Una niña contó en la Audiencia cómo un vecino abusó de ella dos veces en un día
OURENSE
Una menor de edad tuvo que recordar ayer en la Audiencia el abuso sexual al que fue sometida por un vecino del pueblo donde vive. La sesión fue a puerta cerrada para evitar un mayor estrés en la joven dada la gravedad de los hechos. El fiscal acusa al presunto autor del abuso, de dos delitos de agresión sexual, y pide por cada uno de ellos 14 años, en total, 28 y una indemnización de 12.000 euros. La acusación particular solicita por cada uno de los delitos 15 años y una indemnización de 80.000 euros. Fue una mañana de nervios para la familia de la víctima. La madre confesaba que llevaban varios días sin dormir y que este caso que afecta de forma especial a su niña marcó profundamente a la familia. El acusado declaró en la sala que había estado con la niña pero que en ningún momento le tocó, que no hubo contacto con ella de ningún tipo. Su letrado solicitó la libre absolución de este hombre de mediana edad. Los hechos ocurrieron en la media tarde del 5 de marzo de 2009 en un pueblo cercano a Ourense. La niña, que entonces tenía 11 años, se hallaba sola en casa. Según la denuncia, fue a buscarla un hombre amigo del acusado, quien le dijo que bajara, que su vecino quería que le ayudase a construir un gallinero. La menor salió de casa y acudió a la del vecino, al que conocía de siempre. Cuando llegó al gallinero, se puso a ayudar a su vecino, ausentándose el otro amigo con la disculpa de que iba a buscar material para esa obra. Al quedar solos, el presunto agresor cerró la puerta del gallinero y ordenó a la niña que se desnudara y que si no lo hacía le daría con una paleta. La joven se desnudó un poco, momento en el que el agresor se echó sobre ella intentando consumar el acto, acción que no consiguió. Ante esto, el agresor insistió en su propósito, pero no lo logró. La criatura rompió a llorar mientras se le ordenaba que se callase. De nuevo su agresor intentó su objetivo sin conseguirlo ante lo cual se masturbó y al acabar dejó que la niña se marchase. Otra vez No habían pasado demasiados minutos cuando, según la acusación, el amigo del imputado volvió a casa a llamar a la niña, diciéndole que la iba a agasajar por haber ayudado a su vecino. Esta salió de nuevo de su casa y caminó con este hombre hasta un galpón detrás de cuya puerta, al parecer, estaba el agresor, quien según la denuncia, cerró la puerta, quedando encerrados él y la víctima. Volvió a ordenar a la menor que se desnudara e intentó consumar el acto, aspecto que, de nuevo, no pudo lograr. La escolar pudo al final escapar, saliendo de aquel lugar y pidiendo socorro hasta refugiarse con unos vecinos. El presunto agresor fue detenido ese mismo día y quedó en libertad hasta que el resultado de las pruebas de ADN provocó su ingreso en prisión preventiva, en la que se encuentra desde el pasado enero. El relato hecho ayer por la víctima es creíble, como aseguraron los peritos. Las pruebas de ADN realizadas en Madrid en restos hallados en el cuerpo de la menor dan resultados compatibles con el acusado. El defensor del imputado expuso que esa compatibilidad no es al 100%. La base de datos con la que se hacen las comparaciones tiene 52.000 personas y solo hay tres en toda España compatibles con esos resultados obtenidos, una de ellas, quien ayer se sentó en el banquillo de la Audiencia. La acusación particular destacó la gravedad de los hechos, en los que al presunto autor no le basta con agredir a la niña una primera vez si no que de nuevo la vuelve llamar para llevarla a donde está e intentar culminar lo que pretendía. El amigo del acusado negó que fuese a buscar dos veces a la niña a su casa. Pero la víctima insistió en que fue él quien la llamó para que acudiese a la casa del presunto agresor. La menor declaró protegida por un biombo para no ver ni ser vista por el acusado. Ahora la Sala ha de analizar todos los datos obtenidos para sentenciar.