Karelia Rodríguez, entrenadora de pestañas y arquitecta de cejas: «Recomiendo no usar nunca el rizador»

YES

«Las cejas y las pestañas también necesitan que les echemos mascarilla», señala la experta, que es toda una referencia internacional en el sector y triunfa desde su centro de Santiago

30 sep 2024 . Actualizado a las 10:55 h.

Karelia Rodríguez es entrenadora de pestañas y arquitecta de cejas. Doblemente subcampeona europea en la segunda disciplina y miembro de la Asociación Internacional de jueces de la industria, el próximo mes de octubre acudirá como jurado al certamen internacional Lash Trends 2024 en Florencia (Italia). Desde el centro que lleva su nombre en Santiago —Karelia Brows, sienta cátedra como la referencia que es dentro de un mundo salvajemente al alza. Y va más allá. Asegura que un simple tratamiento en cejas y pestañas puede ser tan eficaz como un retoque estético: «Tratando las cejas y las pestañas se pueden corregir asimetrías en el rostro, como los ojos demasiado juntos».

—¿Qué es exactamente una entrenadora de pestañas?

—Es un maestro de pestañas, un formador, como puede ser de cualquier otra cosa. Es alguien que se dedica a dar formaciones de pestañas y que entrena a las personas que quieren aprender la disciplina. Mis siete tips para ser una entrenadora de pestañas de éxito son tener pasión por la belleza, formación profesional mediante una certificación de una academia reconocida, dedicarle tiempo a perfeccionar tu técnica y mantenerte al día, tener paciencia y precisión, habilidades de comunicación, nociones de márketing y redes sociales, y una actitud positiva y profesional.

—¿Cuáles son los principales tratamientos de pestañas?

—El tinte de pestañas, el bótox de pestañas, el laminado de pestañas y las extensiones.

—¿Las extensiones son perjudiciales para las pestañas naturales?

—No, de hecho cuidan la pestaña natural y pueden potenciar tu mirada con los distintos estilos que existen, disimulando defectos faciales. Pueden llegar a enamorarte una vez que las pruebes, creando adicción.

—¿Qué cuidados requieren?

—Los retoques deben realizarse de tres a cuatro semanas y pueden durar eternamente sin dañar tu pestaña natural, siempre que realices los mantenimientos en el tiempo indicado y respetes los cuidados postratamiento.

—¿Qué es el laminado de pestañas?

—El laminado vino a sustituir lo que antes era la permanente de pestañas, una técnica que se ha quedado obsoleta y que utilizaba productos más dañinos que contenían amoníaco y que no eran saludables para las pestañas a largo plazo. Ahora, las firmas no solo se preocupan porque los productos logren un buen efecto visual, sino también porque cuiden la salud del pelo y lo nutran. El laminado las moldea, las riza, y en la mayor parte de los casos también se tiñen.

—¿Tenemos que nutrir las pestañas igual que lo hacemos con el cabello?

—Tanto las pestañas como el cabello y las cejas, el pelo que los conforman, comparten una estructura en común. Al contrario de lo que todo el mundo piensa, el pelo de las cejas y de las pestañas también necesita una mascarilla y productos, digamos, específicos para él. Hay uno bastante desconocido, que son los acondicionadores de pestaña. Muchos vienen con un formato de cepillo como el de la máscara de pestañas. Crea una película sobre la pestaña natural y la nutre para que el rímel que apliques quede por fuera. Les aporta vitaminas y las protege del medio exterior. De esta forma, al retirar el rímel no hay que frotar tanto. Yo recomendaría nunca usar rizadores de pestañas porque son supermalos para ellas, es una agresión muy grande. Lo mejor es desmaquillarlas con una mousse para lavarme la cara. Y si queremos que crezcan, los potenciadores de crecimiento verdaderamente funcionan. Nunca vas a llegar a tener, por ejemplo, 12 milímetros de pestaña, pero puede ser que tus dos se conviertan, a lo mejor, en seis.

—¿De qué son las extensiones?

