Panetones de artesanos de distintos puntos de España, algunos de pastelerías gallegas y otros que están a la venta en cadenas de supermercados compitieron en un original concurso-cata en el que el jurado tuvo que decidir entre dulces de precio y calidad dispar
21 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Esta cata se sale del molde. Estuve en varias de vinos, de tortillas, de empanadas o de filloas, pero de panetones es la primera vez. Ver 23 piezas sobre una mesa, 19 de corte clásico y cuatro de chocolate y otros sabores es un paisaje maravilloso que conecta Galicia con Italia. Se podría ir saltando de uno a otro hasta llegar a Milán. Me pareció muy atractivo el planteamiento de Anna Mayer, una experta en cocina italogalega, que decidió poner sobre la mesa panetones que están en el mercado a 47 euros y otros que se pueden adquirir en supermercados de Galicia por 5 euros. ¿Cuál está mejor? ¿El caro siempre es el bueno? ¿Lo barato sale caro? ¿Es imposible comer uno de verdad sin rascarse el bolsillo? Si nos atenemos al veredicto del jurado de esta cata celebrada en A Coruña, el precio sí que importa, aunque los hay muy dignos por menos de 10 euros. El ganador fue el de Suca'l Barcelona, una panadería artesana que ya ha ganado importantes premios con sus panetones. Sobre una nota máxima de 10 puntos, obtuvo de media 7,47, seguido muy de cerca por el de Manu Jara de Sevilla, un artesano del dulce, que cuenta con varios establecimientos en el centro de la capital andaluza. El primero cuesta 45 euros, es de los caros, y el segundo clasificado 28,50, que tampoco es barato. El tercero en la cata fue una pieza de 30 euros. Parece que cuanto más caros están mejores. Pero no siempre.
LA LOTERÍA DE LOS BARATOS
Después de dar unas indicaciones sobre qué buscar en el panetone (olor, textura, sabor) fueron cortándolos uno a uno y probándolos. «Cuando pruebas distintos (y de todo tipo, malos y buenos) uno al lado de otro, encuentras matices interesantes. Este año teníamos cuatro productores artesanos de nivel y se notó en el resultado final: ocuparon las primeras cuatro posiciones. Una fantástica noticia, porque los panetones artesanos españoles están alcanzando niveles altos de calidad. Para esta cata, compramos nosotros los de marcas de supermercado, o de los que se encuentran en tiendas gourmet, mientras que los artesanales fueron donados por los productores», explica Anna. Creó Panepanna hace 15 años, pero hasta el 2020 era un proyecto de talleres de cocina (en Sevilla, Santiago y A Coruña). «Desde el 2020 me he centrado más en la divulgación, en el perfil de Instagram y en la newsletter de Substack, donde con la excusa de la cocina italiana hablo de cultura, historia y curiosidades del país alpino. Y no solo, porque, al final, la cocina no tiene fronteras, y acabo hablando de restaurantes, productos y lugares que voy encontrando en Galicia y España», resume. Las catadoras (casi todas mujeres) son miembros de Panepanna y también le dieron buena nota a dulces comprados en supermercados. El de El Corte Inglés, por ejemplo, quedó de sexto y el precio de venta al público es de 8,25 euros. Y el de Carrefour Extra, el que presentan en caja de cartón, cuesta 5,59 y obtuvo un notable décimo puesto. El resto suspendieron. En el mercado hay centenares, miles, todos diferentes, pero no siempre merece la pena engordar, si no tiene un mínimo de calidad. Lo de los baratos es una lotería como la que mañana esperemos que nos toque, aunque a veces hay pedreas maravillosas. Asistí a la cata que organizó Anna y probé algunos, pero reconozco que soy más de roscón.