La pareja se presenta por vez primera en España eclipsando el glamur de la alfombra verde. Pero no fue la única. Tosar y Marta Etura también se cambiaron mensajitos
15 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Ella prefirió los Goya al almuerzo de candidatos a los Oscar. «No espero ganar porque la generosidad de la Academia me emociona mucho; que habiendo ganado el año pasado y que me hayan nominado este año otra vez... con eso estoy más que contenta y agradecida y no quiero esperar nada más». Por eso quizás Penélope Cruz se decantó por dejarse ver por vez primera y de forma oficial en España con Javier Bardem. Así que la pareja se quedó con la mayor parte de los focos de la noche, pese a que solo ella desfiló por la alfombra verde. Javier Bardem se le unió después.
Cruz, que aspiraba a un Goya por Los abrazos rotos, se presentó de Versace en blanco roto y encaramada a unos tacones de vértigo. Y, aunque la aparición franca de la pareja dará que hablar durante muchos días, no fueron los únicos protagonistas de la noche dorada del cine nacional. Otra pareja con una relación algo menos popular disfrutó también de una noche mágica. Marta Etura, que se hizo con el premio a la mejor actriz secundaria, no pudo evitar dirigirse a alguien especial: «Este premio es también para mi amor». ¿A quién miraba? A Luís Tosar, por supuesto. Poco después, Malamadre confirmó el caso: «Ya sabéis que la alegría de la noche ya me la llevé hace unos minutos». Guiños de amor sobre el estrado en la noche de San Valentín. Si Pe y Javier se cuchicheaban en inglés, es posible que Tosar y Marta Etura lo hicieran en gallego.
Hubo, por descontado, mucho nivel sobre la alfombra madrileña, por la que incluso pasaron gallegos poco cinematográficos pero muy importantes, como el presidente de la Xunta y el conselleiro de Cultura, que ni estaban nominados ni falta que hacía.
Al menos, los políticos no pasaron tanto frío como algunas de nuestras celebrities. Fue el caso de Maribel Verdú, de negro riguroso, que no tuvo empacho en reconocer que es muy bonito ponerse guapa, pero que nadie sabe el frío que se pasa. Pese a las recomendaciones de la Academia, el negro fue uno de los colores de la noche. Eso sí, no para Tosar y Marta, ni para Pe y Javier.