Tras cuatro años de dudas, presiones políticas y rifirrafes entre PP y PSOE, el Complexo Hospitalario de Ourense cuenta desde ayer con una unidad de hemodinámica. Esta prestación, convertida en bandera y arma electoral hasta por el colectivo vecinal ourensano, provocó ayer un gran despliegue protocolario. Touriño, con un séquito en el que se integraron los habituales del PSOE provincial -la única representación del PP fue Pérez de Juan, cardiólogo del Chou-, hizo un repaso por los logros sanitarios de su gobierno, anunció proyectos para el nuevo mandato que espera presidir y agradeció el trabajo de los profesionales. La conselleira de Sanidade entró al trapo político: «Sei ben que houbo algún dirixente político que poñía en dúbida que o puideramos facer (...), ademais non o facemos con aparatos de segunda man, como alguén se atreveu a dicir». Resaltó que la sala sea pública como reafirmación ante la protesta de los médicos que combinan consulta privada y pública y que se manifestaban en el pasillo.