
Desde que fue diagnostica de cáncer de ovario Bianca compartió su realidad en su cuenta de Instagram y acaba de aprovechar el altavoz del festival de San Remo para no maquillar la enfermedad y mostrar su cambio físico sin tapujos
26 feb 2025 . Actualizado a las 17:59 h.Essere se stessi è l'unica scelta. Significa ser uno mismo es la única elección y es la frase elegida por Bianca Balti (Lodi, Italia, 1984), modelo italiana, para acompañar una de las fotos con su look en San Remo. Para los amantes del mundo de la moda su rostro es de sobra conocido, mientras que ahora otros muchos la acaban de conocer por su participación en el festival de San Remo. La cita anual de Italia para decidir a su representante en Eurovisión cuenta habitualmente con invitadas para copresentar las galas. Hace dos años fue Chiara Ferragni la que se subió al escenario del teatro Arinston. Si la influencer conquistó al público con su discurso feminista, que acompañó con unos looks con mensajes a favor de la libertad de la mujer y contra los estereotipos, Balti lo ha hecho por su naturalidad y por no esconder su enfermedad: un cáncer de ovario.
La súper modelo italiana, que ha protagonizado importantes campañas, siendo una de las últimas la de primavera de El Corte Inglés el pasado año y destacando sus colaboraciones con Dolce & Gabanna, sus fotos para el catálogo de baño de la revista Sports Illustrated o por haber sido uno de los ángeles de Victoria´s secret, optó por no maquillar el cáncer que padece y aparecer en la gala de San Remo, en la televisión nacional italiana y en prime time con su estado actual: sin peluca ni ningún pañuelo que cubra su cabeza, totalmente calva por el tratamiento para combatir un tumor en el ovario. Además, Balti, madre de dos hijas (Matilde, de 17 años, y Mia, de 9), también visibilizó la cicatriz que tiene en su abdomen y la que tiene debajo de la clavícula, por la que le introducían la sonda de las sesiones para acabar con el tumor.
«Como ya no tengo pelo, me cuesta muy poco arreglarme» respondió la modelo afincada en Los Ángeles con una sonrisa, tras ser preguntada por el presentador de la gala, Carlo Conti, por sus rituales de belleza. Su naturalidad a la hora de afrontar una enfermedad de la que muchos ni siquiera se atreven a decir el nombre en alto ha traspasado la pantalla para convertir a Balti en todo un símbolo de una lucha que, como ella evidencia, no tiene que ser porque ser silenciosa. «Cuando Carlo me llamó para el Festival, le dije que no iría a hacer de la enferma de cáncer. No porque no quiera contar el dolor, no es que no lo haya habido en estos meses. Pero quiero que sea una celebración de la vida», comentó Balti en la rueda de prensa previa a la gala en la que participó.

La modelo aprovechó la invitación para mostrar al mundo su apariencia actual. «Quiero mostrar al mundo el poder del look que tengo ahora. He desbloqueado el potencial de una nueva yo y siento que he recuperado mi valía», afirmó ante los medios. Aunque ha muchos les ha sorprendido ver a una mujer del mundo de la moda mostrarse tal y como está tras sufrir una enfermedad y en prime time, sin pelucas ni artificios para ocultar las marcas del cáncer, Balti ya lo había hecho antes.
Desde que descubrió su cáncer no ha dudado en compartir su día a día a través de sus redes sociales. Fue precisamente en Instagram donde relató cómo se enteró de su tumor el pasado septiembre y compartió fotos de su paso por el hospital. «El domingo pasado ingresé en urgencias y descubrí que mi dolor en la parte inferior del abdomen era cáncer de ovario en etapa 3C», escribió la italiana, que añadió: «Ha sido una semana llena de miedo, dolor y lágrimas pero sobre todo de amor, esperanza, risas y fuerza. Tengo un largo camino por delante, pero sé que lo superaré. Para mí, para mis seres queridos (mis hijas están en la parte superior de la lista) y para todos ustedes que necesitan fuerza, pueden tomar prestadas algunas de las mías porque tengo muchas. La vida sucede; dale una razón. Hasta ahora, el cáncer me ha dado la oportunidad de encontrar la belleza a través de los obstáculos de la vida».
Rompiendo los estereotipos del mundo de la moda
Ese no fue el primero ni el último de sus post sobre su enfermedad, ya que desde entonces ha ido compartiendo más momentos de su tratamiento y ha mostrado su cambio físico y sus miedos por no poder seguir trabajando como modelo. «Cuando me diagnosticaron cáncer, de alguna manera supe que lo superaría, pero me preocupaba mucho no poder seguir manteniendo a mi familia. Mi valor profesional siempre ha sido intrínseco a mi apariencia, y con una larga cicatriz que baja por mi estómago y sin pelo, no encarno el estereotipo de modelo. Verme obligada a guardar reposo en cama también me hizo darme cuenta de que asocio en gran medida mi autoestima con la productividad. En pocas palabras, llamé a mi increíble equipo y expresé mi necesidad de volver a sentirme normal en el trabajo. Escucharon y abrazaron con entusiasmo este proyecto.Turning Heads es un trabajo de amor que significa mucho para mí», explicó la modelo en su Instagram, donde dio a conocer las primeras fotos de una iniciativa con la que quiso visibilizar que, a pesar de su enfermedad, sigue siendo mujer y modelo. Su nombre, girando cabezas, deja clara su intención.
«Cuando anuncié mi cáncer, todos se mostraron comprensiblemente desafiantes a la hora de acercarse a mí para trabajar. Además de enviarme flores y tarjetas, las marcas dejaron de considerarme como alguien que pudiera representar su marca. Quería mostrarles a ellos y al mundo entero el poder que tiene mi nueva apariencia. Desbloqueé el potencial de mi nuevo yo para poder sentir mi valor nuevamente», apuntó la modelo sobre un proyecto que contó con el apoyo de grandes firmas como Hermes o Chanel.
Antecedentes familiares
Balti también relató en sus redes sociales los antecedentes de su familia con el cáncer. «Aunque mi tía murió de cáncer de mama metastásico a los 39 años y mi madre contrajo mieloma hace un par de años. Y a pesar de mi propio diagnóstico, allá por el 2021, de portar el gen BRCA1 por lo que, en diciembre del 2022, me sometí a una doble mastectomía preventiva. El cáncer no podía habitar mis pensamientos, y mucho menos mi cuerpo», escribió en un largo post en el que detalló cómo la enfermedad la alcanzó sin poder hacer nada. «El 8 de septiembre del 2024, fue el día en que el cáncer, concretamente el de ovario, llegó a mi vida sintiendo algo muy parecido a una sentencia de muerte. El 14 de octubre comencé mi viaje de quimioterapia, que terminó el pasado lunes 27 de enero, pero para mi gran sorpresa, esos últimos meses me sentí tan viva como siempre.Ya no daba por sentada mi vida y mi gratitud alcanzó su punto más alto. Todo empezó a saber como una verdadera bendición. Ha sido difícil y aún no ha terminado, pero no lo haría de otra manera. Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, pero mi experiencia es que lo que no me mató me hizo amar mucho más la vida», valoró la modelo.
Su historia es la de muchas mujeres que, además de hacer frente al peso de una gran enfermedad, han tenido que combatir esteriotipos sobre la belleza femenina. Por eso, su valentía para subirse a un escenario y desafiar a las marcas de moda posando sin ocultar su calva abre un nuevo camino para todas, el de la libertad de no sentirse juzgada por un cambio físico que llega sin preguntar y que, sobre todo, no puede opacar lo realmente importante: la alegría de seguir viva.