a piragüismo», recuerda. Así que la cría empezó a aprender, palada a palada, en el río Lérez, de la mano del club Cidade de Pontevedra, en el inicio de una historia que puede convertirla dentro de solo unos días en una de las grandes sensaciones de los Juegos de París, si traduce dos de sus tres platas del último campeonato del Mundo en dos medallas olímpicas.
Jácome ya fue quinta en Tokio, pero ahora parte entre las favoritas para un doblete histórico para el deporte español. La niña que descubrió el piragüismo en A Lanzada era tan buena que a las sesiones en el agua pronto le siguieron las de gimnasio, y su cuerpo fue haciéndose cada vez más fibroso. A veces a su pesar, como en la época en la que sus entrenadores del centro de alto rendimiento de Sevilla le machacaban en sesiones implacables de pesas. «Levantaba 115 kilos de pectoral, y, aunque me viesen algo forzada, me decían: ‘Venga, que aún puedes meter un kilito más’. Así que poco a poco me fui quemando porque lo más importante de este deporte está en el agua». Aquella etapa terminó de manera abrupta en el 2022, tras la espantada de los entrenadores, Marcel Galván y Georgina Galván, para luego unirse al equipo de piragüismo chino, pero el cambio de método al trasladarse a Alcudia a las órdenes de Kiko Martín reconcilió a Jácome con los entrenamientos. «Dejé atrás una manera de entrenar que era muy lesiva. Esos entrenadores eran muy bestias, era como si nos viesen como objetos, y terminabas haciendo el trabajo por obligación. Ahora estoy disfrutando de remar, de competir, de entrenar, de todo».
Jácome cuenta los días para los Juegos de París —cuya ceremonia se celebrará el próximo viernes, 26 de julio—, desde su casa de Alcudia, en Mallorca. En un entorno idílico para el deporte de alto nivel, porque desde su vivienda apenas tiene unos metros hasta la pista de entrenamiento. Y tiene claro el referente al que le gustaría conocer en la villa olímpica. «Simone Biles, siempre lo digo. Tiene un cuerpo muy parecido al mío, es bajita, muy fuerte y le gusta compartir fotos en bikini, resaltando esa figura fuerte. Algo que a mí también me gusta mucho».
LOS 59 KILOS ÓPTIMOS
La palista pontevedresa comparte gustos con una generación de mujeres que muestran con naturalidad y alegría sus cuerpos fibrosos de gimnasio. En su caso, triunfa en piragüismo con un cuerpo de 1,63 metros. «Tengo diez centímetros menos de envergadura que de altura, algo poco frecuente». A la cita de París, en la que debuta el martes 6 de agosto debe bajar de los 61 o 62 kilos de las últimas semanas a los 59 que considera óptimos para volar sobre la lámina de agua. Su cuerpo fibroso se esculpe con facilidad gracias a su genética. «De hecho, mi compañera del C2 500 es completamente diferente. Pero mi hermano Martín, que es campeón de Europa sub-23 de piragüismo, sí es igual que yo, y está superfuerte, aunque 15 centímetros más alto. Desarrollamos el músculo con más facilidad que otras personas», comenta durante la reciente concentración olímpica en Laias, en el concello de Cenlle, a orillas del Miño. Después de una temporada en la que, sin dejar de priorizar que el entrenamiento en el agua es lo que marca las diferencias, su equipo de trabajo apostó por que ganase masa muscular en el tren superior.
Nutricionista y psicólogos
Piragüista de élite mundial, Jácome trabaja con un equipo multidisciplinar, en el que intervienen, para la parte de la alimentación, un nutricionista, y sus dos psicólogos también en cierta manera. Y está orgullosa, como Biles, luciendo y compartiendo su cuerpo sano y fibroso, propio de un deporte tan exigente como el piragüismo, en su caso. «Me gusta enseñar ese lado de la mujer, porque realmente yo estoy muy fuerte. Y muchas veces llego a un restaurante y la gente me mira como asombrada: algunos de forma agradable y otros como con una mirada despectiva. Para mí, en todo caso, es un halago que me vean así de fuerte y sana, porque por mi deporte yo trabajo para estar fuerte», explica la actual triple subcampeona mundial de piragüismo, gracias a las tres platas que consiguió el pasado verano en Duisburgo, dos de ellas en las distancias que disputará en París, el C1 200 metros, la prueba individual, y el C2 500 metros, en un barco de equipo atípico formado por dos zurdas.
«Una chica fuerte y musculada también puede ser muy atractiva o muy femenina, más allá de los tópicos o los modelos de belleza a los que estamos acostumbrados. Yo soy al mismo tiempo muy femenina, y me maquillo un montón, me encanta ponerme un vestido y arreglarme. Más todavía en mi día de descanso.
LAS PESTAÑAS, LA TRENZA...
Un gusto que Jácome, con las uñas perfectamente arregladas en unas manos poderosas con las que empuña su pala en las pistas de todo el mundo, también traslada a los días de competición, en la tradición de otras grandes atletas que fueron pioneras en algo en la actualidad más común, como competir maquilladas. «Yo salgo a competir perfecta, con las pestañas perfectas, el pelo perfecto, la trencita... Me encanta porque yo soy así y lo disfruto, y me gusta que la gente diga, está muy fuerte, pero a la vez es muy femenina. Del mismo modo que respeto que otros no lo hagan o no les guste el cuerpo fibroso», razona desenfadada durante un descanso en los entrenamientos en Laias.
UNA MODALIDAD NUEVA
Jácome triunfa en una modalidad de reciente inclusión en el programa olímpico femenino, la canoa. Hasta los Juegos de Tokio la modalidad estaba reservada a los hombres, mientras que las piragüistas solo podían competir en kayak. La palista gallega fue pionera al ser quinta en la cita de Japón, hace casi tres años. Por eso explica que la competencia es tan cambiante, al ser una modalidad que atrae ahora a más especialistas. Mientras, comparte con naturalidad su reto de conseguir dos oros en París. «La verdadera presión es la que me pongo yo misma. No me obsesiona el resultado, sino el camino».