La mujer, que perdonó al agresor tras una agresión, refrendó ayer la versión incriminatoria de la fiscal Cuando bebe, no razona. Ése es Marcos Dorado Requejo, de 30 años, según la mujer que durante unos años compartió su vida con él y con quien tiene un hijo. Se enfrenta a una acusación de amenazas, maltrato habitual y lesiones, con peticiones de condena que suman dos años de cárcel, cuatro cuatro fines de semana de arresto y prohibición expresa de acudir al domicilio de la víctima durante un mínimo de dos años. La fiscal resaltó ayer en su informe cómo este caso tiene su origen en una intervención policial, hace ahora dos años, a partir de una llamada de la madre del acusado, que «estaba asustada».
REDACCIÓN