El Ciudad de Santiago pudo disfrutar de un estreno redondo, incluso cómodo, en la categoría de bronce. Después de las dudas que había sembrado el miércoles con su pobre actuación en la Copa, salió al campo mucho más centrado y no dejó que el Marino de Luanco llevase la iniciativa en ningún momento. Debió inaugurar el marcador ya en la primera mitad, pero unas veces la falta de puntería y otras la buena actuación de Guillermo lo impidieron. No se descompuso y, en la reanudación, aseguró los tres puntos con un cabezazo de Changui a los cuatro minutos y otro de Maikel en el tiempo añadido.
Aviso
Luisito ya había anticipado que por la plaga de percances físicos y por la baja forma de algunas de las últimas incorporaciones se vería obligado a confeccionar un once inicial de circunstancias. De los elegidos, tan solo Pablo López y Luigi militaban la pasada campaña en equipos de Segunda B, mientras que los otros nueve jugaban en Tercera. Pero el equipo funcionó como tal, como un colectivo en el que todas las piezas rayaron a un buen nivel.
El Ciudad de Santiago trabajo a destajo en defensa ante un rival que, siempre que pudo, apostó por el fútbol combinativo. Pero no le dejó que pudiese lanzar el contragolpe en ningún momento y tampoco dio facilidades para que avanzasen por las bandas ni Pablo Díaz por la derecha ni Aitor por la izquierda. Jabuti, bullicioso hasta que se lesionó, se quedó demasiado aislado en la punta. Al final el Ciudad salió indemne.