«Por unos 5 euros puedes quemar los malos espíritus en cualquier parte del mundo», afirma Pablo Mosquera, un barman que lleva toda la vida trabajando en el sector de la coctelería y en innovaciones como esta
29 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El inventor lo explica con sencillez. «En esta lata hay una queimada tradicional gallega que se puede calentar en el envase. Quema muy bien y lo vas agitando. Unos segundos después, lo sirves en unas copas y ya la tienes lista en cualquier lugar», resume Pablo Mosquera, un barman que lleva toda la vida trabajando en el sector de la coctelería y en innovaciones como esta. Me regaló una de estas latas explosivas cuando me lo crucé en uno de los pasillos del Galicia Fórum Gastronómico que se celebró a principios de semana en A Coruña. Me cuenta cómo surgió la idea. «En mi periplo por Santiago me percaté de que la gastronomía y la cultura gallega están muy en auge y el público internacional demanda cada vez más producto local y licores autóctonos. Desde el restaurante Marie Miner hemos desarrollado una serie de licores clásicos gallegos remasterizados y la queimada, cómo no, es la estrella», relata. Es cierto que cada vez resulta más complicado que te ofrezcan una queimada cuando vas a un restaurante. Pero el formato en lata es algo que nunca pensamos que íbamos a ver. «Técnicamente es un infusionado en frío, con un coupage de orujos de Vedra y Ribadavia. Añadimos cítricos y especias, lo ensamblamos y obtenemos un aguardiente de orujo tostado con todo el sabor de la queimada, pero sin quemar», explica el autor.
NOVEDADES SABROSAS
En esta queimada hay que olvidarse del recipiente de barro, de los granos de café, de la monda de naranja o de limón, y hasta del conxuro. «Simplemente hay que calentar la lata, con un soplete, al baño maría o en la cafetera, aguanta lo que le echen. Le prendes fuego y el efecto chimenea de la lata lo calienta bien y quema, bajando la graduación de 32 a 25. De los 10 centilitros del envase podemos sacar dos o tres chupitos de queimada y la lata no quema cuando la coges con la mano», detalla Mosquera, que está convencido de que puede ser un invento a explotar. «Se estima que Galicia recibe al año millón y medio de turistas (nacionales e internacionales), todos están ansiosos por llevarse un recuerdo innovador de nuestra tierra, disfrutar de un buen licor o quemar los malos espíritus. Con este producto tienes la solución a todos los problemas de un plumazo y encima a un precio muy económico de unos cinco euros», sentencia. Además de esta simpática novedad, durante los días del Fórum tuve oportunidad de probar algunas cosas sugerentes. Por ejemplo, la piel del bacalao en lascas que comercializa Outón, o una lata de lubina en salsa verde de Los Peperetes. También muy interesante el proyecto de Galilyo, una empresa pionera de liofilización de alimentos variados, como frutas, hortalizas o especies de origen marino, que nace de la alianza entre Kiwi Atlántico y Essence Food y que está ubicada en Ribadumia (Pontevedra). En el stand de Pratos Rotos, el inventor de una licuadora extraordinaria preparó un batido que incluía hasta las cáscaras de las nueces que es para quedarse con la boca abierta. Y hasta probé la nueva línea de la legendaria firma Fundador, que busca llegar a nuevos públicos con su brandi combinado con refrescos. Unas experiencias muy interesantes, aunque ninguna como prenderle fuego a una lata y que te salga una queimada recién hecha.