En la ficción vive en una eterna contradicción entre la cabeza y el corazón. En la realidad Hiba tiene las cosas más claras. Gana lo segundo. Es inquieta y tranquila a la vez, no le gusta discutir y se fija en la belleza interior de las personas. En breve, hará las maletas para recorrer el mundo y seguir aprendiendo
María Vidal