
La maña se abre camino a la fuerza
Las mujeres de Barbanza cambian de «uniforme» y se hacen un hueco en profesiones tradicionalmente dominadas por los hombres La integración de la mujer al mundo laboral no ha sido una tarea fácil. Y mucho menos si se trata de campos en los que el hombre ha tenido un dominio casi exclusivo. Pero las costumbres, como los tiempos, han cambiado. Lejos han quedado ya aquellos años en los que la abnegada esposa atendía las tareas del hogar y a una prole de siete niños, mientras el varón, signo por excelencia de macho ibérico español, salía a buscar el pan de cada día fuera del ámbito familiar. Y es que, aunque han sido muchos y duros los pasos que las féminas han tenido que dar, lo cierto es que, en la actualidad, han sabido ganar posiciones en la bolsa de trabajo.
MÓNICA LÁZARO