—Están hechas de un material que se llama PBT, una fibra artificial dentro de la cual hay varias calidades. Es pelo sintético, porque el pelo natural puede causar alergias y reaccionar de manera diferente a la temperatura y a muchos otros factores del ambiente. Y luego hay calidades que se asemejan más al pelo natural. Vienen rizadas y preparadas de un color; las hay negras, marrones, marrones oscuros y de colores de fantasía.

—¿Qué tipos hay?

—Existen tres grupos. Las extensiones clásicas para aportar longitud, que va una extensión por cada pelo natural de la persona; luego, las de volumen, que se ponen para dar espesor; y, por último, las híbridas, que son una mezcla de las clásicas y las de volumen. El tiempo de ejecución de la primera puesta de las clásicas es de dos horas y de las de volumen, dos horas y media. Después, los rellenos o retoques normalmente llevan una hora y media, aunque depende de cómo tú te hayas cuidado las pestañas. No las puedes mojar entre 24 y 48 horas tras colocarlas, ni usar ningún producto desmaquillante que contenga en su base aceite, para que no disuelva el adhesivo. La duración es indeterminada, pero tienes que venir a hacer los mantenimientos. En el caso de las extensiones, el vello tiene diferentes fases de crecimiento, entonces cuando yo te pongo una extensión de pestaña, la coloco a 0,5 milímetros de la raíz de la tuya natural. Cuando esta crece, esa formación se rompe y hay que retocar.

—¿Y el tinte y el bótox?

—El bótox de pestañas puede ser en sí un producto o parte de otro procedimiento. Es un tratamiento no invasivo, no es inyectable como el bótox estético. Su función es alargar y fortalecer las pestañas, nutrirlas profundamente, dándoles un aspecto más saludable y voluminoso. Se utiliza fundamentalmente para recuperar pestañas naturales dañadas por laminados hechos de manera incorrecta o extensiones de pestañas mal colocadas. Por su parte, el tinte de pestañas es un tratamiento muy parecido al tinte de cabello, y en el 90 % de los casos forma parte del tratamiento de laminación. Su finalidad es cambiar el tono natural de las pestañas y su duración aproximada es de dos semanas en chicas con pestañas oscuras, y casi tres en chicas con pestañas claras. Es un tratamiento acumulativo, así que cuanto más lo hagas, más potenciarás sus efectos.

—¿Qué es lo primero en lo que te fijas para saber qué tratamiento hacer?

—Me fijo en muchas cosas, como por ejemplo en tu estilo de vida, que dirás tú: «¿Y qué tiene que ver una cosa con la otra?». Sí, sí que tiene que ver. Porque si tú eres una persona que no tiene mucho tiempo, porque tienes niños o porque trabajas, no vas a poder acudir al salón y que yo les dé el mantenimiento que necesitan unas extensiones de pestañas, por lo que quizás no sean la opción idónea para ti, porque requiere de mucho tiempo y se deben retocar cada dos o tres semanas.

—¿Tras un laminado o unas extensiones de pestañas no se pone rímel?

—De hecho, una de las recomendaciones es que no te puedes poner máscara de pestañas, porque ya ellas vienen curvadas y negras, como si tuvieras máscara. Y uno de los efectos dentro de los tipos básicos de extensiones, que hay varios, es precisamente ese efecto máscara de pestañas. Te ahorran mucho tiempo diariamente, porque te levantas maquillada, vas a cualquier sitio y estás perfecta.

—¿Pero no se dañan nada las pestañas naturales?

—Los tratamientos de pestañas cuidan mucho más las pestañas que los cosméticos. Por ejemplo, con el rímel el tema no es el propio rímel, sino la fricción que nosotros hacemos de manera diaria sobre la pestaña para retirarlo. Si yo tuviese una hija adolescente que se quiere empezar a maquillar, le recomendaría un laminado de pestañas, porque es un procedimiento que va a nutrirlas y no se va a tener que poner máscara, porque ya van a estar rizadas.

—¿Y las cejas, cómo se cuidan?

