Sucursales del español BBVA y de la empresa de transporte de caudales Prosegur en Buenos Aires están siendo investigadas La maquinaria judicial se puso ayer en marcha en Argentina para comprobar las denuncias de que antes y después de que se implantara el impopular «corralito», que restringe el uso del dinero depositado en los bancos, se sacaron del país millonarias sumas, 26.000 millones de dólares según algunas fuentes. Oficinas de diez bancos, entre ellas del BBVA-Banco Francés -filial del Bilbao Vizcaya Argentaria- y el británico HSBC, de una compañía aérea, seis empresas de transporte de caudales -la española Prosegur entre ellas-, peajes de carreteras y los dos aeropuertos de Buenos Aires fueron registrados por la Policía.
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