El conjunto monfortino sólo cedió ante el todopoderoso Tenerife en el último suspiro del partido Monforte tiene desde ayer un motivo más por el que estar orgulloso de la AD A Pinguela. El conjunto monfortino demostró ante el poderoso Tenerife que su presencia en la Copa de la Reina no fue testimonial. Las jugadoras del cuadro que preside Kiko Cabrera se frotaban los ojos, primero, cuando iban en desventaja en el primer set, y luego, en cuanto perdieron el cuarto. Parecía imposible, pero era rigurosamente cierto. Las jugadoras dirigidas por Magú fueron capaces de poner en entredicho el dominio de un todo un gigante de la liga española y de Europa. Ahora, el equipo se centrará en una nueva fase de la liga.
X. R. PENOUCOS Enviado especial a Ávila