—Con sérums, que sirven para hacer las cejas mucho más espesas y cuidadas, y también con acondicionadores, que hacen que sean más sedosas y el pelo esté hidratado y brillante. Luego están los productos de estilismo o fijación, que mantienen el pelo a raya haciendo que estés impecable.

—¿Por dónde se empieza una ceja?

—Primero hacemos un brow mapping o mapa de cejas, donde el especialista medirá tus facciones y construirá una forma completamente personalizada para potenciarlas. Después depilamos con hilo de algodón para eliminar el vello de forma más definida, y luego el tinte de cejas, si las tienes muy claras o si quieres un look más intenso sin tener que maquillarlas. El aclarado está muy de moda, bajar uno o dos tonos el color de la ceja. Se hace mucho sobre todo para chicas a partir de los 40 años, para dulcificar y suavizar la expresión. Nosotros estudiamos colorimetría y sabemos perfectamente cómo hacerlo para que no parezca artificial. Ya por último, el laminado alisa y fija los vellos en la dirección deseada.

—¿Qué es lo que más se está haciendo la gente?

—El laminado, que cambia la estructura natural de la dirección de tu pelo y lo alisa. Te permite cambiar la genética de tu pelo y peinarlo en la dirección que quieras. Pero también puedes conservar ese remolino que tienes delante, darles naturalidad.

—¿Y la micropigmentación?

—Es más invasiva y más cara, así que siempre recomiendo un laminado si el cliente no está seguro. También están petando mucho los spas para cejas con la mascarilla acondicionadora y los productos que las cuidan, del mismo modo que te haces tu skin care. Y luego están los cosméticos para cejas, que permiten incluso engrosarlas si tienes el pelo fino. Lo último para espesarlas es la restauración de cejas, que es como un chute de vitaminas a nivel más profundo. Hay muchas opciones antes de la micropigmentación.

—¿Cuál es la mejor técnica para depilar las cejas?

—Depende de tus preferencias y de tu tipo de piel. Las opciones más comunes son el hilo, la cera y las pinzas. Cada una tiene sus pros y contras. Yo particularmente prefiero el hilo, porque de todas es la técnica con la que nunca me la juego, es más preciso. Muchos clientes desconocen que la depilación con cera está dermatológicamente comprobado que, al realizarla, se produce una irritación en la piel y concretamente el folículo piloso sufre una agresión; es decir, se produce una pequeña herida provocando inflamación. En respuesta a esto, nuestra piel se defiende enviando pigmento a esa zona, dando lugar a una hiperpigmentación (una mancha) en casi el 90 % de los casos. En la adolescencia se experimentan cambios hormonales propios de la edad, que requieren tratamientos dermatológicos. Algunos provocan sensibilidad, convirtiendo la depilación con hilo en el método más compatible con este tipo de terapias.

—¿Con qué frecuencia se deben depilar para mantenerlas bien?

—Generalmente, cada tres o cuatro semanas es ideal para mantener la forma, pero esto puede variar según la velocidad de crecimiento de tu vello.

—¿Hasta qué punto puede cambiar un rostro un tratamiento de cejas o de pestañas?

—Tanto con el laminado como con las extensiones se pueden corregir asimetrías o defectos. Por ejemplo, a una persona que tiene el ojo achinado se le puede hacer un diseño, sobre todo con las extensiones, con el que puede parecer que tiene el ojo más abierto. De alguna manera puedo modificar la morfología atenuando siempre puntos fuertes y disimulando puntos débiles. Igual que a una persona que tiene los ojos muy juntos le puedo hacer como un diseño más alargado en los laterales que simule que los ojos están más separados.

—¿Qué tiene más capacidad para cambiar una cara, las pestañas o las cejas?

—Indiscutiblemente, yo diría que una ceja. Pero yo siempre recomiendo a mis clientes las dos cosas por un motivo, porque cuando tú tienes las cejas arregladas, ya una cosa parece que te pide la otra. Es como tener una manicura muy bien hecha y las uñas sin pintar.