El Ciudad de Santiago suma y sigue. Volvió a ganar a domicilio y sumó tres puntos en un campo muy complicado. Ganó 1-2 ante el Sestao River, que sufrió su primera derrota en casa en los que llevamos de temporada. El Ciudad se adaptó mejor que el Sestao al terreno de juego, que presentaba un aspecto impracticable, que más parecía una piscina que un campo de fútbol.
La incesante lluvia caída a lo largo de toda la tarde y durante todo el encuentro dejaron el terreno muy blando y rápido lo que hizo que los contendientes tuvieran suficiente con mantenerse de pie y tratar de controlar un balón que iba de una zona a otra sin control. Al final victoria para el Ciudad de Santiago que se sitúa entre los candidatos a jugar la promoción.
Los anfitriones salieron con mucho ímpetu, tuvieron más el balón, pero fueron incapaces de rematar en los últimos metros. Un disparo de Muñozguren a los cinco minutos de juego lo detuvo Mackay en una gran intervención en dos tiempos. Poco después el propio portero tuvo que lucirse en un disparo de Txiki. El Ciudad permanecía rezagado en su parcela para no verse sorprendido en ninguna ocasión de los locales.
Mediado el primer período, el Ciudad de Santiago buscó las zonas menos húmedas del campo para buscar contragolpes. En uno de ellos Rafa disparó una vaselina por encima de la salida de Oier que sacó bajo los palos Larreategui. En la jugada siguiente, el local Txiki disparó por encima del larguero en otra buena ocasión para inaugurar el marcador.
Varias ocasiones
De la sucesión de oportunidades sacó partido el Ciudad de Santiago en un jugada rápida: Rafa centró desde la banda derecha y Maikel cabeceó al fondo de las mallas en el minuto 23. El Sestao mantuvo el dominio territorial y pasada la media hora Etxabe remató al larguero. En la siguiente jugada Maikel tuvo que sacar en la línea de gol otro disparo de los anfitriones.
Cuando parecía que se iba a llegar al descanso con este resultado, el Ciudad de Santiago consiguió el segundo tanto en un falta que sacó Iosu y que remató de nuevo Maikel, que apuntaba el segundo de la tarde también en su cuenta particular. Antes del descanso el Sestao se quedó con un hombre menos debido a que Etxabe vio la segunda tarjeta amarilla.
Segunda parte
En el segundo período la lluvia siguió cayendo en La Llanas y el campo se puso muy pesado. Y los equipos acusaron el esfuerzo realizado en la primera parte. El Sestao, a pesar de ello, insistió en la búsqueda del empate y no dio en ningún momento el partido por perdido. Su dominio territorial fue casi absoluto puesto que los gallegos intentaron salir al contragolpe pero no lo pudieron llevar a cabo porque el agua retenía el balón en todas sus acciones.
A los pocos minutos de la reanudación, el Sestao disfrutó de su primera ocasión en un lanzamiento de Txiki al segundo palo que hizo lucirse a Mackay. Fue el primer aviso de que los anfitriones querían dar la vuelta al marcador. Luisito, el entrenador visitante, no veía las cosas claras y prefirió resguardar su portería, dejo al equipo sin delanteros y acumuló hombres en la zaga para tapar los espacios y sobre todo para anular las segundas jugadas de los locales.
La recta final
Las faltas y los saques de esquina se convirtieron en un auténtico quebradero de cabeza para el Ciudad que se veía desbordado una y otra vez, sobre todo por la banda derecha del ataque vizcaíno. La insistencia local no obtuvo premio hasta que Tachi propinó un empujón en el interior del área a Muñozguren y el colegiado decretó la pena máxima. El penalti lo ejecutó Basagoiti, que estableció el 1-2 definitivo.
De poco sirvió el esfuerzo local en los instantes finales. Su constante bombardeo de balones sobre la parcela visitante no obtuvo el premio deseado.