
Es sorprendente. El Google Maps te lleva hasta una calle del centro de Negreira. Por fuera no parece que se trate de un centro de estética y belleza muy especial. Pero una vez dentro te encuentras con un espacio cuidado y de muchos más metros cuadrados de lo que parecía. Hay personal por todos lados y pasillos que conducen a distintas salas para tratamientos de estética y belleza. Detrás o delante de este proyecto está una emprendedora, Ana Mancebo, que ha logrado tener más clientes que habitantes tiene la localidad donde está emplazado su negocio. «Tengo una base de datos más grande que el censo», comenta sonriente. Y también consiguió recibir galardones como el Premio al Mejor Tratamiento de Estética en Cabina de España en el marco del Congreso Internacional de Estética y SPA concedido por la revista Vida estética en cosmobeauty, que es algo parecido a un Goya de la especialidad. El mejor de España está en Negreira. Lo mismo que la familia de Casa Barqueiro, restaurante que está a pocos metros, logra traer a Galicia a los mejores cocineros de España, Ana cuenta con una clientela que se desplaza muchos kilómetros para someterse a un tratamiento. «De aquí de Negreira no es de donde son la mayoría. Viene mucha gente de Vigo, de A Coruña, de Santiago e incluso desde Madrid y hasta una chica de México que se desplazó exprofeso...», destaca esta mujer que celebra las bodas de plata profesionales.
LA JOVEN QUE IBA PARA PELUQUERA
En el 2000, con apenas 20 añitos, montó su primera cabina de estética. «Era de tres por dos. Un par de años después abrí mi primer local, de 35 metros cuadrados. En el 2008, en plena crisis, amplié a 100 metros, y en el 2018 compré las instalaciones actuales, de 320 metros cuadrados, en las que trabajamos nueve personas. Nuestro fuerte son los tratamientos faciales y corporales y los diagnósticos. Y pensar que yo quería ser peluquera y empecé en estética por equivocación...», recuerda. Es de Negreira y se quiso quedar en su tierra. Ahora celebra las bodas de plata de un proyecto personal y profesional que la lleva a ganar premios. «Siempre fui muy inquieta y, cuando terminé la FP, seguí haciendo formaciones externas. Esa es la clave, la formación continua y nunca perder las ganas de aprender, de conocer y dominar nuevas técnicas y marcar la diferencia», analiza. Me habla de los detalles del premio que le dieron por Feel skin (‘sentir la piel'), el nombre del exclusivo ritual creado para poder experimentar el poder del tacto de las manos sobre la piel. «Poder fusionarme con cada cuerpo y sentirlo como si formara parte de mí; liberar tensiones, bajar el cortisol, elevar la serotonina, y permitir que la mente alcance el relax total. El ritual comienza localizando los diferentes puntos de tensión en escote, cuello, rostro y cuero cabelludo para así poder liberarlos; se actúa sobre el sistema linfático y se busca activar la microcirculación para trabajar sobre una piel más oxigenada. El fin es realizar un trabajo que movilice toda la musculatura y la fije posteriormente para una remodelación del rostro. Es el poder de las manos para lograr la liberación de las cargas y disfrutar de un momento único de bienestar», destaca. Y todo eso en Negreira, que tiene menos habitantes que Ana clientes.