Esta es la historia de una menor que, como muchos otros que fueron apartados de sus familias por su propia protección, tienen que hacer frente a su vida de adultos mucho antes que sus congéneres
Deborah y Mervyn se retiraron en A Teixeira hace 14 años y ahora reciben mensajes constantes de gente que quiere mudarse a trabajar, pero no hay dónde vivir