Los amigos de Ramón Sampedro lo recordarán mañana en el arenal de Xuño, donde sufrió el accidente que cambió su vida El 12 de enero de 1988 el tetrapléjico sonense Ramón Sampedro Cameán decidió poner fin a su vida. Llevaba postrado en una cama desde hacía 30 años, y todos sus intentos para conseguir que la ley permitiese que se le practicara la eutanasia fueron infructuosos. Mañana, varios amigos de Sampedro le rendirán un homenaje, como cada año, en la playa de As Furnas. En este lugar sufrió el accidente que le dejó inmóvil del cuello para abajo durante el resto de su existencia. En sus años de lucha, Ramón escribió numerosas obras con su boca, entre las que destaca «Cartas desde el infierno», donde expresa su difícil situación.
MODESTO DEL RÍO