Lola Ribeira, vicepresidenta de la Asociación de Anticuarios y Restauradores San Lázaro, de Sarria Todo el mundo en Sarria la llama Lola Ribeira. Hace seis meses, la Asociación de Anticuarios y Restauradores San Lázaro, de esa localidad lucense, la eligió vicepresidenta. Aún le quedan dos años y medio de mandato para seguir impulsando un grupo muy reducido pero que se ha convertido en una de las señas de identidad de la villa, y que es, además, un polo de atracción de un turismo de cercanías y de lejanías (Holanda incluida, y desde luego Madrid). Lola Ribeira defiende que los anticuarios presentan ofertas para todos los gustos y bolsillos, porque «aquí ya no vienen sólo los ricos, sino también la gente normal y corriente, y parejas que se van a casar y quieren poner un detalle curioso en su casa».
CRISTÓBAL RAMÍREZ