Seis ecologistas burlaron los sistemas de seguridad y se encaramaron en lo alto de la cúpula para exigir el cierre de la central Un grupo de dieciséis activistas de Greenpeace de distintas nacionalidades consiguió ayer, en una acción sin precedentes en España, acceder al interior de la central nuclear de Zorita (Guadalajara) con el objeto de denunciar el deficiente estado de la vetusta instalación, algo reconocido por el propio Consejo de Seguridad Nuclear, y exigir su cierre inmediato al Gobierno. Seis de los ecologistas consiguieron encaramarse a la cúpula del complejo y desplegar una pancarta con el lema «Zorita, cierre ya». La inesperada acción obligó a detener la actividad del centro, que permanecerá parado entre dos y tres días.
R. ROMAR