El Lobelle se ha rejuvenecido todavía más esta campaña y, lejos de acusar el cambio, está desplegando un fútbol sala más dinámico y más vistoso
22 oct 2010 . Actualizado a las 04:06 h.El primer ciclo de la temporada ha sido extraordinario para un Lobelle que ya ambiciona nuevos retos tras disfrutar del descanso del guerrero. -Cinco días de reposo y asueto tras dos meses casi sin tregua habrán sido casi un lujo. -Sí, sin tregua pero bonitos porque una de las identidades de este equipo es que sabe sufrir y divertirse. Han sido dos meses de sufrir pero también de alegrías por el título, por una regularidad casi sobresaliente en la Liga y, además, porque hay cinco jugadores en las dos mejores selecciones del mundo en el Grand Prix. Al haber una dinámica de trabajo tan intensa, descargar y cambiar de entorno es favorable. -Precisamente, los internacionales no han descansado. Todo lo contrario. -Así es. Les va a pasar factura. Estaba dentro de nuestros cálculos que asistiera alguno, pero se han cumplido los pronósticos más sobresalientes. Nuestro cuerpo técnico nunca se va a quejar de esa situación. Está ahí y nos vamos a adaptar. Intentaremos que lo noten lo menos posible. Para el día del Inter vendrán con sobrecarga, pero creo que lo notarán más a partir de la siguiente jornada. La planificación y el trabajo serán adaptados para los internacionales. -¿Ha podido hablar con ellos? -No. Solo tenemos las comunicaciones del cuerpo técnico de la federación sobre los tiempos de participación y de descanso. Para nosotros es fundamental de cara a hacer ese trabajo adaptado. -¿Quién es el que más juega? -El que más, de los cuatro que están con España, es Aicardo, con una media de entre diecinueve y veinte minutos. Después, Alemao, y después Pola y Charlie. -Volviendo al equipo. Este Lobelle tiene más fluidez que el del pasado curso. -Dentro del cuerpo técnico hubo una frase que no prohibí pero que no me gustaba, cuando hacíamos algún apunte y alguien decía «lo mismo que el año pasado». No. Intentaremos que sea mejor que nunca. Parecía que no iba a haber variación. Pero el juego ofensivo ha cambiado, tenemos un repertorio más amplio. Tenemos juego con pívot, que también puede jugar de cara. Diego hace ejercicios para ese puesto específico. Hay una gran variedad y movilidad en la circulación con uno de los cuartetos. A eso me refería en que no es lo mismo que el año pasado. Pero esa fluidez y esa movilidad a vece propicia desorden táctico para no tener balance defensivo. Seguramente esta campaña los partidos serán de más goles, pero con números defensivos no tan buenos. Nos falta un poquito de orden. Y también tenemos que mejorar en las posesiones largas, para manejar el tempo de partido. -¿Cuál es el próximo objetivo a corto plazo? -Los siguientes tres cuatro partidos. Siempre hacemos un balance con los primeros diez partidos. Ahí ya puedes tener unas referencias, transferir eso a los que quedan por delante. Para nosotros son muy importantes los cuatro que vienen, ante Inter, Cartagena, Navarra y Caja Segovia.